Orio se corona en Hondarribia antes del cierre en Zarautz

En el cuerpo a cuerpo entre Donostiarra y Hondarribia-Bertako, las primeras recuperaron la ventaja de dos puntos que vienen luciendo desde la segunda jornada. A partir de entonces, se han ido alternando las victorias cada fin de semana. Volvió a quedar claro que la que se descuelga en el primer tramo ya no remonta la cabeza. Esta vez fue la Ama Guadalupekoa la que partió con el pie cambiado. Y ya no recuperó el paso.

El tiempo dirá cómo ha sentado el parón liguero en unas tripulaciones y otras, a falta de dos regatas con enjundia: la Bandera de Zarautz, que este fin de semana cerrará la Liga Euskotren, y la Bandera de La Concha. Durante las dos últimas regatas, Orio ha dado la sensación de haber abierto incluso más brecha. Habrá que ver cómo asimila el resto las últimas cargas de trabajo. El primer efecto ha sido un amarillo algo más intenso.

La Txiki marcó la diferencia muy pronto, por una calle uno que no parecía la más apropiada para salir, con la marea en contra. Solo Donostiarra aguantó el tirón. Pasados dos minutos, Donostia Arraun Lagunak y Hondarribia ya navegaban a casi tres botes. En la ciaboga, la Torrekua cedía diez segundos y la Lugañene, trece. La emoción enfocó a los dos botes de la capital. Arraun se echó encima a 700 metros de la meta. El toma y daca se diluyó en los últimos 350 metros, cuando las de Martutene enseñaron la proa con corazón y técnica. Algo más les hará falta para superar a Orio.

Xanti Zabaleta introdujo cuatro cambios respecto al equipo que ganó el sábado. Bogó con Itziar Olasagasti, Amaia Galdos, Leire Arriola, Olatz Agirregabiria, Maialen Aizpuru, Amets Aranguren (babor); Olatz Ortega, Sandra Piñeiro, Nerea Badiola, Itxaso Azkonobieta, Leire Alcalá, Leire Garate (estribor); Vicky Piñeiro en la proa y Nadeth Agirre en la popa. La aguilucha se aseguró el premio a la mejor patrona.

Tras asegurarse matemáticamente la corona de la Liga Euskotren, el presidente aguilucho, Ibon Huegun, destacó que «es un día histórico para el club de Orio. Es la recompensa a una trayectoria que comenzó en 2010, cuando se dio el paso de sacar una trainera femenina. Se empezó desde abajo. Sabemos lo que es ser últimas en una regata, pero poco a poco el equipo fue subiendo peldaños. En los dos o tres años anteriores, se había dado varias veces al palo, pero nos encontramos con las bateleras de San Juan a un nivel espectacular. El mérito fue que el equipo técnico y las remeras siempre han seguido trabajando, buscando la mejora. Solo así ha sido posible conseguir esta corona. Aunque hemos logrado muchas banderas, no ha sido una victoria fácil. Donostia Arraun Lagunak nos ganó en la segunda regata y varias más se han resuelto por cinco o seis segundos».

Pese al triunfo «histórico», Huegun apeló a «mantener los pies en el suelo. Quedan aún dos regatas muy importantes», en referencia a la Bandera de Zarautz que clausurará la Liga Euskotren y también la Bandera de La Concha, ya en septiembre. Ambas faltan en el palmarés de la Txiki.