El Eibar se topa con un cerrojo en la puerta
Frustrado. La escuadra armera sufrió su segunda derrota seguida lejos de casa ante un Cádiz que se apoyó en su portero para hacer valer el gol de Suso en la segunda mitad
Frustración es el término que más se adecúa a la nueva derrota que el Eibar cosechó fuera de casa ante un Cádiz que sí supo ... sacar partido de una de sus pocas ocasiones. De tanto ir a la fuente en una segunda mitad eléctrica, el cántaro de los armeros se rompió y acabaron desesperados tras estrellarse ante un portero gaditano que, tras imponerse en un mano a mano previo ante Bautista, también fue capaz de rechazar un disparo final del ariete en el minuto 96, que Arambarri tampoco pudo remachar
Una vez más quedó patente que las sensaciones no bastan para sumar, y pese a que los de Beñat San José hicieron méritos para al menos llevarse un punto, lo que cuentan son los hechos. Y estos indican claramente que solo han podido sumar uno de los nueve puntos por los que han luchado lejos de Ipurua.
Y no fue precisamente por los cambios que realizó en un once que apenas varió obligado por las lesiones de Martón y Peru, y luego por el elevado castigo que se le impuso a Arbilla tras su expulsión en Huesca, el entrenador azulgrana llevó a cabo una pequeña revolución introduciendo cuatro cambios relevantes.
En una semana corta, tras la victoria sellada ante el Andorra (2-0), San José decidió dar descanso a Cubero y Buta, dos de los destacados en este inicio de campeonato, para dar la alternativa como titulares a Álvaro Rodríguez y Hodei Arrillaga, situados cada uno en cada flanco.
Además, apostó por sustituir a Sergio por el también experimentado Lander Olaetxea, aunque la gran novedad se produjo en la parcela, donde al no estimar conveniente alinear a Bautista de inicio, sorprendió al incluir en su dibujo a un Adu Ares que tan solo había disputado diez minutos en su estreno ante el Granada, así como otros seis minutos en la visita a El Alcoraz.
Pueden cambiar todos los nombres, pero no la idea de juego que el técnico donostiarra se ha esmerado en implantar desde el mismo momento en el que llegó al banquillo armero en febrero del curso pasado, lógicamente adaptándose al planteamiento de un rival que, como él mismo esperaba, salió a comerse el mundo, crecido por otras dos victorias que Gaizka Garitano va coleccionando en el Nuevo Mirandilla como técnico gaditano.
Y, como San José había reclamado, los suyos no se dejaron someter ante la impetuosa puesta en escena de los anfitriones. Afianzados en sus posiciones, cual ejercito bien forzado para cualquier contingencia, aunaron esfuerzos para proteger la portería de Jonmi, que no sufrió más que cuando él mismo erró en una salida, así como cuando Arambarri se hizo un lío al regalar un balón a García Pascual que el propio azkoitiarra se encargó de arrebatar, impidiendo que el ariete amarillo marcara antes del descanso.
Pero después de que los porteros no tuvieran que actuar ni una sola vez en toda la primera mitad, la segunda comenzó con una gran acción individual de Corpas, que vio cómo Víctor Aznar desbarataba sus intenciones con una gran estirada.
Tampoco Guruzeta acertó a aprovechar estos minutos iniciales de inspiración al cabecear fuera por muy poco otro gran servicio de Corpas, y, lamentablemente, al hasta ahora espectacular Magunazelaia también le dio por fallar la ocasión más clara hasta ese momento, al cruzar demasiado un pase de Guruzeta que le había dejado prácticamente solo ante el portero local.
La factura por perdonar
Errores que el Eibar pagó inmediatamente después cuando Suso sí supo aprovechar la tímida oposición de Arrillaga para superar a un Jonmi que nada pudo hacer para impedirlo. Sí lo hizo, en cambio, el portero gaditano, cuando pocos instantes después se hizo gigante para desbaratar el mano a mano que Bautista protagonizó nada más salir tras recibir un excelente pase de Corpas, y la desesperación cundió cuando el delantero también estrelló en el cuerpo del meta gaditano una última doble opción que Arambarri tampoco pudo concretar el rechace que Recio taponó.
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