«La danza implica disponer de tu cuerpo de manera antinatural»
Agustín Alzaga Martínez ·
A los 6 años les dijo a sus padres «quiero bailar». A los 32 ha bailado. Y bailaBailarín. Empezó en Irun, con una profesora a la que no olvida, Sonia del Barrio. Se tituló en la Escuela Profesional de Danza de Castilla ... y León. Se inició en Dantzaz Konpainia. Al poco le fichó el Ballet Teatro de Torino (BTT). Volvió aquí. Trabajó con gente tan interesante como Oihana Varela, Miren Lizeaga o los creadores del grupo Node, con quien creó la coreografía 'El. LLA'. Ha filmado videodanza y bailado entre plásticos. Firmado trabajos como 'Fetopia'. Da clases a amantes del baile y a bailarines en formación en Studio 84 (30 números más allá del 54 neoyorquino pero en la calle Errotaburu, entre el Pepe y el Danena) y está tomando el relevo de Kontxi Aldabe en intensas sesiones de gimnasia.
– ¿Dónde estás ahora, hoy, domingo 17 de marzo, festividad de San Patricio?
– En Burgos. En el Orbe.
– ¿Dices Orbe porque la ciudad del Cid, la catedral y el barrio Gamonal forma parte de eso, del orbe, del cosmos?
– También, pero en este caso lo digo porque Orbe es el nombre del Certamen Nacional de Danza, donde los bailarines de Studio 84 y yo presentamos 32 piezas.
– ¿¡32!? ¿Has dicho 32?
– Sí. Ha sido un trabajo impresionante, explosivo y apasionante de todos nosotros, alumnas, alumnos, bailarines en formación.
– Danos algún título, aunque siempre quedarán otras 31 piezas sin mencionar...
– El de un cuarteto, 'Hamen', basado en un temazo de Neomak.
– ¡Las siete pandereteras modernistas, divina/infernal evolución de las Sorginak que escoltaron a Kepa Junkera!
– Las mismas. ¿Te sabes la letra? (...) 'Nik zu eder ikusten zaitut baina arauak hala omen dira. Ilea askatu, gona altxatuta lotsaz beherantza tira. Bekaturik handiena ote da norberarekiko desira?' (...). Hemos intentado recrear un akelarre con una coreografía potente y de alta intensidad.
«Como el profesor de gimnasia que ahora soy, he tenido que recuperar la postura natural de ese cuerpo para llevarlo a una buena posición»
– Suerte. Oye, antes de que me cuentes qué es un cambré, creo que nos apetece citar a esa gente que te apoya desde los 6 años. Y desde antes, y que te seguirá apoyando después de tus 32.
– Mis padres, por supuesto. Marisol y Agustín. Yo tendría 6 años cuando vi mi primer ballet. Fue una actuación al aire libre. Me maravilló. Volví a casa y solté 'aita, ama, quiero bailar'. No se opusieron. Para nada. Mme llevaron a la Escuela Municipal de Música y Danza. Está también mi hermana Nuria. Mi pareja (de vida y en alguna coreografía, de dúo), Jean-Baptiste. Gente como Adriana Pous y Fernando Sáenz de Ugarte, coreógrafos como Itzik Galili, Judith Argomaniz. Tanta gente...
– Ahora sí, cuenta. En tu muy bien trabajada página web (incluye un vídeo bien interesante filmado para los proyectos Katapulta), tienes una foto imposible en la que se diría que, doblado del revés, te hubieses asomado a una ventana para contemplar a alguien que estuviese en un balcón superior. Eso es...
– Un cambré, sí. Consiste en ese movimiento casi extremo en el que el bailarín(a) flexiona el torso hacia atrás de forma tal que deja su espalda arqueada. Para hacerlo bien tienes que saber alargar la columna y haber fortalecido durante mucho tiempo y con muchos ejercicios el abdomen. El cambré tiene diversas profundidades. Echar la cabeza atrás puede ser ya un arqueado. Pero también lo es cuando te doblas al máximo. Y sí, eso apuntala lo que decimos en el titular, bailar implica disponer de tu cuerpo de forma antinatural total. Y sí, ahora que estoy dando clases de gimnasia, preparando de alguna manera el relevo de Kontxi, he tenido que recordar a mi cuerpo posturas naturales desde las que llegar a la buena posición de sus miembros, columna, tronco.
– ¿En serio que te ha costado colocarte con las piernas rectas a la anchura de las caderas...?
– Y los pies también rectos, apoyando plenamente la planta del pie y no yéndome a subirme en puntas. Mucho. Os diré algo más. En gimnasia usas pesas, balones, cintas. En el baile, en la danza, lo que muchas veces sostienes es el cuerpo de tu compañero(a). Y para eso sí que tienes que ser un gimnasta y estar bien colocado y en la postura correcta. Dicho lo cual, me reafirmo en que el cuerpo de un bailarín es un cuerpo rectificado, imposible.
– ¿Cómo eres como profesor? De danza. De gimnasia.
– Disciplinado, exigo disciplina. Me parece bien que la gente baile o haga gimnasia por placer pero mis clases no son un recreo. Por supuesto, además de sudar segregas sustancias altamente agradables como las endorfinas. Aún así, exijo que la gente, también yo, venga dispuesta a escuchar, a respetar a sus compañeros. Dispuesta a, cada quien dentro de sus límites y objetivos, dar el máximo y lo mejor de sí misma. Puedo ser agradable (creo que lo soy) en mis clases, pero detrás hay un trabajo de investigación, búsqueda, preparación y de saber transmitir lo que yo he aprendido y sigo aprendiendo.
– Te he oído decir que te sientes completo y que has conseguido todo lo que empezaste a soñar cuando tenías 6 años. Me gusta, no soy partidaria de la falsa modestia.
– Tengo 32 años. Lo que quería hasta ahora, lo tengo. A partir de ahora querré y lograré más.
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