El Ayuntamiento de Donostia se compromete a velar por la seguridad de los inquilinos de Gros
El gobierno municipal estará «muy vigilante» durante las obras de reforma de los tres edificios de Naiz Homes
La concejala de Planificación Urbanística y Vivienda, Nekane Arzallus, expresó este lunes el compromiso del gobierno municipal de estar «muy vigilante» durante las obras que ... se anuncian en tres edificios del barrio de Gros propiedad de la promotora Naiz Homes.
Una decena de inquilinos con contrato indefinido en estos bloques denunciaron la semana pasada «presiones» para que abandonen sus hogares, donde llevan décadas viviendo, algo que desde Naiz Homes niegan con rotundidad. Dos de los afectados asistieron este lunes como oyentes a la Comisión de Desarrollo y Planificación del Territorio, donde la delegada del PNV recordó que el jefe de Gabinete de Alcaldía «está en contacto directo» tanto con la propiedad como con los inquilinos y aseguró que «velaremos por que estén en las debidas condiciones de seguridad durante las obras».
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Azora vende la mitad de sus pisos de Donostia
Los bloques afectados por la reforma son Bermingham 1, Zabaleta 55 y Segundo Izpizua 2, cuentan con 75 pisos y pertenecían a Inmobiliaria Vascongada, comprada hace cinco años por Azora. El pasado mes de julio, con las licencias de rehabilitación obtenidas del Ayuntamiento, fueron vendidas a Zurriola Blue Residencial SL, una sociedad vinculada a su vez a Naiz Homes. El proyecto de esta empresa consiste en adecuar los pisos existentes mediante una reforma interior para dar lugar a 85 modernas viviendas de 1, 2 y 3 habitaciones. Este aumento del número de pisos es posible no tanto por la división de algunas viviendas como por la construcción de una planta de levante, donde se alojarán los áticos.
EH Bildu denuncia que a las diez familias que aún viven en los bloques «les han dicho que les van a hacer la vida insoportable»
El edil de EH Bildu Ricardo Burutaran denunció en la comisión que a los diez inquilinos que aún residen en los edificios –con edades comprendidas entre los 69 y 88 años y en su mayoría mujeres– «les han dicho que les van a hacer la vida tan insoportable, un infierno, que al final se van a tener que marchar».
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