Asier Illarramendi: «Lo he pasado muy mal; llegué a pensar que no volvería a jugar»

-¿Ya se lo cree?

-Estoy muy contento. Han sido dos años desde la primera lesión sin poder jugar al fútbol y sin entrenarme con los compañeros. Después de mucho sufrimiento, impotencia y frustración, todo ha quedado atrás. Soy consciente de que todavía me falta mucho hasta coger el ritmo de competición, pero lo peor ha quedado atrás y ahora quiero disfrutar.

-¿Qué sensaciones le dejó su vuelta a la competición?

-Me sentí muy a gusto. Entramos bien al encuentro en los primeros minutos y eso me ayudó a estar más suelto sobre el campo. Confiaba en mí mismo, en lo que soy capaz de hacer, pero este sólo es un primer paso de lo que está por venir.

-¿Le sorprendió encontrarse tan bien?

-En los entrenamientos cada vez me noto mejor, aunque me falta algo de chispa. Es normal después de tanto tiempo fuera del grupo y entrenando en solitario. Me fui satisfecho con el partido que hice pero quiero mucho más. Ahora el siguiente paso es ir ganando minutos.

-¿Tenía pactado con Imanol jugar 45 minutos?

-No. No lo habíamos hablado de antemano. Me dijo que jugara como sabía y en el descanso, que me quedaba en el vestuario. La cuestión era que acabara bien, sin molestias, y lo he conseguido. Para mí eso ya es mucho.

-¿Ni siquiera notó las clásicas sobrecargas?

-Que va. Nada de nada. Por eso estoy tan contento. De hecho, yo hubiera seguido jugando más tiempo, pero Imanol entendió que era suficiente.

-¿Cuándo le dijo que iba a jugar?

-El día del partido antes de comer. Yo estaba en la mesa con Oyarzabal y Elustondo, porque ahora con esto del Covid comemos siempre los mismos juntos para no mezclarnos. Nos levantamos para ir a las habitaciones a dormir la siesta y me llamó. Me dijo que iba a jugar de inicio y que lo iba a hacer de 'ocho', aunque no había entrenado mucho ahí últimamente.

-¿Le sorprendió ser titular?

-Estas dos últimas semanas ya me había lanzado mensajes diciendo que estuviese listo, que en cualquier momento podía jugar, y así ha sido.

-Debutó con la Real en Elche en 2009 y en Primera en Villarreal en 2011, mañana hace diez años. ¿Éste es como un tercer debut?

-Se puede entender así. Éste ha sido el más deseado, porque llevaba mucho tiempo esperando jugar y lo había pasado muy mal. Daba un paso para adelante y dos hacia atrás. Eso me generó la duda de si algún día me iba a recuperar. Ahora he visto que ha sido posible y por eso es más especial que los dos anteriores.

-¿Guardó la camiseta?

-Por supuesto.

-¿La pondrá con las de los otros dos debuts?

-No, ésas se las di al aita. Ésta es para mi novia Leire. La conocí justo cuando me lesioné hace dos años en Valencia y le ha tocado aguantarme. No habrá sido fácil para ella. Ha tenido mucha paciencia y siempre me decía que quería la camiseta del día que volviese.

-¿En ese tiempo se le pasó por la cabeza la posibilidad de no volver a jugar?

-Claro que sí. Lo he pasado muy mal. Pensé que no volvería a jugar y que no podría recuperar el nivel de antes. Podía hacer deporte pero me dolía cuando tenía que golpear el balón. Me era imposible jugar al fútbol. Al final me tuvieron que operar del aductor y desde entonces todo fue a mejor.

-¿Cuál fue el momento más duro en estos dos años?

-Después del confinamiento. Había pasado la lesión de Valencia, la de San Mamés, pero esos dos meses vi que la cosa no avanzaba. Y me llegué a hundir. Daba un paso adelante y dos atrás. Sentí mucha impotencia y frustración. La lesión no iba a mejor.

-Antes del confinamiento, en marzo, parecía que estaba a punto de reaparecer, ¿no?

