Imanol Alguacil ya ha elegido a su 'nueve'
Offside ·
El partidazo de Mikel Oyarzabal acompañando a Óskarsson coloca al islandés como el delantero centro sobre el que construir el nuevo proyectoLa victoria en Girona ha sido todo un bálsamo. Además de que los tres puntos permiten remontar posiciones en la tabla y crecer en autoestima, ... ganar ante un rival de Champions supone confirmar la mejoría que trae la Real Sociedad desde Valladolid en el último mes y que el borrón ante el Anderlecht había difuminado un poco. Imanol Alguacil tiene más claro cada día su equipo tipo y eso representa un gran avance respecto a hace dos meses cuando arrancó la competición.
Aunque el tanto de Mikel Oyarzabal se ha ganado el foco mediático, no me parece noticia que el capitán marque goles porque es algo que siempre ha hecho desde su debut en 2015. Está a dos del centenar y a sus 27 años lo más normal es que acabe su carrera como segundo máximo goleador de la historia del club por detrás de Satrústegui (162) y por delante de López Ufarte (129). Con eso está todo dicho.
Lo que sí es para celebrar es que vuelva a brillar jugando en banda junto a un delantero centro, porque a la Real siempre le ha ido bien así. En esa ubicación es muy difícil de detectar y puede explotar su inteligencia para atacar la espalda de la defensa rival desde segunda línea. No es lo mismo estar que llegar, y si no que se lo pregunten a Krejci, el central del Girona al que le roba la cartera en el gol, que no le ve venir en ningún momento.
Mayor presencia en el área
Con un ariete fijando arriba, en la práctica se convierte en un segundo delantero en las jugadas desde el perfil contrario y concede al equipo más presencia en área porque llega con más gente. Ni Kubo ni Barrenetxea marcarían su tanto de cabeza en Montilivi, porque en el 1-4-3-3 son más generadores que terminadores –llevan tres y dos goles respectivamente en este 2024–. Ello obliga a que el centrocampista más ofensivo tenga que asumir la responsabilidad goleadora de un delantero y que el 'nueve' quede siempre en inferioridad numérica ante los centrales rivales.
La Real que siempre ha funcionado arriba lo ha hecho en torno a un ariete, Oyarzabal y un extremo
Por eso creo que la gran consecuencia del rendimiento de Oyarzabal en Girona es que la Real empieza a vislumbrar en Óskarsson al sustituto de Sorloth dos temporadas después. El curso pasado el capitán fue la solución de emergencia a una situación anómala en la que André Silva, Sadiq y Carlos Fernández no hicieron goles. Pero otra cosa diferente es convertir un recurso puntual en algo definitivo. Y resolver la cuestión del ariete 16 meses después de la marcha de Sorloth era un asunto de estado si queremos que este equipo vuelva a volar alto en el futuro.
El delantero islandés tiene una pinta estupenda. Aunque con unas características diferentes, su fichaje puede tener un impacto similar al de Isak hace 5 años, cuando llegó con la misma edad. No hay que olvidar que el sueco estuvo media temporada a la sombra de Willian José hasta que se destapó en febrero con aquel partidazo en la Copa del Rey en el Bernabéu. Óskarsson no es tan potente en espacios abiertos –aunque el lunes pasado marcó un golazo ante Turquía tras recorrerse medio campo– ni tiene ese regate tan sutil en carrera, pero es más terminador y también posee una buena verticalidad. En los tres meses que lleva jugando esta temporada –su primer partido fue el 22 de julio en la liga danesa– ya suma 11 tantos y eso no es nada sencillo de conseguir. Con el Copenhague ha hecho cinco en Liga y dos en Conference, con Turquía dos ante Montenegro y Turquía, y con la Real el doblete contra el Valencia. En total, un gol cada 139 minutos, es decir, cada partido y medio.
Un delantero que genera
Pero por encima de sus cifras está la sensación de peligro que genera. En Mallorca, en apenas unos minutos, se quedó solo ante Román y estiró a la Real. En Valladolid también la tuvo tras un jugadón de Kubo. Contra el Valencia firmó dos goles saliendo de suplente, ante el Anderlecht la rompió al larguero y en Girona dispuso de dos buenas opciones de anotar. El pesimista dirá que no le marca ni al arco iris y el optimista se quedará con el mérito que hay detrás de ambas acciones. En la primera situación, la colocación para ganar la espalda de David López en el centro lateral de Sergio cuando normalmente en esas jugadas se cae en fuera de juego. En la segunda, la velocidad para romper al espacio y dejar atrás a un Krejci que le agarra y comete penalti a pesar de que Soto Grado no lo pitó. Una carrera en la que lleva el balón protegido con el cuerpo, lo que hace que el defensa no pueda acceder a la pelota. Tener la virtud de escaparse del rival en velocidad no puede convertirse en un 'boomerang' en caso de fallar después.
Óskarsson, además de colocación en área y velocidad, recuerda a Kodro por cómo rompe el fuera de juego
Además de esa colocación en el área y su verticalidad, también es de reseñar su capacidad para romper el fuera de juego como demostró ante el Valencia. O en Mallorca. O el sábado en Montilivi. En esas situaciones me recuerda a Meho Kodro, seguramente el delantero de la Real que mejor ha interpretado cómo atacar la última línea rival ajustando el 'timming' en el desmarque. En su caso no era tan rápido, por lo que tenía que arrancar más abierto para buscar la espalda del central alejado mediante un movimiento inicial en horizontal, mientras que el islandés puede salir más centrado porque sabe que corriendo de cara a portería va a ganar al defensa. Es evidente que aún tiene que adaptarse a un campeonato más competitivo como la Liga y que seguramente dentro de un tiempo esas ocasiones acabarán dentro, pero me parece que la Real ha realizado un gran movimiento con él.
Con Óskarsson como referente arriba, sin olvidar tampoco a Sadiq para complementarle en una temporada con tres competiciones, la plantilla queda más ordenada al ubicar a Oyarzabal en banda y disponer de cuatro efectivos en esos costados al sumar a Barrenetxea, Kubo y Becker. El capitán es innegociable –aunque tampoco podrá jugar siempre–, el neerlandés aparece como cuarta opción y la conclusión es que Kubo y Barrene tendrán que subir exponencialmente su nivel para completar la línea de ataque, lo que repercutirá positivamente en el equipo.
La de Girona solo ha sido una victoria, es verdad, pero la Real está dejando un esbozo de lo que quiere ser de mayor y gusta lo que se ve. Sobre todo cuando termine de encajar todo el talento que tiene del centro del campo hacia adelante donde Oyarzabal, como dice Imanol, es vital. Pero jugando junto a un 'nueve', mucho mejor.
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