«En un derbi no hay favorito, aunque sea la Real Sociedad más madura en la que he jugado»

– ¿Cómo que en un derbi no hay favorito?

– No creo. Incluso aunque sea la Real más madura en la que he jugado. Ellos también están en una posición buena. Las dinámicas se olvidan en partidos tan intensos y con tanta carga emocional.

– ¿Ni siquiera por jugar en casa?

– Para nosotros es una ayuda, pero se ha demostrado en los últimos años que nosotros hemos ganado allí varias veces y ellos también empataron aquí el año pasado con diez.

– ¿Dónde puede estar la clave del partido?

– Tenemos que meterle intensidad y ritmo, eso no puede faltar, pero también tener la cabeza fría para detectar donde está el hombre libre, qué tipo de presión hacen ellos, cuando se metan en bloque medio por dónde hacerles daño, tener cuidado con las transiciones porque tienen hombres con mucha velocidad...

– ¿Lo que más le gusta del rival?

– Que tiene muy claro a lo que juega y que es un equipo muy aguerrido y duro de batir.

– ¿Individualmente a quién destacaría del Athletic?

– Para mí Muniain es diferencial para ellos porque les da algo distinto a lo que proponen. Puede crear ocasiones por sí mismo, enganchar en la mediapunta para girarse y dar el pase ganador, tiene un buen golpeo a balón parado. Les da muchas cosas.

– ¿El derbi del que guarda mejor recuerdo?

– La final de Copa. Por todo lo que tuvimos que esperar para jugarla y por cómo se resolvió, es imposible un recuerdo mejor.

– Desde entonces no le han ganado: dos empates y una derrota. ¿Sale más enrabietado al Athletic tras perder la final?

– No sé. Ellos siempre han afrontado los derbis con mucha intensidad y nosotros también.

– ¿Cuántas veces ha vuelto a ver la final de Sevilla?

– Tres o así. Una con mi padre, otra con la novia y una tercera yo solo un día que estaba aburrido. Es muy bonito recordar cómo fue la celebración y también repasar momentos del juego desde una perspectiva diferente.

– ¿Y el pase que le dio a Portu?

– Ese ya lo he visto más.

– ¿Fue el mejor de su carrera?

– Por la trascendencia y dificultad, sí. Cuando lo veo repetido me parece que fue un sinsentido porque estoy demasiado lejos como para que llegue a Portu sin que lo ganen antes la defensa o el portero. Casi había que sacar escuadra y cartabón para dibujarlo. Pero en directo lo vi muy claro.

– Jugó aquella final con dos vértebras rotas y luego estuvo dos meses de baja y se perdió la Euro 2021. ¿Mereció la pena?

– Sin duda. No me habría perdonado nunca no haberla jugado. Son gajes del oficio. Cuando jugué no pensé en nada más. Pero mira, somos campeones.

– Llegan después de cuatro victorias tras el parón. ¿Cuál ha sido la clave para arrancar así?

– Hemos seguido la dinámica que traíamos de los primeros meses de temporada. No es fácil, porque ha habido que parar y volver a arrancar, pero con la idea que tenemos del día a día nos hemos puesto bien enseguida.

– Pero Imanol tendrá alguna receta porque siempre pone pronto al equipo a tope...

– Veo dos razones. Por un lado, la intensidad que imprime a los entrenamientos, porque se encarga de que sean lo más parecidos a un partido. Por otro, que la idea que tenemos al afrontar los partidos no varía porque hayamos jugado mucho o poco. Jugamos siempre con la misma mentalidad y ser fiel a un estilo ayuda a ganar los partidos.

– ¿Qué piensa cuando se ve a seis puntos del Real Madrid?

– Que estamos haciendo bien las cosas. Es un motivo más para creer en lo que estamos haciendo. Pero no podemos desviar la atención del día a día, que es lo que nos permite estar bien y conseguir el objetivo a final de Liga.

– ¿Es de los que mira más hacia arriba o hacia atrás?

– Yo miro hacia adentro. El listón nos lo ponemos nosotros y hay que ver qué hacemos mal para seguir mejorando. Observar a los demás cuando falta tanto para que acabe la Liga solo puede descentrarnos de nuestro trabajo.

– ¿La Champions es un reto real?

– Si seguimos así, estará cerca. Estamos terceros y vamos a seguir creciendo. Tenemos esa ambición. Llevamos tres años entrando en Europa y por qué no vamos a ir éste a la Champions. Es una ilusión, no una obsesión.

– Imanol comentó al final de la pasada temporada que se había perdido una gran ocasión de entrar en Champions...

– Es el más ambicioso de todos. Pero no podemos dar dos pasos sin haber dado antes el primero. Sería un error. Hay que sentar las bases día a día para tener opciones en el mes de junio.

– Cuánto nos cuesta a los guipuzcoanos hablar de objetivos...

– Yo soy navarro y tengo una mentalidad muy parecida. Hay que ser cuidadoso con lo que se dice. La ambición hay que demostrarla en el campo. Podemos hablar de ganarlo todo y que luego no sea vea en el césped. Yo prefiero esa actitud, que la gente sea más tímida al hablar de objetivos pero que luego demuestre de verdad que quiere conseguirlos.

– ¿Es la actual la mejor Real en la que ha jugado?

