Goia avanza que el acuerdo por los cuarteles de Loiola está a falta de «una última reunión»
La comisión negociadora entre el Ayuntamientoy el Ministerio de Defensa cuadra agendas para un encuentro que el alcalde confía en que sea definitivo para cerrar la compraventa del terreno
El acuerdo entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa para la compraventa de los cuarteles de Loiola está pendiente de «una última reunión» que ... podría ser la definitiva. Así lo anunció este martes el alcalde, Eneko Goia, al ser preguntado sobre el asunto en su comparecencia semanal tras la Junta de Gobierno Local.
Hace una semanas, el regidor donostiarra ya informó de que ambas instituciones se encontraban «en la cocina» de un entendimiento y que confiaba en que este mismo mes pudiera resolverse. Ahora, los equipos negociadores buscan cuadrar agendas para cerrar los detalles de la enajenación de los terrenos del Ejército, algo que, dadas las fechas, sucederá ya probablemente en el mes de abril.
Los datos
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Superficie 171.024 metros cuadrados en la margen derecha del río Urumea.
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Ejército El Regimiento de Infantería Tercio Viejo de Sicilia lleva 300 años en Donostia y se instaló en Loiola en 1926.
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El desarrollo
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Viviendas Se estima que en el ámbito podrían construirse alrededor de 1.700 pisos, entre libres y protegidos.
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Puentes Se derribará el de Alfonso XIII y se sustituirá por uno nuevo, aunque es previsible que el futuro barrio necesite un segundo puente.
El objetivo del gobierno municipal es hacerse con la propiedad de estas 17 hectáreas de suelo para impulsar el desarrollo urbanístico de la vega del río Urumea. En este nuevo ámbito urbano se prevé la construcción de alrededor de 1.700 viviendas. El precio a pagar por el consistorio dependerá, entre otros factores, del porcentaje que se destine a pisos protegidos.
La comisión técnica que negocia la operación ha avanzado en cuestiones como definir los límites de la propiedad, la superficie construible total y otros detalles sobre plano. También ha hablado con URA para saber qué terrenos habrá que dejar sin urbanizar o qué curvatura habrá que dejar al cauce del río para evitar inundaciones. Parece claro es que el actual puente que conecta los cuarteles con el barrio de Loiola -llamado de Alfonso XIII- deberá ser sustituido por uno nuevo para eliminar el obstáculo hidráulico que suponen las pilas en el cauce del Urumea.
Es previsible que, en función de la ordenación que se realice en el futuro, el nuevo barrio requiera de un segundo puente para conectar con Loiola. También está previsto que el ámbito resultante tenga nuevas conexiones con Intxaurrondo.
Hay que recordar que la venta de los terrenos de los cuarteles al Ayuntamiento fue la principal demanda que pactó el PNV en el Congreso durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado del pasado año. Lo hizo a través de una enmienda parcial a las Cuentas que el Gobierno de Pedro Sánchez finalmente aceptó el 24 de noviembre de 2020. La enmienda era muy clara: «El Gobierno culminará, durante el ejercicio 2021, la enajenación al Ayuntamiento de Donostia de los terrenos que en la actualidad ocupa el acuartelamiento de Loiola». Pero, como ocurre tantas veces en este tipo de negociaciones, los avances logrados en el último trimestre del curso no fueron suficientes para que el pacto se cerrara en el plazo establecido inicialmente.
Treinta años de espera
Hace unas semanas, Goia fijó un nuevo plazo hasta el 31 de este mes, es decir, mañana, pero tampoco parece factible que la solución vaya a conocerse para entonces. En cualquier caso, el propio alcalde ya señaló en una entrevista en este periódico que «después de treinta años esperando, tampoco pasaría nada si la negociación se alarga tres meses más».
Lo sorprendente es que, por el momento, en la negociación entre el Gobierno y el Ayuntamiento no se ha tratado un posible emplazamiento alternativo de los actuales cuarteles de Loiola, porque Defensa no ha puesto el tema sobre la mesa. Hace un año, cuando se conoció el acuerdo para enajenar los terrenos, el ministerio apuntó como posible alternativa al solar que ocupa la Hípica de Loiola -también propiedad del Ejército-, que antes del 30 de junio deberá ser desalojado por sus actuales usuarios. Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso insisten en que la parcela sería insuficiente para este fin y ahora mismo no hay ninguna propuesta para buscar otro emplazamiento dentro del municipio donostiarra.
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