Ver fotos
Una lluvia de goles que le da vida
Un grandioso Kike García otorga con su 'hat trick' la ansiada victoria ante el Alavés que le devuelve a la lucha por la permanencia
El Eibar se agarra a la vida. Aferrado al espíritu de las salvaciones milagrosas firmadas en el pasado, la escuadra armera despertó del coma ... que le mantenía postrado en la cama con una goleada ante el Alavés que le devuelve la ilusión para seguir luchando por seguir vivo en la categoría.
Rendirse nunca ha sido una opción para los de Mendilibar, que sin querer soltar el pequeño hilo de esperanza que les mantiene unidos a una categoría que se resisten a abandonar, aunaron fuerzas para aplastar al cuadro vitoriano formando un bloque sólido y solidario, comandado eso sí por un colosal Kike García, el gran artífice de la ansiada victoria al apuntarse el primer 'hat trick' de su carrera en Primera.
Eibar
Dmitrovic, Cote (Soares, m. 54), Arbilla, Oliveira, Correa (Sergio Álvarez, m. 86), Edu Expósito, Diop, Atienza, Gil (Inui, m. 82), Kike García (Muto, m. 82), Enrich.
3
-
0
Alavés
Pacheco, Navarro, Laguardia, Lejeune, Aguirregabiria, Méndez (Pons, m. 56), Pina (Rioja, m. 56), Battaglia, Jota (Borja Sainz, m. 63), Joselu (Deyverson, m. 79), Lucas Pérez (Guidetti, m. 63).
-
Goles: 1-0, min. 3: Kike García culmina una perseverante acción ofensiva tras controlar hasta en dos ocasiones con el pecho un balón que Bryan Gil tocó en última instancia de cabeza. 2-0, min. Kike García se anticipa a Laguardia para meter la pierna y rematar el centro lateral de Expósito. 3-0, min. 59: Kike García recibe un balón filtrado de Soares y tras recortar a su marcador, cuela el balón por la escuadra del palo largo.
-
Árbitro: Munuera Montero, del colegio andaluz. Amonestó a Ina (m.44) y Battaglia (m.57).
-
Incidencias: Partido correspondiente a la 34ª jornada, el último derbi vasco para el Eibar.
Es solo un pequeño paso que quizás no le impida ahogarse en la orilla, porque la desventaja a recortar sigue siendo importante con solo cuatro partidos por delante para poder hacerlo, pero después de 16 partidos consecutivos sin una mísera alegría que llevarse a la boca, el baño de confianza que se dio bajo el aguacero que cayó sobre Ipurua le mete de lleno de nuevo en una pelea de la que ya se le daba casi por descartado.
Más sobre el Eibar
Después de siete años en la élite, al Eibar aún le queda mucho por decir y, sin duda, el holgado triunfo conseguido en una de sus actuaciones más completas de la temporada, le conceden argumentos para ir a Getafe el próximo domingo (14 horas) a gritar alto y claro que se va a dejar todo lo que tiene dentro para que el club armero siga estando entre los elegidos.
El único camino
El derbi ante el Alavés era un ahora o nunca. Las cinco de derrotas consecutivas cosechadas, la última el lunes ante la Real, habían dejado a la escuadra azulgrana con solo un camino posible que seguir manteniendo opciones a la meta de la salvación. Sin posibilidad de coger ningún atajo, sin mirar más allá de este último derbi vasco de la temporada, sus aspiraciones se veían reducidas únicamente a ganar a los vitorianos, a poder ser por más de dos goles para asegurarse el gol averaje particular a favor tras el 2-1 que se produjo en Vitoria en la primera vuelta.
El ejemplo a seguir lo tenían justo delante, puesto que el Alavés llegaba a Ipurua con ocho puntos de ventaja, cuando hace solo tres semanas portaban el farolillo rojo, justo por detrás de los armeros.
