La Real Sociedad pone las ocasiones y Osasuna se lleva el amistoso de Zubieta (0-1)

Imanol alineó de inicio a Aritz Elustondo y Modibo Sagnan en el eje de la defensa, con Gorosabel (derecha) y Aihen (izquierda) en los laterales. Ander Guevara bajaba continuamente a ofrecerse a los dos primeros en la salida de balón mientras los otros dos trataban de estirarse en ataque haciendo el campo ancho. Zurutuza hizo de Odegaard mientras Sangalli buscaba recibir entre líneas y Ander Barrenetxea (izquierda) y Adnan Januzaj (derecha) trataban de encarar desde los extremos. Arriba, Willian José, en su posición de nueve, quedaba a la caza de balones.

Con este planteamiento la Real Sociedad arrancó dominando el juego ante un Osasuna bien organizado en su campo. Para el segundo minuto, una buena acción de Zurutuza en banda izquierda acabó con un centro con la pierna derecha del pelirrojo que remató Willian José al larguero. Primer aviso y una declaración de intenciones de los realistas.

Pero partiendo de su buen posicionamiento, los visitantes buscaron la verticalidad en cuanto recuperaban el balón y tras dos pases en profundidad en los que la zaga txuri-urdin supo forzar el fuera de juego, optaron por conectar con Brandon, caído a banda, para que éste superara el marcaje de Elustondo y enfilara el área en una ocasión de gol que evitó el buen cruce de Sagnan ya cerca del área pequeña. Corría el minuto 15 y Osasuna lanzaba una advertencia a la Real.

Los de Imanol, no obstante, siguieron fieles a su filosofía, sin conceder pérdidas, recuperando pronto el balón y siendo dueño del partido, aunque con dificultades para encontrar la profundidad deseada. Ante el atasco, Barrenetxea lo probó en el minuto 20 con un balón bombeado desde fuera del área que, de nuevo, se estrelló en el larguero. Sangalli cazó el rebote dentro del área en otra buena oportunidad, pero su disparo se fue levemente desviado a la derecha del portal de Pérez.

Guevara y Zurutuza buscaron a Januzaj para abrir el cerrojo osasunista. De las botas del belga llegaron las situaciones más desequilibrantes. Por momentos se fue a por la línea de fondo rodeado de defensores y, a veces, cayó a posiciones más retrasadas para filtrar balones arriba. Pudo haber sido bueno el que metió a Willian José mediada la primera parte pero el brasileño se durmió y no acertó a dar el último pase. Aunque no acabó en ocasión, el caño que hizo Janu a Iñigo Pérez para marcharse por banda propició la ovación de un público que se animaba cada vez que el internacional belga emprendía una acción.

El equipo estuvo diésel en la mayor parte del partido, por lo que los cambios de marcha de Barrenetxea por la izquierda se agradecieron, si bien Osasuna supo tapar sus internadas. El donostiarra se ofreció constantemente y lució una buena punta de velocidad.

La idea no cambió en la segunda parte con la entrada de Pardo en lugar de Zurutuza. Januzaj se llevó un balón en banda derecha y antes de entrar al área lanzó su disparo predilecto con la zurda y un efecto envenenado. ¿A dónde fue a parar? De nuevo al palo. Y cuando la Real seguía teniendo el partido bajo control, un balón retrasado por el propio Janu llegó a Zubiaurre, que se lo llevó a las manos antes de sacar rápido hacia la banda. El árbitro pitó cesión e Iñigo Pérez ejecutó el libre indirecto a la perfección, con un disparo fuerte y ajustado al palo derecho de la portería del guardameta txuri-urdin. Los fantasmas de los últimos partidos de casa empezaron a sobrevolar Zubieta. Pese a la superioridad, el marcador se mostraba adverso y había que volver a remar contra corriente.

La Real Sociedad siguió atacando con paciencia, sin precipitaciones, y encontró buenas combinaciones para poder empatar. Un cambio de orientación de Januzaj en el centro del campo para la incorporación de Gorosabel por la derecha, un buen centro del canterano y el remate de Willian José hicieron lucirse al portero rojillo. La bola no quería entrar. Punto.

En los últimos intentos participaron con desparpajo Nais Djouahra y Julen Lobete. El primero encontró buenas posiciones para buscar paredes hacia el área y el segundo exhibió una verticalidad interesante. Entre los dos se fabricaron una de las mejores oportunidades de la segunda parte, con robo y pase en profundidad de Nais a un Lobete al que le faltó picar un poco más el balón para marcar el empate.

Cuando más se estiraba la Real Sociedad, Osasuna acertó a mover con criterio el balón hasta los pies de Roberto Torres, que sirvió en bandeja el 0-2 a Cardona. El ex del Eibar lanzó fuera. Hubiera sido demasiado castigo. Así que 0-1 quedó la derrota. Por los pelos, y sobre todo, por los palos. Habrá que mejorar la puntería.