– Puede que sea la más madura. Llevamos cuatro años con un bloque similar con el que hemos ido creciendo. Al principio se hablaba de la calidad que teníamos arriba y los dos últimos años se ha destacado la solidez defensiva. Entre el trabajo de Imanol y la experiencia que ya acumulamos, estamos logrando ser un equipo más completo. La suma de todo eso más las incorporaciones de este año han dado como resultado una Real increíble.

– Hablando de fichajes. Brais, con 10 goles y 7 asistencias, acapara todos los focos.

– Está haciendo un año excepcional. No solo por los números sino por todo lo demás que nos aporta: su intensidad defensiva, la calma que nos transmite con balón, la mentalidad que tiene...

– Kubo iba rebotado de cesión en cesión entre Mallorca, Villarreal y Getafe, llega a la Real y es otro. ¿Qué le han dado?

– Es lo que tiene este club. Haber firmado un contrato largo le da estabilidad para saber que tiene un proyecto de años para aprovechar su potencial. La exigencia de Imanol y estar rodeado de jugadores de calidad ha hecho que termine de explotar, porque tiene mucho talento.

– Sorloth llegó a la sombra de Isak y este verano a la de Sadiq y lleva diez goles. ¿Qué supone contar con un delantero así?

– Nos da tranquilidad porque él es muy tranquilo. Celebra los goles como si nada.

– Os abraza como Blancanieves a los siete enanitos...

– Es noruego. Tiene un carácter muy relajado. Es un reconocimiento a los que jugamos para él. Tanto Brais como Silva o yo tratamos de ponerle buenos balones y luego nos devuelve sus goles con un abrazo de gigante.

– Se le ve integrado en el vestuario, ¿verdad?

– Si ha hecho un esfuerzo por volver a la Real es porque sabe que aquí está en un entorno que le conviene y que hay buenos pasadores que le pueden poner en situación de hacer gol. Él luego tiene unas condiciones únicas. No encuentras en el mercado un delantero de 1,95 que pese 95 kilos, se ponga a 35 por hora y tenga esa calidad con los pies.

– No es nuevo ni un fichaje, pero el nivel de Silva sigue siendo espectacular. ¿Ya han comenzado en el vestuario la campaña para que se quede?

– Aún no ha empezado. Él sabe que le queremos un montón y que nos gustaría que siguiera. Yo estaba en el banquillo cuando fue sustituido en Almería y el público se puso en pie. Ahí pensé, qué grande tiene que ser para que lo traten así. Para nosotros es una pieza fundamental, es imprescindible, porque lo que nos aporta no se puede pagar con dinero.

– Volviendo a lo colectivo, ¿en qué ha mejorado la Real respecto al año pasado?

– Controlar distintos registros tanto a la hora de presionar como de tener el balón es importante. También tener un año más de aprendizaje para saber interpretar qué hace el rival y qué tengo que hacer yo para superarle. La gente tiene muy interiorizada la idea y controla mejor los tiempos del partido. Sabe distinguir cuándo hay que ir a por el rival y cuándo debemos estar más tranquilos con balón. Pequeñas cosas que nos dan madurez y una ventaja en los partidos.

– ¿Tiene más mérito ser terceros con todos los problemas que han sufrido en la delantera?

– Claro que sí, pero en nuestro caso se han notado menos porque no somos un equipo de individualidades. Somos una plantilla y todos los que juegan, incluidos los del Sanse, están a un nivel altísimo. Eso nos permite salir a todos los partidos con mucha confianza falte quien falte porque sabemos que no dependemos de uno o dos jugadores.

– Yo pensaba que ahora tendríamos que ir a más todavía...

– Pero qué quieres, ¿ganar la Liga?

– Pocos tendrán un fichaje de invierno como Oyarzabal...

– Nadie. Para nosotros es una incorporación increíble. Sé que necesita tiempo para tener la confianza y las sensaciones de antes de la lesión, pero Mikel nos aporta mucho más.

– ¿Tiene la Real el mejor centro del campo de la Liga?

– Uno de los mejores. La calidad que tenemos ahí es uno de los puntos fuertes del equipo. No solo por cómo ataca sino por lo que aprieta en defensa y los balones que roba. Tengo la suerte de estar rodeado de unos cracks.

– ¿Qué equipo lo tiene mejor?

– No puedes menospreciar al Real Madrid y el Barcelona. O al Atlético o Sevilla, aunque cuenten con centrocampistas de otras características. Nosotros no nos sentimos mejores que nadie pero tampoco peores.

– Con una Real tan fuerte, ¿ve cercana la posibilidad de jugar una final esta temporada? Sería la primera con público...

– Es lo que todos soñamos. Tenemos la satisfacción y la tranquilidad de que ganamos un título después de mucho tiempo, pero queda esa espinita clavada de que no pudimos disfrutarla con nuestra gente. Espero que pronto vivamos una final con la afición.

– En Europa ya están en octavos. ¿Se nota el poso que traen de los dos años anteriores?

– Mucho. Es muy importante. En estas dos temporadas pasadas casi ninguno habíamos jugado antes en Europa y ahora sabemos a lo que nos enfrentamos. En qué estadios vamos a jugar, a qué futbolistas nos vamos a enfrentar... Lo afrontas con otra mentalidad. Hemos dado un paso adelante en la Liga y en Europa también queremos hacerlo.

– Si el Sevilla o el Villarreal han sido campeones de la Europa League, ¿por qué no la Real?

– Poder, se puede. Pero hay que saber que es muy difícil y esos equipos lo fueron después de recorrer un largo camino. Y hay que tener una pizca de suerte...