San Sebastián
Ni residuos ni incivismo, los sacos de arena que protegen el pecio de Ondarreta asomanLa estampa de este lunes a la mañana en la parte más occidental del arenal ha llamado la atención de los donostiarras
Este lunes por la mañana más de un ciudadano se habrá llevado las manos a la cabeza al pasear por la playa de Ondarreta y ... comprobar que la parte más occidental del arenal, la más cercana al Club de Tenis, estaba llena de sacos de obra. Muchos habrán pensado que algún desalmado ha arrojado a la playa residuos de obras o de construcción. Nada más lejos de la realidad. Todo es legal y está reglado. Los sacos están llenos de arena y sirven como protección del pecio que se encontró en ese punto de la playa en septiembre del año pasado, un mes después de que aflorara la cuaderna o 'costilla' de otra embarcación plana.
Hace poco más de un año lo que se descubrió en Ondarreta fue el casco enterrado de un antiguo velero de 14 metros de eslora que transportaba mineral de hierro desde Bizkaia. Con una muestra de roble obtenida del casco, se dató por dendrocronología el último anillo de crecimiento presente en el año 1425. El barco conservaba parte del lastre de piedra y restos de mineral de hierro que llevaba en su carga. Se determinó finalmente que se trataba de un velero medieval ágil y ligero que se empleó para el transporte de mercancías.
Ante la dificultad para sacar la embarcación de la arena –está ubicada en la zona intermareal y por tanto hay muy pocas horas para actuar antes de que el mar la inunde de nuevo–, la Diputación Foral de Gipuzkoa decidió mantenerla en su posición. «No hay un sitio que garantice mejor su conservación que aquel en el que se varó», indicó entonces la arqueólogo foral Mertxe Urteaga. Una vez realizada la investigación se volvió a cubrir los restos de la embarcación con sacos de arena, los que se han visto este lunes.
Los sacos no se tocan
El Servicio de Patrimonio del Departamento foral de Cultura realizó este pasado mes de julio una inspección para revisar si la protección colocada el año pasado sobre el pecio, a base de sacos, había funcionado. Los técnicos observaron que aunque había una pequeña parte que precisaba de refuerzo y de completar la montera de sacos, reforzamiento que se llevó a cabo con la incorporación de unos pocos sacos más, el método de conservación que se diseñó había funcionado a la perfección.
Es decir, esos sacos de arena se van a mantener tal y como están, e igual que las mareas de estos últimos días los han aflorado, los volverán a tapar. Así lo han confirmado este lunes por la mañana fuentes forales a este periódico.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión