Última de la Feria y primera 'chula de banderillas'
Hasta ayer ninguna mujer había entregado en plaza alguna los garapuyos a un torero de plata. Lucía lo hizo. A 'El Pirri'
Es biznieta, nieta e hija de gente del toro. Donostiarra. De la Real. Su bisabuelo, Secundino, llevaba a su nieto Quique al Chofre. A ver ... al hijo del uno y al padre del otro picar buenos toros. El abuelo de Lucía se llamaba también Enrique, fue corredor del encierro de Pamplona. Y luego pastor en Estafeta. Habrá sido uno de los pocos varilargueros que se sacó el carnet de tal sin haber aprendido a montar a caballo. Debutó en El Chofre en 1971. El Cordobés dio la 'espantá aquella tarde y él, picador de reserva, tuvo que clavarle la puya al toro de El Viti.
El padre de Lucía, aquel niño que iba a los toros con Secundino, ha sido el 'chulo de banderillas', también llamado 'servidor de banderillas' de Illunbe desde el momento de su inauguración en 1998. ¿Misión? Entregar los rehiletes, los garapuyos, los 'avivadores', los 'palos', los 'alegradores' a los toreros de plata. Desde el callejón. Sin subirse al estribo. Solo con el brazo. Aquí, como en todas las artes del toro, el juego de muñeca es imprescindible.
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En todas las plazas de Primera el servidor de banderillas tiene un ayuda. En Illunbe no había. Hasta ayer. Y por primera vez desde que el 'Licenciado de Falces', noble, navarro y retratado por Goya, empezó a clavarlas con las dos manos en el XVIII, ninguna mujer había asumido labor tan seria y necesaria. No ha habido 'chula de banderillas' ni siquiera en la copla donde sí aparecen ganaderas, madres y sufrientes amantes de matadores galanos. Chula, no. No la hay ni en la Monumental de México ni en la Monumental de Las Ventas. En Illunbe, sí. Desde ayer. Ejercerá su trabajo en la tamporada de 2020. Pero ayer fue su prueba de fuego. Y cuando su padre se retire, asumirá totalmente su responsabilidad.
Se colocó entre los tendidos 1 y 10 (Kike en el 3 para cubrir así todo el redondel de la plaza), se acordó, emocionada, de su abuelo; soñó que allá donde esté se sentiría orgulloso de ella. Recordó que le gusta El Juli, que le dio buenas 'vibras' el toreo valiente de Leal, citó un gran par de Iván García, de la cuadrilla de Pablo Aguado, a un Garcigrande, se protegió en la pequeña empalizada reservada al alguacilillo e hizo historia. Primera Chula de Banderillas. De aquí a Monterrey. Y más allá. Esa misma tarde, la última de la Feria de 2019, dos mujeres asumieron la representación de la Presidencia en la arena. Dos alguacilillas, dos, para abrir plaza y cerrar temporada.
Diego como Luis David
En la última de Illunbe hubo destellos de torería y más de un toro sin movilidad alguna, auténticos 'mármoles' con los que la faena ligada , precisa y puede que preciosista era imposible. En la última estuvo en el tendido 6 un banderillero de Azpeitia, Asier Campos, hermano de ese Igor Etxaniz que fue rejoneador y hoy abre a caballo muchas plazas con solera. Ha estado Asier en la cuadrilla de Adrien Salenc, que acaba de recibir la alternativa, y gusta de torear en Francia porque, curioso, se cobra al acabar la novillada. Y no como en otros lugares y con algún apoderado de otras nacionalidades...
En la última se hablaba aún de los espacios y los tiempos del toreo de El Juli, de las hechuras del toro 'Halcón', de las maneras de otro 'Chulo', el de Domingo Hernández. Y de cómo Luis Adame pidió el viernes a la banda que no tocase música pues estaba a punto de acabar su faena a 'Ropa Nueva'. Lo exigió cortante pues se acercaba el momento de la suerte suprema. Se arrepintió pronto de su rudeza y les brindó a los músicos la faena de su sexto, 'Legionario'. Al cabo de una tanda de naturales, la banda, emocionada, le dedicó un pasodoble. Sin esperar a que la Presidencia les diera permiso...
En la tarde de ayer también Urdiales les paró la tuba, los trombones y el clarinete a los de la banda. No era no 'Valorado' toro chulo. Ni para la música ni para la historia. Más lo fue, si caso, el cuarto, 'Absurdo'.
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