Una donostiarra señala el problema que sufre en la universidad: «Tenemos que estudiar en abrigo»
Explica que durante el invierno la biblioteca Carlos Santamaría de la UPV en San Sebastián alcanza temperaturas por debajo de los quince grados
Una estudiante de la UPV en San Sebastián ha señalado el problema que sufren los alumnos de la universidad pública en el campus donostiarra en relación a las bajas temperaturas y frío que hace en la biblioteca Carlos Santamaría que les obliga a estudiar en abrigo.
A través de un breve texto dirigido al apartado Sirimiri de El Diario Vasco, esta donostiarra comenta que lleva estudiando dos años en la UPV/EHU, tiempo en el que acude habitualmente a la biblioteca que llega a alcanzar temperaturas por debajo de los quince grados en estas fechas.
«Normalmente hace frío, no se está a gusto estudiando. Pero esta pasada semana, después de las vacaciones, nos hemos quedado congelados. Hay un termómetro que indica la temperatura de la sala y ponía que hacía 17 grados o así, pero un amigo miró en su aplicación del móvil y marcaba 14. No se podía estar, de vergüenza», lamenta.
En contacto con el buzón de los lectores donostiarras, la estudiante señala que durante la segunda semana de enero tuvieron incluso que ponerse el abrigo en el interior del edificio para poder soportar el frío. «Hemos estado así tres días. El viernes 10 de enero ya se estaba algo mejor pero hacía 16 grados. Así no podemos estudiar, la gente estaba con el abrigo puesto. No me parecen condiciones para estar estudiando», comparte la estudiante.
Una situación que argumenta ya ha ocurrido en años anteriores sin encontrar solución por el momento: «El invierno pasado pasó lo mismo, no es algo puntual. Y nos hemos quejado alguna vez, pero no hacen nada».
«Además hay un montón de cubos repartidos por toda la biblioteca para recoger el agua de las goteras. Y estanterías que están tapadas con plásticos con los libros debajo, me imagino que para que no se mojen. Es un edificio que tiene pocos años y está muy deteriorado. Es una pena porque el sitio es bonito y se podía estar muy bien, pero da pena ver lo mal que está. La semana que viene, que van a bajar las temperaturas, igual vemos pingüinos dentro», concluye.