Un derbi para dos amigos

«Jugar el uno contra el otro va a ser algo raro, lindo, pero raro», dice Escalante. Es el que menos garantías tiene de estar en el once. Jordán y Diop juegan más que él, pero su salida al campo es una apuesta casi segura. A excepción de los cuatro partidos que estuvo de baja por una hernia discal, ha jugado en 19 de los 20 partidos restantes.

Llegan al Eibar 2011 y 2015

Capa: «Garitano me dijo que me había visto y me quería». Capa alcanzó la élite en el Eibar. Llegó allí a su filial, en Tercera, en 2011 tras finalizar su etapa juvenil en el Danok Bat. «Estoy aquí por el Eibar. Gaizka Garitano (entrenador entonces del segundo equipo azulgrana) me convenció. Al acabar la Liga con el Danok jugué en la Copa Vasca. Me llamó Gaizka y me dijo que me había visto en ese torneo y que me quería. Tenía una oferta del Portugalete de Tercera, pero lo hablé con mi agente y decidí ir allí porque tenía un primer equipo con aspiraciones de subir a Segunda A. Me salió bien. El Eibar es donde he crecido como futbolista y como persona». En un hecho muy poco usual, debutó antes con el primer equipo (con 'Manix' Mandiola en un 0-3 que ganó el Bilbao Athletic) que con el filial.

Escalante recaló en el Eibar procedente del Catania, de la Serie B italiana en el verano de 2015. El club siciliano se fue a la Serie C por amaño de partidos. «A los jugadores nos dijeron que nos abrían la puerta para irnos. De repente, me dicen que puedo ir a un Primera de España. No me lo pienso. Era un sueño».

Todo empezó por los números. Capa portaba el 7 en el Eibar y Escalante se hizo con el 5. «Nuestras taquillas estaban al lado la una de la otra. En medio estaba Eddy Silvestre con el 6 (ahora en el Alcorcón). Al principio era calladito, pero fue hasta que cogió confianza», bromea el portugalujo. El argentino le sigue el juego. «Fue el primer nombre que memoricé. Vi Capa y se me quedó grabado».

«Capa imitaba el maullido del gato y no podía dormir». A los dos meses comenzaron a ir juntos en el automóvil a los entrenamientos en Atxabalpe. «Yo al principio iba con Mauro Dos Santos, argentino como yo, y Capa con Xabi Irureta. Me uní a ellos y cuando el portero se fue al final de la campaña ya nos quedamos solos».

En el Athletic los jugadores pueden elegir si duermen solos o con un compañero en los desplazamientos. En el Eibar, la única elección posible es con quién comparten habitación. Escalante y Capa pidieron estar juntos. «Llegábamos en el mismo coche, compartíamos habitación, nos íbamos a los paseos de las concentraciones juntos...»

Escalante duerme ahora más tranquilo en los hoteles de concentración. Capa en la habitación es como en el campo. Siempre está activo, a la que salta. El argentino revela entre carcajadas una habilidad desconocida de su compañero. «Es fantástico imitando ruidos de animales. Recuerdo que una noche estaba en la cama y le dije 'voy a dormir'. Casi había conciliado el sueño cuando él empezó a hacer el ruido del gato. Yo estaba casi dormido y él insistía en maullar como si fuera un gatito. 'Calla y déjame dormir', le decía, je, je».

«Nuestras cuadrillas andan juntas». La amistad trascendió los límites del vestuario. «Empecé a ir a su lonja en 'Portu' y a estar con sus amigos, que son muy buena gente. A veces voy y, aunque no está él, allí me quedo porque estoy muy cómodo con la gente de su cuadrilla. Y cuando vienen mis amigos desde Argentina andamos todos juntos. Por ejemplo, si ellos están aquí y yo estoy de viaje, se quedan con los amigos de él», explica el mediocentro del Eibar que prepara para este verano su boda con su novia argentina.

