«¡Matad a mi perro o él me mata!»
«Tenía dos disparos encima y seguía», afirma el propietario, cuyo bull terrier fue abatido por la Policía Nacional después más de 25 minutos mordiéndolo
el diario vasco
Jueves, 15 de diciembre 2016, 22:28
Un suceso ha conmocionado esta semana a los vecinos de Cáceres el Viejo. Un joven paseaba con su perro de raza bull terrier cuando éste se abalanzó sobre su dueño para atacarle. La novia de éste y otros vecinos contactaron con los servicios de emergencias solicitando ayuda. Allí se personó una patrulla de la Policía Nacional para llevar a cabo una intervención que se saldó con varios disparos que acabaron con la vida del animal. ¡Matad al perro! ¡Matadlo, que si no me mata él a mí, gritaba el propietario. Poco después reconoció haber pronunciado esas palabras ya que era su vida o la mía.
Unas declaraciones realizadas en exclusivas para el diario extremeño Hoy. En el encuentro con el periódico, el dueño recordó que el perro había estado toda la vida con él y que nunca había dado un problema. Tenía nueve años. Sin embargo, aquella tarde pasó algo diferente. Le gustaba comerse los palos y al hacer caquita se le quedaban enganchados, intentaba quitárselos por sí mismo pero no podía. Fui a coger un plástico, le tiré un poco y fue ahí cuando se dio la vuelta, manifestó.
«Nunca había atacado a nadie»
Aseguró no haber reñido al animal ni haber impedido una trifulca con otro perro. Le haría daño, se dio la vuelta y me enganchó el brazo. Mi novia quiso quitármelo de encima pero no me soltaba y no hacía otra cosa que no fuera morderme, aclaró.
Además, el propietario añadió que el perro era macho y que nunca había atacado a nadie. Señaló que estuvo 25 minutos hasta que llegó la Policía y nadie se atrevía a acercarse. Tuvo que ser trasladado hasta el hospital donde recibió más de una treintena de puntos de sutura.
Ya no quería a ese perro. De alguna forma me tendría que deshacer de él. Le han matado y no ha sufrido, pero sería ilógico tener un animal que me ha atacado. Le he querido mucho y cuando llegué a casa se me cayeron las lágrimas, pero luego lo piensas y es que te ha podido matar. Es tu vida o la del perro y que le den por culo al perro. Es que mordía y seguía. Venía a por mí, a matarme. Tenía dos disparos y seguía mordiendo, hasta que le dieron el tercero. Ya no quiero tener más perros salvo que sea uno de tamaño enano, concluyó.