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Liebre de mar avistada ayer en la bahía de La Concha Motoras de la Isla

Una liebre de mar en la bahía de La Concha

Avistan un ejemplar en la superficie, algo poco habitual en esta especie que habita en aguas poco profundas y se alimenta de algas

Jueves, 10 de julio 2025

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¿Qué es eso negro que flota en el agua? La tripulación del Aitona Julián IV que esperaba esta tarde en el puerto de Donostia para comenzar sus paseos por la bahía se vieron sorprendidos por un extraño animal que aleteaba en la superficie cerca del barco. Acostumbrados a ver delfines en sus excursiones, desde Motoras de la Isla explican que «nunca» habían observado esta pequeña criatura que cuando nada parece volar. Se trata de una liebre de mar. También conocido como 'aplysia', este molusco gasterópodo pertenece a la misma familia que las lapas. Aunque curiosamente no tiene una concha externa como es habitual en estas especies, sino que es interna. Desde el Aquarium de San Sebastián indican que se trata de un animal común en la zona, pero «lo que puede sorprender es que se observase tan bien y tan cerca de la superficie», explica el biólogo de museo donostiarra Víctor Álvarez Urain.

Según el experto, este molusco habita aguas poco profundas de hasta 25 grados de temperatura porque es donde crecen las algas que le sirven de alimento. «Probablemente estuviera comiendo», comenta sobre el ejemplar avistado ayer en San Sebastián. Las temperaturas del mar en la playa de Concha han alcanzado récords este junio, registrando las cifras más altas desde que existen registros (1947) y según las mediciones que diariamente realiza el propio Aquarium, con una máxima de 23,4ºC el pasado día 28, lo que convierte a la bahía en un buen hábitat para la especie. «En el puerto, sobre todo en la zona de la rampa crecen muchas algas y probablemente el animal estuviera disfrutando de la abundante fuente de comida que tiene aquí debido a la temperatura del agua», detalla.

Aunque la sorpresa ha sido verlo «tan de cerca» y en la superficie, Álvarez aclara que la inusual estampa «no significa que el animal estuviera en peligro». No solo el animal en sí. también la forma en la que se mueve por el agua resulta curiosa, con dos aletas que se abren y se cierran sobre su propio cuerpo. El biólogo explica que el hecho de que parte de las aletas salgan del agua no supone ningún peligro para el animal ya que «mientras las branquias que se encuentran en la piel de su espalda estén cubiertas por agua, no hay riesgo de asfixia».

Como curiosidad, añade que las liebres de mar «sueltan una tinta púrpura similar a la de los calamares para camuflarse si se sienten en peligro».

Aunque no representen ninguna amenaza para los humanos, el científico desaconseja tocarlas porque son muy sensibles al tacto. «Es un animal en su hábitat natural, por lo que no se debe molestarle», subraya.

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