El Sanse le gana al Leioa a la ruleta rusa

El técnico txuri-urdin, Xabi Alonso, alineó en su once titular a Moisés, Pecharroman, Arambarri, Pacheco, Ekaitz, Zubimendi, Gorostidi, López, Nais, Lobete y El Haddadi. El filial realista buscó desde los primeros compases del encuentro hacerse con el control del juego a través del balón, pero faltaba mucha fluidez y es ahí donde el cuadro vizcaíno se empezaba a encontrar a gusto.

Tras una gran carrera de Cabral que sirvió como aviso del Leioa, Pecharroman, uno de los mejores, firmó un gol de bella factura en el minuto 12 tras clavar el balón en la escuadra con un zurdazo desde fuera del área que sorprendió a Atangana. Poco duró la alegría en el banquillo guipuzcoano, porque solo ocho minutos después Cabral, sin marca en el segundo palo, remató de cabeza a las redes un envío de córner. Y solo un minuto después, otro jarro de agua helada. Yurrebaso aprovechó un inoportuno resbalón de Pacheco cerca del área y no perdonó el 1-2. Era un duelo de frenopático al que aún le quedaban por vivir muchas emociones.

En medio de la frustración momentánea en la que vivieron los potrillos de Alonso y del nulo deseo del Leioa de jugar a fútbol, Nais intentó poner algo de cordura a base de regates e internadas por banda, pero no tuvo suerte. Lobete puso a prueba al cancerbero visitante al borde del descanso, aunque su disparo fue detenido sin problemas.

La montaña rusa en la que se había convertido el encuentro aceleró en un segundo acto que tuvo de todo. En menos de dos minutos, entre el 55 y el 56, el bloque guipuzcoano le dio la vuelta al marcador. Primero con un malentendido entre Berasaluze y Atangana que acabó con el balón en las redes visitantes, y después con un gran gol de Dani Garrido, que había entrado al campo cuatro minutos antes en sustitución de El Haddadi para disputar sus primeros minutos oficiales con el filial.

Escasos minutos después Nais Djouahra intentó sumarse a la fiesta con una vertiginosa internada al área que concluyó con un disparo ajustado al poste izquierdo de Atangana, que despejó con ciertos apuros. Pero la locura no entendía de tramos tranquilos, y Yurrebaso, en el 62, volvió a ver puerta al aprovechar un balón suelto en el área pequeña tras un córner. El balón parado sigue siendo un problema para el Sanse.

La entrada de Thior por Nais revitalizó el ataque blanquiazul y abrió el campo para complicar la vida a un Leioa que no parecía el colista de la tabla. El propio atacante de Orio no llegó por milímetros a un centro desde la izquierda de Ekaitz en el minuto 74, pero la afición que se acercó al José Luis Orbegozo explotó de alegría poco después, con el segundo tanto de Garrido tras una bonita acción individual que culminó, de nuevo, con su pierna izquierda. Inmejorable debut el suyo.

Moisés, cerca del final, evitó con una salida rápida el enésimo giro de guion de un encuentro en el que pudo haber ganado cualquiera. El Sanse sufrió y evidenció algunos problemas en su juego, pero ya es segundo.