Su técnico les había pedido en la víspera que salieran a muerte a ganar. Les había dejado claro que solo siendo valientes y ambiciosos en ataque podían conseguir aquello que tantas veces se les ha resistido en los últimos cuatro meses. «Alguna vez tenemos que ganar», decía esperanzado Mendilibar, que como cabía esperar añadió toda la pólvora de la que disponía en ataque, dando entrada a un Expósito fresco como una lechuga tras varias semanas de ausencia, y acompañando a su delantero de referencia con la presencia de Enrich, la pareja con la mejor se ha llevado tradicionalmente Kike García.
Y por fin lo consiguieron. Y ante un rival directo que venía en racha y dejando ver con claridad que el equipo sigue conservando el estilo que le ha hecho grande en estos años de gloria en Primera.
Acostumbrados a ser ellos los que han venido recibiendo goles madrugadores jornada sí y jornada también, sorprendió gratamente que por una vez fuera el Eibar el que lograra tomar la delantera pocos minutos después de que el balón comenzara a rodar. Y no fue casualidad ni un mero golpe de suerte, sino el resultado de un plan trazado específicamente por los anfitriones para dejarle claro a su invitado que su visita se iba a convertir en toda una pesadilla.
Desde el mismo momento en el que el balón empezó a rodar, la escuadra eibarresa fijó su mirada de manera insistente en la portería albiazul y fue precisamente la perseverancia, la que propició que Kike García avivara la llama de la ilusión al culminar una acción ofensiva en la que hasta cuatro jugadores del Eibar llegaron a tocar el balón dentro de área, hasta que finalmente Bryan Gil orientó un centro de cabeza hacia el de Motilla de Palancar. No lo tenía nada fácil el delantero azulgrana para resolver, pero lo hizo con maestría, ya que pese a que estaba rodeado por los dos centrales babazorros, logró controlar el balón dos veces con el pecho con el fin de colocarse la bola en las mejores condiciones para cruzarla lejos del alcance de Pacheco.
Las protestas del Alavés por una supuesta mano del conquense cubrieron de incertidumbre la celebración del gol que tanto necesitaban los armeros para seguir soñando, pero tras unos minutos de conversación entre el andaluz Munuera Montero, muy temido por estos lares, y sus compañeros en el VAR, acabaron con el sufrimiento y el tanto subió al marcador.
El Eibar de siempre
Después de lo mucho que le había costado ponerse por delante en un partido, no podía mostrarse temeroso y dedicarse a guardar la ropa, primero porque desde la única vez que había ganado en Ipurua al Granada no había logrado dejar su portería a cero, y segundo y aún más importante, porque con otro gol más se garantizaría sobrevivir frente a los vitorianos en caso de un hipotético empate a puntos.
Las claves del Eibar 3 - Alavés 0
-
Al que madruga... Acostumbrados a recibir goles tempraneros, Kike sorprendió al acertar al poco de empezar
-
Arrollador: Pleno de carácter, el Eibar pasó por encima del Alavés a base de centros laterales y córners
-
Bienvenida eficacia: Crecido por su décimo gol, el conquense se agigantó al marcar otros dos más de manera magistral
Y fue entonces cuando se volvió a ver que la impronta de Mendilibar sigue presente, aunque hasta ahora no se había dejado ver. Dominador de cabo a rabo, el Eibar se hinchó a colgar balones al área y a forzar hasta nueve córners en la primera mitad, por solo uno que concedió en la suya, pero salvo un remate a botepronto de Kike tras un pase de la muerte de Correa, el resto de las muchas ocasiones que generó estuvieron lejos de fructificar.
Hasta que la segunda mitad se convirtió en toda una fiesta de camisetas mojadas para los armeros. Y eso que la reanudación arrancó con el único disparo a puerta del Alavés que Dmitrovic detuvo sin apuros. Pero justo en la acción siguiente, Enrich bajó un balón al suelo con un control pleno de calidad, lo abrió a la izquierda para Expósito, quien vio a Kike con la caña preparada en el área para anticiparse a Laguardia y meter la puntera para apuntarse el segundo.
Con esto bastaba, pero ni el Eibar ni Kike se conformaron y solo unos instantes después, el conquense redondeó su espléndida actuación al aprovechar un pase filtrado de Soares para firmar el 'hat trick' de forma magistral.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión