Carteles para informar

No hay como tener un amigo que a fuerza de pasar por gruñón y debatir en todas las sobremesas, un buen día empieza a dedicar cada vez más tiempo al paseo. E incorpora ese espíritu crítico tan suyo a la observación urbana, capaz de detectar unas veletas atascadas o unas obras paralizadas. Algo que le preocupa bastante más. Por ejemplo, ¿cuánto tiempo lleva parada la reconstrucción de uno de los edificios de la calle Zubieta, protegida por un vallado blanco y azul (faltaba más), pero de espaldas a cualquier buena imagen de la ciudad para quienes vienen de fuera o para quienes pasean y disfrutan de las calles que tan bien conocen? Puede que ya no exista aquella norma que obligaba a construir en el plazo de dos años en cualquier solar en el que se hubiera demolido un edificio, tal vez nunca existió la obligatoriedad de terminar una obra una vez iniciada, invadida la acera o la calzada y convertido lo que fue un lugar más o menos hermoso en una escombrera. Sí debería regularse, sin embargo, la obligatoriedad de aclarar en un cartel por qué esta o tal obra está paralizada, por qué trabajadores y maquinarias la han abandonado y cuáles son las razones por las que el Ayuntamiento permite el incómodo vallado. Aquello que molesta a la ciudadanía debe ser explicado y no solo en ruedas de prensa, que también, sino en lugares bien visibles en el que ese amigo discutidor y atento que tengo sepa qué ocurre, por ejemplo, en la calle Zubieta y pueda, además, contarlo a quienes pasamos estos días encerrados en una redacción.