Los delitos en la Semana Grande de San Sebastián bajan un 30%
Las agresiones sexistas fueron cinco, por las siete de la Aste Nagusia de 2018
jorge f. mendiola
Jueves, 22 de agosto 2019, 16:42
La Semana Grande de San Sebastián ha sido más tranquila que el año pasado, al menos en lo que a la delincuencia se refiere. ... Los delitos durante los siete días de fiesta cayeron un 30,75% respecto al mismo periodo de 2018, un dato que viene a confirmar el acierto del dispositivo policial desplegado en las calles de la ciudad.
Casi todas las tipologías registraron descensos o como mínimo se mantuvieron. Las únicas excepciones fueron los daños en vehículos, que pasaron de seis a once casos, las amenazas e insultos (de una a cuatro denuncias), los delitos contra la seguridad vial (de ocho a once) y los malos tratos en el ámbito familiar (de cuatro a cinco).
En total se contabilizaron 349 delitos, frente a los 504 de la Aste Nagusia anterior. Los más numerosos volvieron a ser los hurtos (231), cifra que queda lejos de los 356 de 2018. Este es uno de los retrocesos más acusados, un 36%. Los hurtos de bicicletas cayeron a menos de la mitad (de doce a cinco), si bien el volumen de denuncias es residual en comparación con el de los hurtos de otro tipo de enseres, principalmente teléfonos móviles, bolsos y carteras.
Por su gravedad y la alarma social que generan, los delitos contra la libertad sexual merecen un capítulo aparte. Si el pasado año fueron siete los registrados, en esta Semana Grande han bajado a cinco, lo que supone un descenso de un 28%. De ellos, tres se refieren a tocamientos y de los dos restantes, uno fue el intento de violación a la socorrista de la playa de La Concha. El otro, la violación consumada de la joven que no recordaba bien cómo había regresado a Donostia, se produjo fuera del municipio, en concreto en Zarautz, por lo que oficialmente no se incluye en el resumen delictivo de la Aste Nagusia aunque sí se originó en sus espacios festivos. El hombre de 39 años con el que la víctima se desplazó hasta la localidad costera fue detenido días más tarde.
En el balance conjunto de Guardia Municipal y Ertzaintza no constan las seis denuncias que el colectivo Donostiako Piratak recibió en su recinto y que les llevaron a suspender las actividades programadas para el miércoles 14.
Los robos en el interior de vehículos también experimentaron una bajada importante, de veintidós a catorce, es decir, un 36%. Y los casos de robo de vehículos pasaron de siete a tres, menos de la mitad. También se registró un robo en una vivienda (dos en 2018), una estafa (tres un año antes), dieciséis robos con intimidación o violencia (por los diecisiete de hace doce meses), siete casos de resistencia o agresión a agentes de la autoridad (ocho el pasado ejercicio) y doce agresiones a particulares (trece en la anterior Semana Grande).
Se mantienen invariables en términos cuantitativos los delitos de daños a la propiedad (nueve), el tráfico de drogas (uno) y las denuncias englobadas bajo el epígrafe de otros robos con fuerza (cinco). El capítulo de otros delitos, donde se incluyen los casos de apropiación indebida o tenencia de billetes falsos, pasó de veintidós a nueve. Y no hubo que investigar ninguna desaparición de personas.
El número de detenidos por todos estos delitos cayó de 46 a 37, mientras que el de personas investigadas subió de diecisiete a veintidós. Según los datos cruzados de Guardia Municipal y Ertzaintza, que trabajaron en coordinación durante las fiestas, el domingo –incluyendo la noche del sábado del cañonazo inaugural– fue el día de mayor delincuencia, con 80 delitos denunciados (122 en 2018).
Balance positivo
El concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Martin Ibabe, valora positivamente los datos de delincuencia de la Semana Grande. «Que desciendan los delitos siempre es una buena noticia porque viene a demostrar que los dispositivos policiales que se habían preparado han surtido efecto. La mayor presencia de efectivos policiales ha sido agradecida por la ciudadanía, da sensación de mayor seguridad y tiene carácter disuasorio y preventivo».
El delegado del PNV explica que «tener permanentemente 200 agentes en la calle, sobre todo controlando las zonas de mayor afluencia, ha evitado los comportamientos delictivos. Además, también se controlaron las rutas de vuelta a casa habituales con vigilancia policial constante».
Ibabe subraya que el caso del joven que el viernes por la noche recibió un navajazo durante una pelea es un «ejemplo de la efectividad» de tener agentes casi en cada esquina: el agresor fue detenido al momento porque había una patrulla de la Guardia Municipal en la calle de al lado.
El número de efectivos se incrementó respecto a años anteriores y en la zona de las terrazas del Kursaal, donde en 2018 se registraron varios casos de agresiones sexistas, se desplegó un dispositivo especial. El resultado es que en este recinto bajó el número de delitos en términos generales y ninguna de las denuncias por agresiones sexuales o tocamientos se produjo en este espacio, cuando el año pasado casi todas fueron en esa zona. «Estamos contentos porque el dispositivo funcionó, aunque debemos seguir mejorando ya que siempre hay cosas que mejorar. Que los delitos vayan a la baja significa que el trabajo realizado está dando sus frutos y que la coordinación entre Guardia Municipal y Er-tzaintza es efectiva», argumenta.
La Disko Festa se identificó el pasado año como un espacio «con carencias de seguridad», por lo que para esta edición se reforzó la iluminación con focos que alumbraban no solo el paseo sino también gran parte de la arena de la playa. También había vigilantes en los accesos al recinto, con un control exhaustivo para evitar que entrara nadie con armas blancas, botellas de cristal, drogas o alcohol. «Es uno de los aciertos de esta Semana Grande», añade.
El responsable de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento avanza que «ahora, con todos estos datos, tenemos que sentarnos y valorar cuáles deben ser los próximos pasos a dar para intentar reducir aún más el número de delitos en la próxima Aste Nagusia».
Ibabe lamenta que se produjeran agresiones sexistas «porque solamente una ya es mucho», si bien advierte de que «a veces, ya no es cuestión de presencia policial, sino también de concienciación social». Por ello pone en valor que en dos de las denuncias por tocamientos las víctimas recibieran ayuda por parte de dos personas, en este caso dos hombres, que al ver lo ocurrido no dudaron en acercarse a auxiliarlas. «Este gesto significa que la concienciación es cada vez mayor y que la ciudadanía entiende que poner freno a esta lacra es una labor de todos y que todos debemos ayudar a erradicar este tipo de comportamientos de nuestras fiestas y calles», señala, al tiempo que recomienda denunciar todos los casos porque «los cuerpos policiales están para eso».
El edil jeltzale concluye que «siempre habrá delincuencia, eso es inevitable, pero cuanta menos haya y más se ataje en el momento, con detenidos si es posible, mejor para todos».
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