La Real, ante otro partido grande

Cuatro días después, Old Trafford da paso a Valdebebas. O mejor dicho, al estadio Alfredo Di Stéfano, que tiene más pompa. Parece que no hay parangón entre los dos escenarios, pero el envoltorio que le aguarda esta noche a la Real Sociedad (21.00 Movistar Deportes) no es importante. El contenido sí. Es el Real Madrid quien le aguarda en su fábrica de Valdebebas, donde trata de formar jugadores para que suban al primer equipo merengue. Del teatro de los sueños, a la factoría blanca pero en un partido grande, por mucho lunes que sea hoy. Un choque que puede darle a la Real la opción de quedarse a cuatro puntos de los puestos de Champions. El factor Imanol, dos triunfos en las últimas tres temporadas ante el Madrid en su estadio, puede ser clave en uno de los partidos más esperados.

En los últimos once días, la Real se ha medido dos veces al Manchester United, otra al Alavés, y hoy va a hacerlo contra el Madrid. Si grandes fueron los choques ante los diablos rojos, por la competición y el rival, de igual manera se puede justificar este choque nocturno. Para equipos como el txuri-urdin hoy no es un partido más porque enfrentarse a los mejores, y el Madrid es el actual campeón de Liga y al que solo se le ha ganado cuatro veces a domicilio en la historia, significa un test para calibrar cómo responde la escuadra de Imanol Alguacil ante este tipo de equipos. La mejor preparación que puede tener la Real para la gran cita del año, el 3 de abril, es competir al máximo y preparar de la mejor forma este tipo de encuentros. Ante rivales de mayor alcurnia, que le van a exigir a la Real el mejor de sus comportamientos para intentar traerse un botín de puntos.

Los seguidores blanquiazules aún recuerdan el 3-4 de la temporada pasada en un Santiago Bernabéu que se rindió a la pegada guipuzcoana, con Isak y Odegaard como estrellas fulgurantes. El Alfredo Di Stéfano no es lo mismo, pero es un campo donde el Madrid no acostumbra a dejarse puntos. Este año lo más novedoso es que han ganado equipos modestos como Cádiz (0-1), Alavés (1-2) y Levante (1-2). En el resto de encuentros, el equipo de Zidane se ha llevado los tres puntos. En Champions solo se vio superado por el Shaktar ucranio (2-3). No habrá 80.000 personas en las gradas ni se juega en el Bernabéu, pero el Madrid como local sigue infundiendo respeto.

Los más vetustos del lugar saben que salir a jugar contra los grandes es, más que nunca, un ejercicio de fe. Es cierto que a la Real nunca le ha venido bien los partidos en coliseos ajenos, y siendo hoy el partido en la ciudad deportiva merengue, se alberga alguna esperanza para que el resultado sea otro. Tomados los datos de las tres últimas temporadas con los equipos que juegan la Champions este año –Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla– la estadística no puede dar más la espalda a la Real. Solo un triunfo y un empate en doce comparecencias. La victoria en la campaña 18/19 en el Bernabéu por 0-2 (Willian José y Pardo) y el empate que arrancó en el Wanda Metropolitano el curso pasado 1-1 (Januzaj) para ir a la Europa League. El resto, derrotas.

Imanol tiene hoy dos bajas de calado como son Mikel Merino e Illarramendi. Deberán emerger los jugadores con experiencia como David Silva y Monreal, acostumbrados a jugar partidos de este cariz. Además del canario y el navarro, emergen en el equipo realista jugadores que acumulan horas de vuelo en sus respectivas selecciones como Isak, Januzaj y Oyarzabal, u otros que a pesar de su juventud van dando pasos adelante como Zubeldia, Portu, Le Normand, Gorosabel o Remiro. La veteranía en un choque como el de Valdebebas, ante un gran rival, puede ser clave por si hay que tirar de oficio para llevarse el partido. La Real tiene mimbres para hacerlo.

No estará esta noche Karim Benzema, pichichi de los blancos con 17 tantos, doce en Liga. El francés se ha perdido tres encuentros de Liga. En la jornada 10, el Madrid empató con el Villarreal (1-1), en la 11 cayó contra el Alavés (1-2) y en la 24 derrotó al Valladolid (0-1). El 'gato', como le bautizó Mourinho, no sacará sus uñas y eso es una buena noticia para la Real.