La última canción tiene que ser un temazo

Con un ojo en otros campos. En otras páginas tienen las posibles combinaciones para una noche que se presupone de transistores y calculadora. La victoria de la Real, lo que más nos interesa y a su vez lo más difícil, metería seguro al cuadro guipuzcoano en la Europa League. Sería lo más justo. La escuadra blanquiazul y sus seguidores lo merecen. Desde la cuarta jornada, los hombres de Imanol han estado en puestos europeos e incluso han pisado la zona Champions. El maldito Covid-19, haciendo un cóctel envenenado con los arbitrajes, las lesiones, la mala fortuna y el VAR le ha hecho llegar a esta situación en la última jornada. Tiempo habrá de explicarlo, pero el confinamiento ha sido el peor enemigo de los blanquiazules. Por si acaso las cosas no marchan bien en el Wanda, habrá que mirar a otros campos donde los resultados podrían beneficiar.

Al Atlético le vale el empate... Un empate le vale al equipo de Simeone para ser tercero, haga lo que haga el Sevilla. Aunque a la Real le conviene que le derrote al Valencia... Posiblemente el punto sea bueno también para los blanquiazules. ¿Pactamos? ¿Merece la pena hacerlo? Jugar ante los colchoneros implica siempre un esfuerzo extra. Y a estas alturas de año, con los más de 30 grados que hará en la capital, después de once partidos en apenas un mes, la prueba para los realistas es de altura. El Dorado para los txuri-urdin está escondido en el Wanda. Y aunque los Oblak, Savic, Koke, Costa o Llorente lo pondrán complicadísimo, la escuadra realista seguro que está a la altura del partido.

¿Defensa de cinco? Si fuera por los resultados, viendo el rival que hay enfrente y que un punto puede ser bueno para los donostiarras, Imanol bien podría repetir el mismo dibujo que planteó ante el Sevilla el jueves pasado y formar con tres centrales. Monreal entraría por Aihen en el carril izquierdo, repitiendo Zaldua por el derecho y con Llorente, Le Normand y Zubeldia en el centro de la zaga. Zubimendi y Merino estarían por delante, con el trío más ofensivo formado por Oyarzabal, Portu y Willian José. Al oriotarra le gusta guardarse pólvora en el banquillo y el TNT guipuzcoano lo personifican jugadores como Isak, Odegaard, Barrenetxea o el propio Januzaj, quien ayer se ejercitó con el resto de sus compañeros y podría ser de la partida tras su rotura de segundo grado en el músculo femoral.

Un fortín llamado Wanda. Aunque se parezca al título de la conocida película de los Monty Phyton, ir a jugar a las afueras de Madrid no es ninguna broma. El Atlético ha ganado diez de sus últimos doce encuentros como local, incluidos los cuatro más recientes sin público y con algunos apuros dependiendo del caso, como el último choque contra el Betis (1-0) en inferioridad numérica. Nadie le derrota en su campo desde el 0-1 del Barcelona del pasado 1 de diciembre. Pocos recuerdan que al comenzar la competición tras el confinamiento, el Atlético era sexto con un punto menos que la Real. Las cosas, tristemente para el cuadro blanquiazul, han cambiado de forma notable. En estos diez choques la diferencia de puntos ha sido de 24 a 9 a favor de los atléticos.

El último triunfo, a la contra. Puede que sea una pista de lo que nos podamos encontrar esta noche. La última victoria de la Real ante el Atleti a domicilio fue hace siete temporadas, en la campaña 12/13, con un gol de Xabi Prieto a la contra. Una exquisita transición blanquiazul acabó con un gol, no menos excelso, del capitán, que batió a Courtois. La estadística de los blanquiazules ante los colchoneros le da la espalda, pero siempre que la Real ha realizado una gran temporada, ha mojado. Que siga.