El colegio Jesuitak cumple los 90 años
El pulso de la ciudad ·
Fueron los Hermanos de La Salle los que compraron la «agradable finca de Gurutze» en Ategorrieta. El 1 de octubre de 1929 el centro escolar abrió sus clases por primera vez, con asistencia de 90 alumnos; dos años más tarde ya eran 230El 1 de octubre de 1929 comenzaron las clases en el colegio San Ignacio de Loyola de San Sebastián, conocido como Jesuitas, hoy Jesuitak. ... El 90 cumpleaños del centro es un buen momento para mirar atrás. Y conocer los precedentes de esta institución escolar, ubicada en Calzada Vieja de Ategorrieta, 28. Dentro de la herencia europea de la obra de San Ignacio en el siglo XVI, se creó en la Parte Vieja de San Sebastián el Colegio de Nuestra Señora de la Concepción en 1626. «La vida del colegio duró 141 años», se dice en los apuntes históricos recogidos por el difunto jesuita Delfín Mª Arambarri. «En 1767, el rey Carlos III, obligado por un movimiento social europeo, anticlerical y materialista, decretó la expulsión de los jesuitas y cerró todos los colegios».
Tras la revolución francesa y la caída de Napoleón, la Compañía de Jesús volvió a fundar colegios en Europa, uno de ellos en San Sebastián, en la calle Narrika. Pero en 1873, el gobernador de la provincia, de talante liberal -era la época de lucha entre carlistas y liberales- mandó a los jesuitas al exilio. «Muchos de sus estudiantes se trasladaron al colegio de San Bernardo, en Baiona, que era propiedad de los Hermanos de la Salle», explica Jon Arruti, director de Jesuitak.
La agradable finca Gurutze
Tras la clausura de los colegios religiosos en Francia, en 1905, los Hermanos de la Salle trasladaron el colegio de San Bernardo de Baiona a San Sebastián. «Compraron una agradable finca llamada Gurutze, situada en Ategorrieta, en la falda del monte Ulia», dice el director.
El 1 de octubre de 1929 el colegio de Ategorrieta abrió sus clases, por primera vez, con 90 alumnos. Dos años más tarde comenzó el curso escolar con 230.
Pero los acontecimientos políticos incidieron en la normalidad del desarrollo de las clases y el 23 de enero de 1932 se interrumpió el curso. «El Gobierno de la República expulsó a los jesuitas del país, cerró el colegio, se adueñó del inmueble y lo dedicó a otros menesteres», relata Delfín Mª Arambarri.
De hecho, el edificio conocido como 'del reloj' también se conoce como el edificio 'normal', porque durante la República se instaló en el mismo la Escuela Normal de Magisterio, además del centro del mando militar antiaéreo.
Durante cinco años, un grupo de padres de alumnos inscribió en el registro municipal dos nuevos centros, la Academia Donostiarra para adolescentes y la Escuela Donostiarra para niños, ubicados primero en pisos de la ciudad y, finalmente, en una finca del barrio de Gros, Villa Eizaguirre. En abril de 1937, el Gobierno devolvió el colegio a los Jesuitas. En septiembre de ese mismo año, se cerró Villa Eizaguirre, y comenzó la andadura del Colegio San Ignacio hasta loa actualidad, abriendo el curso con una matrícula de 550 alumnos.
En sus primeros 50 años, de 1929 a 1979, se pone en marcha la escuela Profesional Jesús Obrero, para atender a la formación de la juventud orientada al trabajo laboral y se inaugura el frontón cubierto con un festival de pelota a mano, que cuenta con la presencia del campeón manomanista Miguel Gallastegui.
A lo largo de esos años se desarrolla la actividad del teatro como formación cultural, con numerosas representaciones en el antiguo cine del Kursaal. También campamentos de verano en los Pirineos navarros y arranca la Asociación de Antiguos Alumnos.
En 1951 se inscribe en la Federación Guipuzcoana de Fútbol el Club Excursionista Loyola, que en 1982 cambiará su nobre por el de Club Deportivo de Fútbol San Ignacio.
Tamborrada infantil
El 20 de enero de 1961, la tamborrada infantil sale por primera vez y en 1997 será escogida para participar en la fiesta de inauguración del nuevo Kursaal, por ser la tamborrada infantil más antigua en el barrio Gros.
La Escuela profesional cierra sus clases el año 1973 y el edificio se habilita para albergar los cursos de 6º a 8º de la EGB. Al mismo tiempo, en los campos deportivos surge el nuevo club Loyola, que cubrirá el deporte de la canasta.
Tras festejar en 1979, los 50 años de ejercicio educativo, compran la finca vecina, Villa Argentina y, con ello, conforman la superficie definitiva del colegio actual. Su solar está hoy ocupado por el edificio central. En ese mismo año, en 1979, se matriculan niñas en el curso de 1º de EGB de Jesuitak, y el colegio pasa a ser un centro mixto. Toda una historia.
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