La imprudencia de una familia de turistas extranjeros en las rocas del Paseo Nuevo de San Sebastián

San Sebastián es un destino privilegiado para los turistas. Y es que a su inigualable skyline, Donostia añade multitud de actividades, grandes eventos de ocio y una oferta gastronómica sin igual para todos aquellos que optan por visitar la ciudad en compañía de familiares y/o amigos. Eso sí, siempre dando por hecho que lo hacen con un mínimo de prudencia y civismo… a diferencia de lo que presumió una familia de turistas extranjeros este martes cuando recorría el Paseo Nuevo. Y es que un padre cometió una imprudencia que le pudo salir muy cara (y no sólo a nivel económico) cuando optó por bajar a las grandes rocas que protegen el litoral de las olas. Lo hizo, además, en compañía de sus hijos, dos de ellos de muy corta edad, con el consiguiente riesgo de caída.

La familia de turistas paseaba a media mañana tranquilamente por el Paseo Nuevo de donostia cuando al parecer en un momento dado pensaron en inmortalizar el momento con una foto. Fue entonces cuando el padre decidió saltar el pequeño muro del paseo y bajar a las grandes rocas que lo rodean en compañía de tres de sus hijos: uno aparentemente rondaba los 12 años mientras que los otros dos, mucho más pequeños, contaban en torno a tres y seis años respectivamente. La más pequeña de la familia, de apenas un año, se quedó observando la escena desde el mismo paseo, junto a su madre y una mujer más mayor que parecía ser su abuela.

La decisión de esta familia extranjera que se acercó a San Sebastián resultó de lo más imprudente, una auténtica temeridad, ya que los padres no parecieron valorar los riesgos que podía haber supuesto una posible caída desde una considerable altura en esta zona de difícil acceso. Por si fuera poco, los niños pequeños parecían andar a sus anchas por las rocas, sin la debida vigilancia del padre, tal y como puede apreciarse en un vídeo compartido por Mikel Gasca en X (antigua Twitter).

La pequeña excursión de la familia de turistas tocó a su fin cuando dos agentes de movilidad que transitaban por la zona se percataron de la irresponsabilidad y les llamaron la atención por su evidente imprudencia. Es más, uno de ellos bajó a las rocas para ayudar al padre a recoger a sus hijos, para así dejarlos ya a salvo en el Paseo Nuevo. El episodio no fue a mayores y la familia pudo continuar con su jornada de turismo por San Sebastián. Esta vez la imprudencia no les salió muy cara, y no precisamente por la importante sanción que podrían haberles impuesto…

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