Leonor Martín: «Vas de un aquapark a otro y a otro y a otro y a otro; acabas dentro de un bucle»

– ¿Hermanos Díaz?

– La cafetería de toda la vida de mi barrio, en Guzmán el Bueno. Le insuflaron aire moderno y dan unas hamburguesas soberbias.

– ¿A Cuba? ¿Dónde y para qué?

– Al teatro y taller escénico El Ciervo Encantado de La Habana, fundado en 1996 por Nelda Castillo. Me voy con Paula Valero, artista multidisciplinar en cuyas propuestas caben el dibujo, los videos, las instalaciones, la colaboración con comunidades. Ha estado mucho en Tabakalera...

– Presentó, sí, una perfomance impactante, 'Homenajes desobedientes, Las Silvias'.

– Ahora tenemos un plan conjunto. Se llama 'Labor', estamos en pleno jaleo de preproducción y es un proyecto artístico con sedes en París y Bamako. Podríamos definirlo como un laboratorio de reacción ante la urgencia de llevar a cabo una vida sostenible.

– ¿Y a ese hermoso teatro vas como la actriz que eres, como la arquitecta que eres, como...?

– Yo diría que como arquitecta porque voy a ayudar a diseñar y construir una mediateca feminista ambulante en la que Paula activará talleres, acciones y encuentros artísticos. La inspiración sería el típico 'carro de la verdura' cubano que rueda por las calles ofreciendo hortalizas y fruta. Lo cargaríamos de acciones culturales. 'Labor' también nos haría pensar en La Barraca de Lorca, que inspiró igualmente mi idea de crear dispositivos, 'cacharros', que de alguna manera 'okupasen' los solares que en Madrid fueron cines y teatros.

– El Azul. Estrenaron 'Arrebato' y el público acabó en comisaría

– El Rex, el Avenida, reconvertido en uno de los 'stores' más bonitos que la firma H&M nunca soñó que tendría. El Teatro Albeniz, transformado en hotel de lujo. Por cierto, ¿qué pasa con el Bellas Artes de Donosti? ¿No fue uno de los primeros salones del País Vasco pensados únicamente como lugar cinematográfico?

– Lo fue, sí. Para eso lo diseñó Cortázar en 1913. ¿Y qué son esos dispositivos con los que tú pensabas intervenir en solares baldíos o en ruinas (como el mismo Cervantes de Tánger) donde un día echaron películas o representaron farsas?

– 'Dispositivos' fue la palabra que usé en la investigación para mi trabajo universitario. Entre nosotros, 'cacharros'. El tinglado que montaban los cómicos de la legua cuando levantaban su teatrillo en las plazas. Contenedores de esos donde se transportan mercancías en barcos mercantes. Grúas. Aprovechar toda la sabiduría de anclajes y armazones que tienen las gentes del circo para sostener sus carpas... Convertir las ruinas en algo vivo.

– Extraños han de ser a fe mía los vestigios de los Aquaparks, los que están abandonados, motivo de otro de tus trabajos, todavía en marcha. Esta vez, tu cómplice y compañera de exploración es Aida Navarro, profesora tuya en la facultad...

– 'Fin de temporada' le pusimos por título. Se trata de un proyecto de docu-ficción financiado por las Ayudas a la creación Injuve 2019/20 . Ahí soy arquitecta, soy actriz e incluso me he lanzado a un pre-montaje porque me siento incapaz de pasarle a nadie el guión para que edite las imágenes. Lo tengo todo en la cabeza, texto y filmaciones. Por supuesto que necesitaré ayuda profesional al final de la edición pero, con mis conocimientos básicos, en el montaje estoy. Buscaremos también ayuda de los y las mejores para cuestiones de luz, sonido, color. Ten en cuenta que rastreamos los restos de complejos construidos en zonas de mucha luz, mucho sol. Construcciones que empezaron a realizarse en 1985 y forman parte del imaginario de quienes nacimos en los 80. Construcciones acuáticas levantadas en lugares donde ya de por sí había mar o ríos o lagos o costa. ¿Para qué querrías un Aquapark si tienes una laguna al lado?

– ¿Y nos lo preguntas a nosotros, que nos quieren construir una ola artificial para entrenamiento de surf a unos kilómetros de los picos de La Zurriola o Zarautz?

– Tienes razón. El paisaje de los más de 40 aquaparks de la Península Ibérica recuerda mucho a aquel documental titulado 'Homo sapiens', de Geyrhalter.

– El que filmaba nuestros residuos (tan ridículos, obscenos, inútiles) arrinconados al final de la era industrial.

– Justo. Pero al igual que Nikolaus, Aida y yo hemos contemplado cómo la Naturaleza avanza sobre nuestros restos. Vimos aquaparks colonizados por libélulas rojas, ranas, árboles. Me gustaría mostraros todo eso un día. En Donostia. En el mismo MediaLab de Tabakalera. ¡Qué lugar! Me maravilla pensar cómo habrán sido las mujeres que trabajaron allá cuando fue Fábrica de Tabacos.