La solución del aeropuerto de Bilbao para poner fin a los retrasos que afectan a miles de pasajeros cada Navidad
La ampliación prevista del aeropuerto de la capital vizcaína trae consigo mejoras para evitar retrasos y mejorar la puntualidad de los vuelos
El aeropuerto de Bilbao se prepara para poner fin a una de las mayores problemáticas actuales del aeródromo de Loiu y que afecta cada año, durante varios meses, a la correcta programación de sus vuelos.
Así lo recoge el recién aprobado Plan Director del Aeropuerto de Bilbao, del que cada día se descubren nuevos detalles sobre los cambios e implementaciones que tendrán lugar en el aeropuerto de la capital vizcaína en los próximos años, enmarcado en la iniciativa de inversiones de Aena para los aeropuertos del Estado entre 2027 y 2031.
Una serie de medidas que harán posible la ampliación de la plataforma de aeronaves de la terminal de Bilbao para ganar seis puestos adicionales y por las que se prevé que la renovada infraestructura supere los ocho millones de pasajeros anuales, frente a los 6,7 millones registrados en 2024.
De esta manera y con el objetivo de poder cumplir este pronóstico, los responsables técnicos del proyecto han puesto el foco en uno de los puntos débiles operativos del aeropuerto de Bilbao, por el que cada temporada de otoño-invierno decenas de vuelos sufren modificaciones y retrasos en sus salidas desde Loiu.
Una situación que se repite una y otra vez durante los meses de invierno cuando en los días fríos con bajas temperaturas se generan cuellos de botella en el tráfico aéreo del aeropuerto debido a que la infraestructura actual del aeródromo bilbaíno solo cuenta con una única posición de deshielo.
La posición de deshielo, clave en los retrasos de vuelos del aeropuerto de Bilbao
El nuevo Plan Director del Aeropuerto de Bilbao presenta la ampliación de la plataforma de deshielo, que actualmente dispone de un único puesto, para lograr dos posiciones operativas simultáneas, lo que no solo beneficia a la operativa invernal sino que reduce tiempos de espera, evita retrasos en los vuelos y optimiza la rotación de aeronaves.
Para ello, se estima una inversión de 13 millones de euros para la creación de los nuevos apartaderos de espera de la pista que ocuparán una superficie aproximada de alrededor de cincuenta mil metros cuadrados.
La plataforma de deshielo es el espacio donde se aplica glicol a las aeronaves para eliminar hielo y escarcha acumulada en alas y superficies de control, una operación imprescindible para garantizar la seguridad en despegue.
Actualmente, el aeropuerto de Bilbao solo dispone de un punto operativo de deshielo, lo que obliga a que los aviones que necesitan tratamiento esperen turno en secuencia, ralentizando la operación y generando retrasos encadenados. Esto es especialmente crítico en primeras horas del día, cuando las aeronaves deben ponerse en servicio tras la primera helada nocturna. En terminos operativos, la ampliación podría reducir entre un 20% y un 30% las demoras por hielo.