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Una zona en plena transformación con Tabakalera por un lado y la estación de autobuses por otro. Se inaugurarán este año.

Una agenda repleta de retos para San Sebastián

La ciudad se enfrenta en este año electoral a la puesta en marcha de Tabakalera o el paro

ANA VOZMEDIANO

Miércoles, 7 de enero 2015, 00:34

Último año de esta legislatura y primero de la próxima, la que concluirá en 2018. Se trata del ejercicio definitivo para apuntalar lo que será la capitalidad cultural de 2016 y el momento para la inauguración de la estación de autobuses de Atotxa y del edificio cultural de Tabakalera. Esperan también las obras de Txomin y las de Martutene e Illunbe sigue a la venta en una ciudad en la que el desempleo sigue muy presente. Así se pintan de un primer brochazo los retos que Donostia tiene para este 2015 recién estrenado y que, ¡cuidado! es año electoral.

Las elecciones de mayo. Los partidos se enfrentan a unos comicios que parecen, a priori, más reñidos que nunca. Juan Karlos Izagirre se enfrenta al reto de repetir su entonces inesperada victoria y a saber cómo ha sentado a Bildu ejercer el poder en el Consistorio donostiarra. PNV y PSE, con Eneko Goia y Ernesto Gasco a la cabeza pugnan por ser la alternativa sólida para un nuevo gobierno, mientras el PP todavía no ha decidido quién será su candidato envuelto en incógnitas que deben resolverse este enero. En los últimos comicios las cuatro formaciones estuvieron en un pañuelo, pero las cosas han cambiado de forma sustancial. Hamaikabat se sitúa ahora en el PNV, Aralar se ha integrado en EHBildu y los socialistas se enfrentan después de muchos años a sus primeras elecciones sin Odón Elorza al frente. Y sobre todo hay que tener en cuenta al fenómeno Podemos y a aquellas plataformas que están surgiendo a su amparo o con planteamientos similares.

El objetivo del reciclaje: el 60% de la basura para el 2016

  • El esfuerzo que tiene que hacerse es importante si se quiere llegar a ese 60% de reciclaje de materia orgánica, cuando en estos momentos no se alcanza el 40%. La recogida del residuo orgánico en los locales de hostelería de la Parte Vieja puede suponer un empujón importante, pero lo cierto es que todavía es necesario concienciar a la ciudadanía de la importancia de utilizar el contenedor marrón. En la Parte Vieja se ha implantado un nuevo sistema que incluye contenedores que tendrá que perfeccionarse y limar algunos problemas de funcionamiento, pero otros barrios también precisan atención en lo que respecta al reciclaje. Hay descuentos para quienes utilicen su tarjeta del orgánico, lo que debe suponer mayor número de adeptos.

La antesala de 2016. El 2014 ha sido un año convulso en lo que tiene que ver con la Capitalidad Cultural y con su Oficina, pero parece que las aguas están tranquilas al menos de momento. En la presentación del borrador de presupuestos, el alcalde Juan Karlos Izagirre avanzó que será este objetivo el que canalice la mayor parte de las inversiones, no solo en la Oficina sino también en actuaciones de mejora en toda la ciudad. Más allá de partidas económicas, el 2016 tiene el reto de volver a implicar a la ciudadanía en un proyecto cuya preparación debería ser tan importante como su plasmación en actos concretos. Parece que va a necesitarse bastante más que celebrar un Rompeolas para reanimar el espíritu ciudadano.

Tabakalera. Es una de la inauguración más esperadas y su impacto en la cultura vasca también tiene que resultar importante después de tantos años de buscar y repensar ese centro de cultura contemporáneo. Las relaciones interinstitucionales no han sido una balsa de aceite, no están demasiado claros los contenidos y la apertura tampoco sería de la totalidad del edificio. Sin embargo, podrá cortarse la cinta. Serían el restaurante y cafetería los primeros en abrirse. Su espacio parece ser esa especie de «txapela» que se ha colocado como ampliación de la antigua Fábrica de Tabacos y cuya imagen ya ha levantado la polémica ciudadana. Todo esto será para finales del verano.

Y la estación de autobuses. Es la otra gran inauguración, también para finales de este año recién estrenado. Las grandes grúas ya han desaparecido y se trabaja en el interior para habilitar las dos plantas de aparcamientos y los 23 andenes, además de las taquillas, la cafetería o los paneles de orientación para los viajeros. Desde el gobierno se ha asegurado que las obras están en plazo y es otro de los hitos para 2016. Tiene que estar acabada para cuando empiece la capitalidad cultural. El caso es que queda también por decidir qué ocurrirá con el amplio espacio que se libera en Pío XII, en plena entrada de la ciudad. Hasta ahora no ha habido ningún pronunciamiento. El gobierno, sea el actual o no, deberá tomar decisiones relevantes en relación con Amara Berri, ya que queda pendiente este espacio, el que ha dejado sin uso la Paloma de la Paz tras su traslado y las consecuencias que acarrearán las obras de remodelación de Anoeta.Todo ello sin contar con el futuro de Carlos I, un reto para el Ayuntamiento y, sobre todo, para la Diputación de Gizpuzkoa.

