Plaza Gipuzkoa 2 ultima su rehabilitación con 13 de los 15 pisos de lujo ya vendidos

Construido originalmente en la segunda mitad del siglo XIX y con un grado C de protección en el catálogo municipal de patrimonio, el edificio ha sido vaciado y reconstruido por dentro conservando sus fachadas exteriores. La inversión total de la promotora Culmia asciende a 22 millones entre la compra de la parcela y la obra.

Los pisos cuentan con superficies entre 85 y 250 metros cuadrados y tipologías de 2, 3 y 4 habitaciones, con garaje y trastero. Se han comercializado con precios que van desde los 850.000 y los dos millones de euros. Uno de los dos que aún no han encontrado comprador se sitúa en la planta bajocubierta, tiene dos habitaciones, 107 metros cuadrados y se ofrece por algo más de un millón de euros más IVA.

A las viviendas no les falta detalle y están equipadas con la última tecnología: calificación energética A, sistema de aerotermia individual para agua caliente y calefacción, ventanas con doble acristalamiento bajo emisivo, ventilación de doble flujo con recuperación de calor, suelo radiante, control domótico de iluminación, ventilación, climatización y alarmas, pavimento en madera de arce con tratamiento antihumedad, ascensores electromecánicos de última tecnología y sonoridad reducida, puerta principal acorazada, tabiques de separación con doble estructura, chapa de acero de seguridad y aislamiento térmico-acústico intermedio, cocinas y baños equipadas con materiales de «alta calidad», portales solados, revestidos y acabados con «materiales nobles» y zonas comunes dotadas con iluminación led y sensores de presencia.

El director territorial de Culmia, Javier del Castillo, explica que en la reforma se están cumpliendo las restricciones de intervención establecidas en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc), manteniendo «la herrería de balcones y las persianas de librillos», incluso adaptando la entrada al garaje por la fachada de la antigua tienda de Muebles Eceiza, que conservará sus características piezas de mármol rosa.

Según se recoge en el documento, fue José Eleuterio de Escoriaza el encargado de realizar el proyecto de plaza porticada en este enclave del Ensanche en torno a un edificio monumental, el Palacio de la Diputación. Los edificios de la plaza Gipuzkoa se construyeron entre 1867 y 1882 en un neoclásico isabelino con una ordenación unitaria de fachada para diferentes casas entre medianeras en tres lados de la plaza. El proyecto de Escoriaza contemplaba el cierre de las entradas mediante arcos que finalmente no se construyeron, aunque sí sus arranques. Los edificios constan originalmente de planta baja, entreplanta, tres pisos superiores y bajocubierta. El número 2 cuenta con una intervención de recrecido de la cubierta de 1923 cuya sección se inserta por ser «expresiva de la original».

Tipológicamente, el conjunto se compone de viviendas entre medianeras con unas medidas aproximadas de 11 metros de fachada y 19 metros de fondo, con una vivienda por planta más un patio interior, excepto en los edificios de esquina. Su estructura está compuesta por muros de carga más pilares y forjados de madera. La fachada está construida mediante sillería en la planta baja y en las esquinas, mientras que en el resto es de mampostería revocada. La calidad del conjunto viene dada principalmente por el sistema de proporciones de los huecos y el equilibrio entre las franjas verticales y la horizontalidad de los balcones, destacando como elemento «más refinado» el orden dórico de la planta baja.