Histórico madrugón de Stoichkov

Eso sí, menos mal que al 'pichichi' azulgrana le dio por ser más rápido que el recordman jamaicano de los cien metros lisos, Usain Bolt, para definir a la perfección un pase entre líneas de Aketxe nada más sacar de centro, porque la consecución de la decimoctava victoria del presente ejericio resultó ser tan sufrida como casi todas las 17 restantes ante el empuje y el orgullo que mostró un rival que se negó a rendirse ante este jarro de agua helada a las primeras de cambio.

De hecho, tras el éxito inicial de la propuesta que puso en liza el sancionado Garitano, que recuperó para la causa a Venancio y retrasó a Expósito para dar cabida a Aketxe en la media punta, el nivel de intensidad de su equipo bajó tantos enteros que ayudó la moral de los zornotzarras hasta el punto de que fueron ellos los que más peligro generaron en los restantes minutos de la primera parte.

Es más, después de que Cantero despejara de puños una falta directa botada desde la banda derecha por Larrazabal, la escuadra dirigida por el debutante Haritz Mujika llegó a perforar la portería azulgrana pasada la media hora de juego, aunque afortunadamente para los armeros, el gol marcado por Koldo Obieta fue anulado por un claro fuera de juego del delantero que no hubo ni que comprobar en el VAR.

Fue todo un aviso para navegantes que pareció tener su efecto al inicio de la segunda mitad, cuando Corpas tuvo en sus botas la ocasión de aumentar la renta armera con un disparo a pase de Stoichkov que le salió mordido. Pero como ya había ocurrido en el primer 'round', los vizcaínos volvieron a lanzarse hacia la portería local para tratar de recuperar las opciones de salvación que se le estaban escapando por el sumidero.

Pero si arriba Stoichkov se encargó de demostrar la gra pegada del Eibar arriba, atrás fue la entereza de Cantero la que resolvió primero el entuerto que podría haber provocado Obi al tratar de recibir un pase que el navarro interceptó al lanzarse a los pied del ariete, y más aún cuando un cabezazo de San José a la salida de un córner le rebotó en su pecho, evitando así que los visitantes pudieran empatar a los 13 minutos de la reanudación.

Es cierto que la suerte le favoreció ante ese inesperado remate y también cuando en rechace golpeó en la rodilla del ex jugador del Athletic, pero el guardameta armero no solo cumplió en esa fase tan peligrosa que atravesó el Eibar, sino también cuando cuando el Amorebieta utilizó las restantes acciones a balón parado que dispuso en la recta final del choque.

El sufrimiento del Eibar podría haber llegado a su fin mediada la segunda parte, ya con Llorente en el campo como el revulsivo elegido por Garitano desde el palco de prensa donde siguió el choque, pero el rebote que llegó a Corpas tras el remate que probó el riojano salió escupido por el larguero.

Y dados los numerosos cambios que se produjeron y algún que otro parón, los seis minutos que el colegiado añadió resultaron toda una agonía que no acabó en frustración final, porque el postrero remate de Unzueta pegó en el exterior de la red.

Aún con apuros, el Eibar marca una muesca más en su culata.