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Con la sana envidia de no poder estar en la situación en la que viene el Mirandés, el Eibar tratará de cumplir el objetivo más ... ambicioso que tiene en su mano, que no es otro que seguir escalando posiciones, pero sobre todo dar de comer a esa pasión que la afición armera recuperó tras la llegada de Beñat San José al banquillo eibarrés a mediados de febrero.
Tras acumular diez partidos sin perder, la escuadra azulgrana quiere aprovechar su regreso a Ipurua para redondear su última racha de cinco empates consecutivos con un triunfo que le permita por fin rebasar la barrera de los 50 puntos, aunque para lograrlo tendrá que cortar las alas de un conjunto rojillo que quiere poner el broche de oro a su histórica campaña logrando el billete que le permita luchar por el ascenso a Primera.
Un duelo casi fraternal (hoy, 18.30 horas) en el que los eibarreses defenderán su honor con la misma idea ofensiva que el técnico donostiarra ha implantado desde que sustituyó en el cargo a Joseba Etxeberria.
De ahí que no sorprendería que volviera a utilizar la misma hoja de ruta con la que arrancó en su última cita en Tenerife, donde le gustó lo que vio en el arranque, aunque no tanto lo que fue sucediendo en una segunda parte, en la que acabó cediendo el séptimo empate por las tres victorias que atesora ante el Cartagena, Almería y Huesca como técnico armero.
De esta forma, Nolaskoain, Sergio y Matheus volverían a conformar un tridente en la medular que estaría escoltado de nuevo por Corpas y el autor del gol inicial armero en el Heliodoro, Jon Guruzeta, con Bautista como principal referente ofensivo.
Las alternativas ofensivas que tiene en su mano también le pueden llevar a devolver la titularidad a Jorge Pascual, o bien apostar ya sea por Javi Martínez o por Iván Gil, toda vez que Xeber Alkain y Toni Villa no parece que vayan a recuperarse a tiempo de sus respectivos problemas físicos.
Enfrente se encontrará con un Mirandés que viene con la moral reforzada tras su flamante triunfo en el derbi burgalés disputado en Anduva (2-1) , pero sin olvidar que venía de una dinámica de tres derrotas y un empate que amenazaban con descabalgarle de las posiciones cabeceras que viene ocupando desde hace meses.
Pese a la espléndida temporada que están realizando, los rojillos necesitan aprobar de una vez por todas su gran asignatura pendiente en este 2025, en el que aún no saben lo que es ganar a domicilio.
Y en este sentido, las aficiones de los dos equipos pueden jugar un papel fundamental, porque de todos es conocida la fortaleza mental que los seguidores armeros trasladan a los jugadores a poco que les hacen vibrar. También es del todo comprensible la ilusión que acompaña a la marea rojilla que invadirá las calles de Eibar ante la hazaña que su modesto equipo tiene a tiro conseguir en estos cinco últimos partidos que restan para la conclusión del campeonato regular.
A la espera de lo que ocurra esta tarde, poco a poco ya se van clarificando las fechas y los horarios de la agenda de la recta final y, el Eibar supo ayer que, tras la visita que llevará a cabo el próximo lunes al Granada (20.30 h.), el siguiente sábado, día 17, recibirá al Burgos en Ipurua (16.15 h.).
Después, tan solo quedará el duelo que supondrá la despedida en casa ante el Córdoba, previsto para el fin de semana del 24 y 25 de mayo, así como el cierre liguero, que se producirá en la sede del Levante, el Ciutat de Valencia, el 1 de junio, probablemente en horario unificado.
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