La segunda unidad supera el corte europeo

El contexto dio pie al técnico oriotarra a volver a agitar la alineación inicial dejando en el banquillo a media decena de futbolistas que se consideran titulares como Silva, Zubimendi, Kubo, Sorloth y Gorosabel. El hecho de jugar en casa, haber sumado los tres puntos en la primera jornada en Mánchester y enfrentarse al rival más flojo del grupo animó al preparador guipuzcoano a echar mano de la segunda unidad también en Europa.

Guevara, Illarramendi, Karrikaburu, Sola e incluso la presencia de inicio de Diego Rico tras volver de lesión fueron las notas más llamativas en el once de Imanol, que dejó claro al término del encuentro que «vamos a necesitar a todos este año, todos tienen que estar preparados. Va a ser muy largo y jugar cada tres días va a ser muy difícil para que podamos mantener el nivel, pero esa es la intención».

El oriotarra acabó contento con las prestaciones de los menos habituales, incluso Guevara obtuvo el premio del gol. «No es una sorpresa, los veo entrenar a diario. Ander ha jugado bien y ha marcado gol, pero también lo han hecho bien los demás», admitió el técnico txuri-urdin.

La Real no cuajó un encuentro brillante. Seguramente muy influenciada por las numerosas modificaciones que introdujo Imanol de hombres poco habituales, pero fue suficiente como para cumplir el trámite, si bien lo hizo con un punto de suspense.

Guevara fue la principal cara nueva del once. El canterano, aquejado por unas molestias físicas en las últimas semanas, aún no había jugado ni un solo minuto. Su última titularidad en partido oficial databa de febrero. Sin embargo, supo darle la vuelta a la inactividad con una actuación ordenada. No se complicó la vida, jugó fácil y se encargó de repartir balones en la zona ancha del campo. Marcó el gol que abrió el marcador con un potente disparo desde fuera del área, algo que pide Imanol a sus jugadores con insistencia.

Se da la circunstancia de que el gasteiztarra ya anotó otra diana desde fuera del área en Mestalla en el curso 20/21, así que lo del jueves no fue una casualidad. Cubrió bien las espaldas de los zagueros y se animó a pisar área rival en ciertas ocasiones. No acusó físicamente su inactividad y completó los noventa minutos. Le faltó, eso sí, una mayor velocidad en la toma de decisiones. En ocasiones le costó demasiado recibir y distribuir la pelota, algo que el Omonia agradeció porque el partido se jugó a un ritmo bajo que favorecía a los chipriotas.

A pesar de tener un buen pase vertical, Guevara basó mucho su juego en los envíos hacia atrás, lo que otorgaba tiempo al rival para replegarse. Tiene que recuperar la confianza y eso solo se consigue a base de minutos. Su participación el jueves supone un paso adelante para él.

Asier Illarramendi sí que había dispuesto de minutos en esta temporada, pero no demasiados. Tan solo 26, en dos ratos ante el Cádiz y el Elche, y no se había estrenado aún de inicio. De esta forma, Imanol metió dos piezas con poco rodaje en la parcela más delicada del campo, la que está llamada a llevar la batuta y generar el juego.

El capitán se mostró siempre atento para colaborar en la construcción desde la posición de interior izquierdo. Intentó abrir al equipo con su movilidad, pero tal y como sucedió con Guevara, le faltó esa chispa que habría posibilitado imprimir un ritmo mayor a la circulación. Turrientes entró en su lugar cuando el Omonia empató y las cosas se pusieron feas.

Karrikaburu se estrenó como titular con el primer equipo en partido oficial compartiendo la punta de ataque con Cho. Fue una sorpresa verle entrar de inicio, aunque debido a los problemas que está sufriendo la línea atacante por culpa de las lesiones, el baztandarra está contando con oportunidades desde el banquillo. Hasta el jueves había acumulado 59 minutos de juego en cuatro partidos –Cádiz, Barça, Elche y Getafe–. Trató de pelear con Panayiotou, pero siempre se vio obligado a entrar en contacto con el balón fuera del área, su zona predilecta.

Sola, que ya venía de ser titular y uno de los más destacados en el Coliseum Alfonso Pérez, repitió en el once. Intentó percutir por el carril diestro, como siempre lo hace, aunque esta vez no estuvo tan exitoso en los duelos como acostumbra. Aún tiene que aprender a leer mejor los tiempos del partido y saber gestionar mejor los impulsos, pero sus condiciones físicas dan mucha frescura en el lateral. Dejarán de sorprender sus titularidades.