Un conflicto que se arrastra desde hace más de una década
En 2008, los trabajadores de la red concertada comenzaron las movilizaciones que se han intensificado en los dos últimos años
El conflicto entre la patronal y los sindicatos de los centros de iniciativa social, que en los dos últimos años ha ido intensificándose, tiene ... sus raíces en la propia peculiaridad del sistema educativo vasco que desde 1994 cuenta con dos redes: la pública, con un poco más del 51% del alumnado, y la concertada. Esta última incluye los centros de iniciativa social -la mayoría religiosos-, y las ikastolas que, aunque con el mismo concierto que los de iniciativa social, tienen un convenio propio. Los concertados reciben financiación autónoma a través de los módulos, fijados en la Ley de Presupuestos, para pagar, entre otros conceptos, el sueldo del profesor.
Hace más de una década, en noviembre de 2008, los trabajadores de la red concertada ya comenzaron a movilizarse para reclamar un nuevo modelo de financiación y la homologación con sus colegas de la pública. Pero fue cinco años después, en el curso 2013-2014 cuando el conflicto laboral comenzó a instalarse en los centros de iniciativa social ante los recortes en sus sueldos desde 2010.
Kristau Eskola, la patronal mayoritaria, se refugiaba en el argumento de que era el Gobierno Vasco quien había aplicado la rebaja en la financiación de la red concertada en torno a un 5%. Las centrales acudieron a los tribunales, que acabaron dándoles la razón y el Supremo anuló los recortes. Kristau Eskola propuso un incremento del 0,7% y un pago aplazado de la deuda. Las negociaciones se rompieron y aunque en octubre de ese 2014, año en el que se convocaron varias huelgas, parecía que el conflicto se reconducía todo quedó en 'stand by'.
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El calendario corre hasta febrero de 2018. Ese mes, las centrales anunciaban para marzo una jornada de huelga en los centros dependientes de Kristau Eskola y AICE-IZEA porque el noviembre anterior se habían roto las negociaciones para renovar el convenio que había caducado en 2009. Después, convocaron otras dos más para mayo. Así comenzó una dinámica de paros por parte de los sindicatos porque consideran que «es la única alternativa que nos ha quedado para conseguir algún movimiento por parte de la patronal».
Pero lo cierto es que movimientos se han producido pocos y las recriminaciones han sido muchas. Los sindicatos acusaban a Kristau Eskola de presentar siempre la misma oferta, sin ninguna mejora en ningún aspecto y que por esa razón han llamado a los trabajadores a secundar 27 días de huelga en dos años, 18 en lo que va de 2019. La patronal, por su parte, mantiene que no tiene dinero para hacer frente a las reivindicaciones sindicales sin que peligre la red concertada. Solo se han puesto de acuerdo en un tema, que el Departamento de Educación se implique. La consejería siempre ha mantenido que se trataba de un conflicto laboral que debía ser resuelto por las dos partes, aunque fueron unas palabras de Cristina Uriarte señalando que estarían dispuestos a acudir a una reunión si les convocaba el Consejo de Relaciones Laborales las que hace unos días abrieron la puerta a la nueva negociación.
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