Natalia Arroyo, comentarista de Gol, nueva entrenadora de la Real Sociedad
La Real Sociedad apuesta por la joven Natalia Arroyo, que se entrenará en el banquillo de Primera, con un contrato por un año con opción a otro
Roberto Olabe, director de fútbol de la Real Sociedad y ahora también máximo responsable del equipo femenino, sigue rodeándose de personas vinculadas a los medios de comunicación. A su mano derecha en la dirección deportiva, Erik Bretos, también con pasado en el periodismo deportivo, y a los dos analistas de fútbol en páginas web Guillermo Valverde y Tomàs Martínez, se suma desde ayer como entrenadora del primer equipo femenino una comentarista de partidos en Gol televisión, Natalia Arroyo (Esplugues de Llobregat, 1986), también licenciada en Periodismo y redactora en el periódico 'Ara'.
Es la elegida para ocupar el banquillo blanquiazul en sustitución de Gonzalo Arconada. Firma por una temporada con opción a otra en función de objetivos. «Estoy muy feliz. Existe la unión que buscamos y estoy encantada y muy ilusionada», confesó ayer en declaraciones remitidas por el club tras las fotografías de rigor, sin periodistas por las limitaciones sanitarias, en el césped de Anoeta, donde posó con el presidente Jokin Aperribay.
Arroyo, de 34 años, se estrenará en un banquillo de Primera. Su experiencia se limita a la selección de Catalunya, desde las categorías inferiores hasta la sénior, que dirige en la actualidad. Antes, eso sí, fue futbolista en el Barcelona, el Espanyol –jugó dos temporadas en la Superliga y llegó a competir en Europa– y el Levante, aunque las lesiones le empujaron a colgar las botas con apenas 22 años.
La Real Sociedad pasa así de un entrenador con dilatada experiencia como Arconada a una apuesta por la juventud, por alguien que ha logrado poner su sello en las retransmisiones de los partidos en abierto en televisión con análisis certeros durante el desarrollo de los mismos y con la demostración de un conocimiento exhaustivo de los equipos tanto en Primera masculina como en la Liga Iberdrola.
«Está siendo un día emocionante, de recopilar sensaciones, lo estaba deseando desde hace mucho tiempo –confesó ayer Natalia Arroyo–. Tengo mucha ambición y quiero aportar. Esa unión existe aquí y es una gozada estar. Estoy encantada y muy ilusionada. Es un club que en el equipo femenino está creciendo cada año un poco más, consiguiendo títulos, enganchando. Aquí se vive y se respira fútbol». Por el momento, la Real no ha detallado quiénes serán sus ayudantes. Lo hará en los próximos días, según anunció ayer.
«Transición lenta»
Arroyo se formó en la cantera del Barcelona, a la que llegó con nueve años, en 1995. Ha recordado alguna vez que en ese tiempo se entrenaba «en campos de tierra, por la noche, con ropa que Nuria Llansà buscaba entre los equipajes que otros equipos masculinos ya no querían, con ropa más grande o más pequeña de la que necesitabas. Incluso con marcas que ya no llevaba el primer equipo pero teníamos que aprovechar. Era más una afición que un trabajo».
En el Barcelona estuvo once años hasta que pasó al Espanyol, que acababa de ganar la Liga, y eso le permitió jugar la Champions. Ya entonces había superado una grave lesión de rodilla.
Tras dos temporadas en el Espanyol, esta vez con una lesión de muñeca de por medio, firmó por el Levante Las Planas antes de colgar las botas a los 22 años «Tuve una transición lenta para dejar el fútbol. Las lesiones, la capacidad, me fueron alejando de la primera fila. No he pasado por el trance de la edad. Sencillamente no era suficiente buena. Sufría, no llegaba a las pelotas, me lesionaba...». Se le cerró una puerta y se le abrió otra: el periodismo y los banquillos. Ahora coge al campeón de Copa.
Cabeza visible de un proyecto que quiere ir a más
La decisión de firmar a Natalia Arroyo es la primera decisión de calado que toma el club. A partir de ahí deberán llegar otras porque son varias las jugadoras que acaban contrato: Marta Cardona, Kiana Palacios, Maddi Torre, Nuria Mendoza, Sara Olaizola, Iraia Iparragirre, Manu Lareo y Claudia Blanco. Y Bárbara Latorre, Lucía Rodríguez o Nahikari García, atadas hasta 2021, podrían entrar en los planes de otros clubes. El club tendría fichada a Nuria Rábano, jugadora gallega de 20 años que no hace mucho era extremo izquierdo y que ha sido reconvertida al lateral en el Deportivo de La Coruña. Otro movimiento apunta a la máxima goleadora del Athletic B, la donostiarra Amaiur Sarriegi, y también está en la órbita la central Maitane López, guipuzcoana del Levante.
