«Los investigadores que estamos en EE UU tenemos un plan B, C y D por Trump»
Vuelta a Euskadi. ·
Ikerbasque expone en Nueva York su programa de repatriación ante siete investigadores vascos afectados por los recortes de la Casa BlancaEn medio de una creciente inquietud entre la comunidad científica en Estados Unidos, Euskadi se posiciona como refugio y oportunidad para sus talentos emigrados. Investigadores ... vascos que en su día partieron hacia Estados Unidos –actualmente alrededor de 80 investigadores del País Vasco residen y trabajan en el país norteamericano– se replantean ahora su futuro profesional ante los recortes presupuestarios, la censura en áreas sensibles como el cambio climático, la salud o la igualdad de género, y la incertidumbre política impulsada por la administración de Donald Trump. Hasta el 75% de los científicos americanos se plantean abandonar el país, según un estudio de la revista 'Nature'.
En respuesta, Ikerbasque –agencia creada en 2007 por el Gobierno Vasco para aumentar el peso de la ciencia e innovación en el tejido industrial de Euskadi– ha intensificado su apuesta por recuperar ese talento con un plan sólido de repatriación, mediante el cual ya ha conseguido el regreso de 39 científicos, de los cuales 11 son de origen vasco, 16 proceden del resto del Estado y 12 son extranjeros.
Ikerbasque organizó la pasada semana una sesión informativa dirigida a siete investigadores vascos que residen en Estados Unidos en la delegación del Gobierno Vasco en Manhattan (Nueva York), en la que estuvo presente este medio, y que contó con la presencia del viceconsejero de Ciencia e Innovación, Adolfo Morais, y el gerente de Ikerbasque, Miguel Ángel Arocena. El objetivo era presentarles las oportunidades que ofrece Euskadi para continuar su trayectoria profesional en un entorno más estable y comprometido con la investigación. La estrategia de Ikerbasque se basa en un modelo bautizado como el de las 'tres R': reclutar, retener y repatriar.
«Si ya teníamos en mente volver, las decisiones de Donald Trump te empujan más a ello»
Investigadora vasca en EE UU
Aitziber Buque Martínez, de Barakaldo, trabaja actualmente en Filadelfia liderando un equipo en el Fox Chase Cancer Center, e investiga cáncer de mama, inmunología y metabolismo. Con una sólida trayectoria entre Madrid, París y Nueva York, relata las dificultades del sistema estadounidense: los investigadores deben autofinanciarse íntegramente, incluyendo salarios y materiales, en un «contexto cada vez más competitivo por la escasez de fondos». Buque subraya cómo esta presión está afectando a toda una generación de científicos, especialmente estudiantes. «La situación actual es de incertidumbre. Necesitamos financiación del Gobierno para nuestras investigaciones y tal y como está la situación resulta más complicado acceder a esos fondos. La fotografía es que se está perdiendo una generación de investigadores en EE UU. Para los que somos extranjeros, si ya tienes en mente volver, la situación actual te empuja más a ello. Todos los que estamos aquí tenemos un plan B, C y D que mira hacia Europa».
Para Buque, Euskadi siempre ha sido una opción atractiva y considera que las propuestas de Ikerbasque ofrecen una «lucecita al final del túnel», con ventajas como la estabilidad económica. Ve con esperanza la posibilidad de volver si se concreta una oferta adecuada.
400 investigadores
Actualmente, más de 400 investigadores trabajan bajo el paraguas de Ikerbasque, desarrollando sus proyectos en 24 centros del País Vasco, que incluyen universidades, hospitales y centros de investigación. La fundación actúa como un acelerador de talento, facilitando la creación de equipos de investigación competitivos capaces de atraer financiación internacional y generar nuevo conocimiento.
Itziar Etxeandia (Amorebieta), investigadora en el American College of Physicians (Filadelfia), reconoce que su motivación para emigrar fue vivir una experiencia internacional, pero afirma con claridad que su intención es volver. Aunque su área —tecnologías sanitarias y guías clínicas— es muy específica y no tan fácil de encajar en Euskadi, destaca que Ikerbasque siempre ha sido «un faro» para los científicos vascos en el exterior. Aunque no ha sufrido directamente los efectos de las políticas de Trump, sí ha visto cómo 'colegas' de otras organizaciones se han visto obligados a abandonar proyectos por recortes o presiones institucionales. «Aquellos compañeros que trabajan en una institución que depende de los fondos federales están contando los días porque se les acaba el contrato y la financiación por las decisiones adoptadas por Trump.Si esta situación se alarga, por supuesto que se traducirá en una fuga de talento de Estados Unidos».
80
investigadores vascos trabajan actualmente en Estados Unidos, según el Gobierno Vasco.
La fundación opera en colaboración con las principales instituciones científicas vascas. Los investigadores deben contar con el respaldo de un centro anfitrión en Euskadi, que asume el 40% de los costes del contrato, mientras que el resto se financia entre Ikerbasque y la Comisión Europea.
Garazi Peña (Donostia) desarrolla su trabajo en Mount Sinai, centrada en enfermedades infecciosas emergentes como el virus de la gripe aviar H5N1. Su investigación tiene un fuerte componente social, ya que afecta a colectivos vulnerables, y denuncia la falta de transparencia y apoyo por parte de organismos como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) bajo la administración Trump. Garazi valora volver a casa, pero teme que su retorno signifique frenar su desarrollo profesional si no encuentra proyectos en Euskadi que estén alineados con su campo. Para ella, regresar «sin que le corten las alas» es clave: quiere seguir investigando con libertad y medios suficientes.
Fruto de esta iniciativa, Ikerbasque ya cuenta con 39 científicos repatriados, de los cuales 11 son de origen vasco, 16 proceden del resto del Estado y 12 son extranjeros. Estas cifras evidencian el atractivo de Euskadi como polo científico, pero también el éxito de una política pública centrada en ofrecer estabilidad, reconocimiento y oportunidades a los investigadores.
Los investigadores adscritos a la Fundación Vasca para la Ciencia atrajeron la cantidad récord de 47 millones de euros a Euskadi en 2024, una cifra que supera en dos millones los logrados en 2023.
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