Dionisio el Exiguo fue el primero en numerar los años tomando como referencia el nacimiento de Cristo. Se cree que el responsable de que escribamos ... a.c. y d.c. se equivocó en 4 años al datar el nacimiento pero lo que es seguro es que no previó en sus cálculos un año Cero. Aún no se conocía en Europa la existencia del número cero.
La última vez que tuvimos la tentación de marcar un año Cero fue durante la Revolución Francesa. El matemático Gilbert Romme diseñó, por encargo de los revolucionarios, un nuevo calendario que comenzaba cada 22 de septiembre. O, mejor dicho, de Vendimiario, puesto que el poeta Fabré D'Eglantine renombró los meses y los días con referencias a la agricultura y la naturaleza. Los revolucionarios tampoco marcaron un año cero sino un 'Año Uno de la Revolución'. Lo más probable es que, unos y otros, consideraran el cero como un hito, que distingue el antes del después, y no como un período concreto.
En un tiempo los historiadores fijarán una fecha como el inicio de la era post Covid. Tengo la sensación de que estos 19 meses de bruma han sido algo parecido a ese Año Cero con el que nadie cuenta. Lo que ocurrió antes de marzo del 20 se ve borroso. Si algo nos ofendió ya no parece tan grave. Si algo sufrimos no fue para tanto. Los rencores, los agravios, los halagos, las promesas. Todo se lo llevó la marea y ya nadie se reconoce en aquel espejo. Hoy parece una buena fecha para poner el contador a cero.
Feliz año Uno.
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