Las claves del gran momento del Sanse

Unai Ruiz-Zeberio y Gaizka Ayesa, de la generación de 2000 y 2001, han encajado 21 goles en los 26 encuentros disputados entre la primera y segunda fase. El navarro, renovado hasta 2024, fue el elegido para suplir a Moyá en el primer equipo tras la grave lesión que le tuvo apartado del terreno de juego varios meses. Con la vuelta del balear, el de Ansoáin ha vuelto a la dinámica del filial. Ruiz-Zeberio ha jugado 1.260 minutos por 1.080 de Ayesa. Ortega y Marrero, ambos de la Real C, aportaron su granito de arena en los entrenamientos. El Sanse, eso sí, debe aprobar la asignatura de nutrir al primer equipo de un portero de Zubieta.

El técnico tolosarra, con su afán defensivo en mente siempre, ha querido construir el equipo con una defensa recia desde atrás. Sin complicaciones y sacando el balón con mucha confianza. Arambarri, que debutó con la Real en Balaídos, y Ezkurdia –con más de 1.900 minutos– han formado la pareja de centrales, acompañados por el capitán y uno de los más importantes de la plantilla Petxarroman (18p.). Se unen los Jiménez (15p.) –que iba a irse en agosto pero se quedó–, Blasco (13p.) y Pacheco (11p.). Éste último, con margen de proyección y siendo un central de futuro –jugó el miércoles en el Wanda y el curso pasado en Getafe–. No obstante, el central de Elizondo ha pasado por lesiones y el Covid esta temporada. Además, una de las mejores noticias se produjo hace pocas semanas tras la reaparición de Álex Sola (4p.) después de la lesión de rodilla que le impidió estar en el verde.

La polivalencia del vitoriano González de Zárate (1.253 mins.), que debutó ante el Real Madrid en Primera y jugó de titular en Mestalla esta temporada, junto al trabajo de un Olasagasti (1.841 mins.) que le han respetado las lesiones y, en ocasiones, con Garrido (23p.), Turrientes (15p.) y Veiga (17p.) en la medular, la idea de Xabi Alonso se ha plasmado a la perfección. En la pizarra muy claro: robo tras pérdida y mucha actitud. Aldasoro (18p.) es un bregador con llegada, Garrido es un mediapunta muy técnico, aunque sufre sin balón, y Veiga actúa como enganche en segundas partes.

Por delante, el regate y la magia tiene nombre y apellido: Robert Navarro, con 24 partidos y 1.815 minutos. El equipo bailaba al son del catalán, que casualmente debutó en el Camp Nou con la Real el pasado 16 de diciembre. A los costados y con oportunidades para todos, Alkain (25p.) –veterano y trabajador–, y Ander Martín (18p.) le pusieron la velocidad y el desborde. Transiciones muy rápidas y haciendo daño a la espalda del rival. Se suman Recio (7p.) y Aranzabe (20p.) –por el carril izquierdo–, ambos cedidos en el Real Unión la temporada pasada. Galarreta (6p.) es sinónimo de compromiso.

Idolatrando al gran Josean Alcorta hace poco más de 40 años en Gijón, «¡Gol de la Real!». Fácil y sencillo: hay goles para rato. Al indiscutible Julen Lobete –que le llegó la oportunidad tarde– con 25 partidos, 1.746 minutos y esperando la oportunidad de Imanol y a Jorge Aguirre –lastrado por las lesiones–, con 385 minutos y de los últimos en llegar al conjunto txuri-urdin (2016), se ha unido el artillero más ilusionante de los últimos años en Zubieta, Jon Karrikaburu. Anotó en su debut ante el filial babazorro (4-1) y participó en todos los encuentros de la segunda fase, marcando tres dianas más y ganándose el puesto de titular en las tres últimas jornadas.