El Ayuntamiento urge a la Sade a limpiar y desinfectar el Bellas Artes en 48 horas
La orden de ejecución municipal advierte del «riesgo de incendios» y la necesidad de «garantizar las condiciones de salubridad» en el edificio
El Ayuntamiento ha enviado un requerimiento a la Sade, propietaria del Bellas Artes, para que en 48 horas proceda a vaciar, limpiar y desinfectar ... el interior del edificio. La orden de ejecución urgente, emitida por el departamento de Urbanismo Sostenible, emplaza a la empresa de espectáculos a que acometa la «eliminación de todo tipo de enseres de dicho inmueble para disminuir la carga de fuego y el riesgo de incendios», así como a aplicar un «tratamiento de desinfección al objeto de garantizar las condiciones de salubridad».
La decisión del consistorio se basa en el informe de la arquitecta municipal de septiembre en el que se traslada el estado de «insalubridad absoluta» en que se encuentra el Bellas Artes y que «genera una situación alarmante de falta de seguridad» tanto frente a posibles incendios como frente a «todo tipo de afecciones a la saluda pública por presencia de roedores, putrefacción de restos, sustancias y materiales nocivos, etc.».
Para cumplir este mandato, el Ayuntamiento otorga un plazo de dos días hábiles que expiraría a lo largo del lunes teniendo en cuenta que la fecha de recepción de la orden por parte de la Sade fue el jueves. De este modo, para el martes, el interior del antiguo cinematógrafo deberá lucir un aspecto muy distinto al actual. De no completarse la tarea, el propio consistorio actuará de forma subsidiaria y girará a la propiedad los costes de las operaciones de limpieza y desinfección.
El informe externo encargado al arquitecto Pedro Ponce de León coincide con el de la arquitecta municipal y también advierte de la «gran acumulación» de diferentes restos y elementos vinculados a la actividad inicial del edificio que «aumenta el peligro potencial» de incendio o accidente, puesto que «obstaculizan» los recorridos en el interior y algunos son «altamente inflamables». Habla, además, de un «elevado índice de humedad» provocado por el cierre de los huecos de las fachadas, que no permiten la ventilación, y dice que las instalaciones de luz y agua están «obsoletas», un escenario que favorece las condiciones de insalubridad.
La Sade no ha tomado aún una decisión al respecto. Fuentes de la sociedad avanzaron ayer a este periódico que van a analizar el requerimiento de Urbanismo Sostenible y que agotarán el plazo de 48 horas para hacerlo antes de dar una respuesta en uno u otro sentido.
Multas y expropiación
La emisión de órdenes de ejecución es una competencia de los ayuntamientos recogida en la Ley de Suelo y Urbanismo del País Vasco, que en su artículo 203 les faculta para dictarlas con el fin de forzar a la realización, por parte de la propiedad, de «obras de reparación, conservación, rehabilitación y mejora en toda clase de edificios y construcciones deteriorados o en condiciones deficientes para evitar riesgos a terceros», como es el caso.
La ley establece que las órdenes de ejecución tienen «carácter ejecutivo» y su incumplimiento injustificado habilita a la administración local a adoptar medidas como la ejecución subsidiaria, la imposición de hasta diez multas mensuales por valor máximo, cada una de ellas, de un 10% del coste estimado de las obras ordenadas e incluso la incoación de un expediente de expropiación forzosa.
El Ayuntamiento mantiene un control regular sobre el Bellas Artes porque tiene la obligación de velar por la seguridad. En uno de esas visitas, la arquitecta municipal detectó las deficiencias que ahora han motivado esta orden urgente de limpieza y desinfección. En los últimos años se han emitido otros requerimientos, por ejemplo por el estado de la ya desaparecida cúpula. Los desencuentros y litigios judiciales con la Sade han sido constantes a lo largo de la historia. Mientras, las décadas pasan y la solución definitiva para darle un uso al teatro sigue sin vislumbrarse en el horizonte.
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