El viaducto maldito. Después de todo lo que se ha oído durante esta legislatura por parte de los partidos políticos, no parece que la situación de este viaducto maldito de Carlos I pueda prolongarse mucho más. La Diputación ha planteado una especie de solución intermedia que supondría asemejar la actual calle partida a una avenida convencional. Las obras no han comenzado, pero si se pretende que estén listas en agosto, no deberían tardar en iniciarse. No hay excesiva confianza entre los vecinos, después de una larga lista de desencuentros con Ayuntamiento y Diputación. ¿Llegará a eliminarse del todo este tramo de la variante que parte en dos el barrio? Lo que parece claro es que este va a ser uno de los temas de la próxima legislatura

El nuevo Anoeta. Si tiene en cuenta que el Ayuntamiento ya ha incluido entre sus ingresos el dinero que recaudará por el impuesto de construcciones por Anoeta, todo indica que las obras de ampliación no deben tardar en iniciarse. En marzo concluye el plazo de presentación de ofertas para la posterior adjudicación de los trabajos y de la gestión y explotación. Todo ello exigirá una gestión cuidada y exigente.

Aquí sigue Illunbe. Ha sido la eterna espera. Nada más llegar , el gobierno municipal anunció que iba a elaborar el pliego de condiciones para el concurso de venta del complejo de Illunbe, pero el pliego nunca llegó a hacerse público, ni tampoco llegaron a conocerse los eternos ofertantes si es que alguna vez los hubo de verdad. Sin embargo, cada año, los presupuestos han incluido una sustanciosa partida que rondaba los 20 millones de euros por la venta del lugar, a excepción de la plaza de toros que, por cierto, ya no cumple esta función. En el último borrador económico el ejecutivo de Bildu ha sido más prudente y ha incluido 6 millones, lo que indicaría que se apuesta claramente por una venta a plazos. Los nuevos viales de acceso a la variante y a la autovía del Urumea también se consideran un aliciente. En cualquier caso, los próximos mandatarios, sean los mismos u otros, tendrán que enfrentarse a la operación y decidir qué hacer con el coso taurino, infrautilizado salvo por los partidos de baloncesto. ¿Volverán los toros? ¿Se buscarán otros usos, algo que todavía no se conseguido? Es otra partida abierta.

Txomin sigue a la espera. El desarrollo urbanístico del nuevo Txomin tampoco ha comenzado apenas a andar. Bildu llega al poder en 2011 y decide concentrar todos sus esfuerzos en materia de vivienda en este barrio, descartando Auditz Akular. Dar un paseo por la ciudad muestra que apenas se han construido pisos, mucho menos de protección oficial, y el futuro de Txomin va a seguir en la agenda para los próximos cuatro años. Se ha derribado el antiguo edificio de Kristobaldegi y la llamada 'casa de los okupas', pero el reto del nuevo barrio sigue presente y debe estar en la agenda de todos los grupos. Supone la regeneración de una zona importante que, de momento, va a seguir hipotecada por el centro penitenciario. Todas las medidas para evitar inundaciones también deberán incluirse en los calendarios. Sigue haciendo falta.

Comercio y empleo. La revitalización comercial de los barrios aparece como una reivindicación vecinal en los llamados presupuestos participativos que todavía tienen que negociarse entre los grupos políticos. Este pasado 2014 se ha aprobado una rebaja en las tasas para quienes quieran abrir un nuevo establecimiento o mejorarlo, líneas de actuación que se complementan con el Plan de Fomento de Empleo. El Ayuntamiento tiene el reto de mantener este tipo de ayudas e incluso de barajar otras que vayan encaminadas al desarrollo económico de la ciudad. Parece que la hostelería va a buen ritmo, el I+D+I sigue siendo una apuesta, pero uno de los grandes retos de la ciudad es evitar que el desempleo, que ronda el 13% se incremente sino todo lo contrario: contribuir a que disminuya. La construcción sigue siendo el sector con más paro, lo que en principio exige medidas concretas para los gremios afectados.

¿Por fin el Bellas? La situación parece estancada un año más, una década más, casi se diría desde siempre. Se llegó a anunciar un preacuerdo entre el gobierno de Bildu y la empresa propietaria del antiguo cinematógrafo para habilitar un hotel con la reconstrucción fidedigna de la fachada, hubo protestas populares y todo concluyó con una protección que impide que se pueda actuar ni en el exterior ni en el interior del inmueble. La permuta que propuso el PSE y que incluía al edificio de la plaza Lasala no ha llegado a cuajar y, de momento, el Bellas Artes vuelve a estar en la agenda. Lo que no se sabe es con qué prioridad respecto a otros proyectos.

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