-Sí y no. Unos días me sentía muy bien y otros, muy mal. Me molestaba a la hora de golpear. Yo comentaba a los médicos pero me decían que era normal, que se me pasarían las molestias. Hice dos resonancias aquí en Donostia y salió que no tenía nada. Pero yo no estaba bien. En esos dos meses confinados en casa hice mucho trabajo específico para reforzar el aductor pero volví y veía que seguía igual. Por eso digo que ése fue el momento más difícil. Hablé con el club y dije que me miraran bien, porque tenía algo y no podía seguir así.

-¿Y cómo dieron con la solución?

-Me mandaron a Londres a donde un especialista y enseguida me dijo que era una lesión de operar. Había que empezar de cero. Eso fue el 5 de julio.

-Ahí es cuando ve que la cosa va mejorando...

-Sí, desde entonces todo ha ido bien. Es que tenía tres cuartas partes del aductor colgando. Cuando me vio el médico de Londres me dijo que había que operar. Me hicieron las pruebas PCR y me quedé allí para pasar por el quirófano lo antes posible. Después han sido seis meses de recuperación, que es mucho, pero veía que mejoraba y no fue tan duro como antes.

-En este tiempo han aparecido Guevara y Zubimendi, ¿no ha pensando alguna vez que a ver dónde va a jugar ahora?

-Claro que sí. Cuando me lesioné en Valencia en febrero de 2019 solo estaba Zubeldia en mi puesto y ahora hasta está jugando de central. Guevara y Zubimendi están dando un nivel muy alto y me costará mucho jugar. Aquí gratis no hay nada.

-¿Lo que más le gusta de Guevara?

-Como filtra los balones entre líneas.

-¿Y de Zubimendi?

- Su despliegue físico y la potencia que tiene.

-Con esa competencia en el pivote, en Córdoba tuvo que jugar de 'ocho'. Ésa era su posición en las categorías inferiores, ¿no?

-Es verdad. Alternaba con Javi Ros y los dos nos compenetrábamos muy bien. Luego en el primer equipo he alternado. El primer año con Montanier jugué de 'cuatro' y el segundo más de 'ocho' con Markel por detrás. Me encuentro a gusto en las dos posiciones y eso me da más opciones de jugar. Con Eusebio también jugué más adelantado y llegué a marcar siete goles hace cuatro temporadas cuando nos clasificamos para Europa.

-El miércoles demostraron que este año también van en serio en la Copa...

-Claro que sí. A ver quién nos toca en el sorteo. Queremos llegar lejos como el año pasado y estar en la pelea. Hay equipo y ambición para ir a por la Copa.

-¿Derramó muchas lágrimas hace dos semanas en Córdoba en la Supercopa?

-Lo pasé muy mal. Fue un día duro. Hicimos un gran partido, superando por momentos al Barcelona, y ese final fue demasiado cruel para nosotros. Ter Stegen estuvo increíble. De caer, es mejor hacerlo así que ser goleado. Es más, creo que ese partido nos ha reforzado para el futuro.

-Es decir, ¿que han salido fortalecidos de una eliminación?

-Te diría que sí. Últimamente no veníamos haciendo grandes partidos como al principio de la temporada y en la Supercopa volvimos a ofrecer un nivel muy alto. Demostramos quiénes somos y qué somos capaces de hacer. Eso nos ha dado fuerzas para la segunda parte de la temporada.

-Después de la Supercopa muchos ya dan favorito al Athletic para la final de Copa del 4 de abril...

-Ya te digo que no es así. Será un partido igualado y competitivo, eso lo sabemos, pero la Copa nos la vamos a traer.

-¿Y de la Liga qué me dice?

-Estamos bien colocados y queda toda la segunda vuelta por delante. En diciembre se nos escaparon algunos puntos pero estamos con hambre de hacer un buen campeonato y mejorar el sexto puesto de la pasada Liga si es posible.

-¿Se le puede meter mano en Europa al Manchester United?

-Los resultados dicen que están muy bien, pero en la Supercopa demostramos de lo que somos capaces y vamos a por ellos. No tengo duda de que podemos eliminarles.

-Para finalizar, ¿le dio la sensación en Córdoba de ser el último partido de Willian José?

-No lo sé. Antes del encuentro le vi como siempre, concentrado en hacer las cosas bien. Cuando el mercado está abierto siempre salen rumores, pero yo lo único que puedo decir es que es un gran jugador y que es muy importante para nosotros.