PNV-PSE hacen valer su mayoría en el Pleno ante el rechazo de la oposición a la Zona de Bajas Emisiones

Como ya adelantó DV, en la sesión solo se han tratado las enmiendas presentadas por Elkarrekin Podemos, de las que únicamente se ha admitido, por unanimidad, la referente a la inclusión del inglés y el francés entre los idiomas en los que se publicará la información online a la ciudadanía. Tanto EH Bildu como PP registraron sus propuestas fuera de plazo por un «error» -tal y como ha admitido la concejala abertzale Garbiñe Alkiza-, y al negárseles la posibilidad de incorporarlas al orden del día por vía de urgencia, no han llegado a debatirse.

Tras esta aprobación inicial se abrirá un periodo de alegaciones antes de que la ordenanza regrese al Pleno para su refrendo definitivo previsiblemente en noviembre. El delegado de Ecología, Juantxo Marrero, ha explicado que la ZBE entrará en vigor el 1 de enero de 2025 y en su primera fase afectará a los vehículos sin etiqueta ambiental de la DGT, que no podrán acceder a la almendra central comprendida entre el río Urumea, el Paseo Nuevo, San Roque y la plaza Centenario. En la segunda fase, a partir del 1 de enero de 2028, la prohibición de circular por el área restringida se extenderá a los vehículos con etiqueta B.

El edil del PSE ha recordado que habrá excepciones, recogidas en los artículos 7 y 8, como los residentes dentro de la ZBE, y autorizaciones de acceso para vehículos de prestación de servicios públicos, los titulares de garajes o los vehículos de personas que realicen actividades recurrentes en el ámbito. También se permitirá entrar de manera puntual a quienes acudan a talleres de reparación o de urgencia por cuestiones de fuerza mayor, y a los extranjeros en atención a las fechas de las etiquetas ambientales estatales «para que ningún donostiarra se vea más afectado» que un turista. La tramitación de las autorizaciones se realizará mediante declaración responsable, de la forma «más simple posible» y con posibilidad de hacerlo a través de la web municipal.

Las infracciones por saltarse las restricciones ascenderán a 200 euros, con un recargo del 30% para quienes reincidan en un año. En los tres primeros meses de aplicación de la ordenanza, es decir, hasta el 31 de marzo de 2025, las multas que se impongan no tendrán que abonarse.

Marrero respondió a las críticas de la oposición recordando que «debemos evolucionar hacia un modelo de movilidad sostenible y la ZBE es solo un primer paso». La delegada de Movilidad, Olatz Yarza, señaló por su parte que la nueva ordenanza «impactará positivamente en la calidad del aire y servirá para mejorar la vida de los donostiarras».

Los argumentos del gobierno municipal no convencieron al resto de grupos. «Sospecho que el objetivo de PNV-PSE es cumplir el expediente y conformarse con el mínimo que exige la ley», dijo Garbiñe Alkiza, de EH Bildu, mientras que el portavoz del PP, Borja Corominas, tiró de ironía al apuntar que «si con estas restricciones se destroza el comercio, no pasada. Todo sea por el dogma». Víctor Lasa, de Elkarrekin Podemos, calificó la norma de «muy permisiva» y advirtió de que «el 90% de los vehículos podrán entrar al Centro».