«La última vez que vinieron mis amigos fue en Navidades», rememora el azulgrana. «Y llaman a mis colegas y están con ellos si nosotros estamos en un entreno o concentrados», añade el rojiblanco. «Vienen a visitarme, pero también porque se lo pasan muy bien con Capa y los suyos», resuelve Escalante.

Tres años con decenas de horas juntos en el Eibar y en la calle provoca que se conozcan perfectamente. «Congeniamos bien porque somos muy parecidos y muy pacientes el uno con el otro. Gonzalo conmigo sólo se enfada jugando a la play», destaca Capa. Cuando se irrita es como en el campo, una fuerza de la naturaleza que sólo busca lo mejor para su equipo. «Una vez me cabree tanto que le di una patada a la tele y la rompí. Era un aparato pequeño», se excusa. «Es como en el campo, que da muchas patadas», le lanza su íntimo entre carcajadas.

Escalante: «Guardo una foto de un caño a Cristiano». Han sido decenas de partidos juntos. Algunos magníficos. ¿Cuál ha sido el mejor encuentro que ha visto a Ander? Escalante no lo duda. Lo tiene fresco. El 0-4 que arrancó el Eibar en el campo del Betis el 3 de enero de 2016. «Ése día estuvo soberbio y, además, marcó el primer gol. De todas formas, estuvo magnífico en muchísimos partidos».

Capa busca un duelo con derrota del Eibar (4-0 en el Bernabéu en 2015-16), pero que dejó a su amigo un recuerdo del que aún habla. «A Gonzalo le encanta tirar caños. Aún me acuerdo del que le hizo a Cristiano en el Bernabéu». El argentino entra en detalles. «Íbamos perdiendo tres o cuatro cero. Nos dieron bien para el pelo. Tengo una foto guardada del momento del caño».

«Era de los pocos que sabía que se iba al Athletic». El 1 de septiembre de 2017 el entonces presidente del Athletic, Josu Urrutia, anunció que su club pagaba tres millones por Capa y que se incorporaría al acabar la Liga. La noticia impactó. Eran muy pocos los que estaban al tanto de ella. De hecho, muchos consejeros del Eibar ni la conocían. «No me sorprendió que lo fichara el Athletic. Además, un día se le escapó y me lo contó. Que se iba allí lo sabíamos muy pocas personas y yo era uno de ellos». Capa le pidió que se comportara como lo que era, un amigo fiel. «Me dijo que guardara el secreto y lo hice». «Por mi parte lo sabían mi padre, él y poco más», añade el lateral.

El plan era que no se contara nada durante la temporada, pero Urrutia dio a conocer la noticia en una rueda de Prensa. «En teoría había que esperar todo el año para anunciarlo al acabar mi última temporada en el Eibar», evoca el lateral. «Me quité un peso de encima porque la gente me preguntaba por el futuro de Capa y tenía que decir que no sabía nada», zanja Escalante.

«Se piensa un poco más dar una patada a un amigo». A Capa le encanta Escalante como jugador. «Es rotundo, tajante, de los que siempre da fuerza al equipo y va a por todas». En su primera campaña en el Eibar batió un récord, once tarjetas en sus once primeros partidos. Ahora se ha atemperado y resiste mejor sin ver amarillas.

¿Qué sucederá si debe entrar a Capa? «Se piensa un poco más a la hora de dar una patada a un amigo», resalta el argentino. Eso sí, también advierte que una vez en el campo «todo transcurre muy rápido y no te fijas si el que pasa a tu lado es Capa o Iturraspe».

«He ido media docena de veces a ver al Athletic». Escalante es uno de esos jugadores muy futboleros. Cuando las circunstancias lo permiten se presenta en San Mamés a ver a su amigo Capa. «He ido media docena de veces al campo del Athletic, tanto con mi padre como con mis amigos». A la cuadrilla de Escalante y Capa les encanta el templo rojiblanco.