Jon Martin viaja del futuro al presente

Acaba de cumplir los 18 años y la versión prudente de su línea de progresión pide alguna temporada más de maduración antes de irrumpir en la máxima categoría. Sin embargo, sus doce últimos meses han revelado una capacidad de aceleración que hace a la dirección deportiva replantearse los plazos. La pasada campaña era un prometedor juvenil y firmó para cinco temporadas. Hace un mes era mucho más y la Real le ató hasta 2030 con un contrato profesional acorde a su potencial protagonismo en la élite, con cláusula de 50 millones incluida. «Está haciendo un buen año, es muy joven y el futuro es suyo», suscribió el propio Imanol hace escasas semanas.

El componente físico juega a su favor. El necesario proceso de desarrollo de todo joven que acaba de transitar la adolescencia para adaptarse a la alta competición está avanzado en su caso. Tal y como demostró el domingo contra los delanteros del Betis, chocar con hombres hechos y derechos no está lejos de su alcance. Con su 1,85 de estatura y sus ochenta y tantos kilos, el apartado de los duelos no le intimida.

Gracias a su corpulencia, se ha mostrado poderoso en el juego aéreo y efectivo al ir al corte en categorías inferiores. Su genio y agresividad le ayudan en ambos momentos del juego. Su concentración le hace además mantener siempre una buena colocación dentro de la línea defensiva. En fase ofensiva dispone de un buen manejo de balón para ser eficaz en zona de iniciación, cualidad similar a la que demuestra Pacheco (zurdo), pero con la derecha.

Este catálogo de cualidades ha hecho que Imanol le haya citado esta temporada en varias ocasiones pese a no llegar a la mayoría de edad (cumplió 18 el 23 de abril). Fue convocado contra Málaga, Celta y Girona fuera de casa y en Anoeta frente a Rayo y Osasuna. También viajó a Milán para enfrentarse al Inter pero fue descartado a última hora y jugó con el juvenil la Youth League. En esa competición lució su virtud rematadora con dos goles, muy parecidos, entrando desde el segundo palo, en el partido de ida disputado en Zubieta contra el Inter, con resultado final de 3-3.

Su llegada a la élite viene refrendada por los técnicos que han sido partícipes de su evolución como futbolista en Zubieta, donde recaló en categoría de infantil procedente del Ostadar. Conoce el método del club. Es el prototipo de canterano. Y por si toda esa travesía por las categorías inferiores no fuera suficiente para impregnarse de la filosofía del club, se da la circunstancia de que su padre, Shanti, también llegó a jugar en la Real. Su buen rendimiento ha llamado asimismo la atención de los seleccionadores de la Federación Española y ha formado parte de los combinados sub-16 y sub-17, con el que disputó en noviembre el Mundial de la categoría. Esta misma temporada ha sido elegido por el prestigioso medio británico 'The Guardian' como una de las 60 mejores promesas nacidas en 2006.

Los pasos que viene dando el lasartearra pueden necesitar una aceleración o tener mayor margen para asentarse dependiendo de cómo quede el cuadro de centrales en la plantilla de Imanol. Con Zubeldia, Aritz y Pacheco fijos para la próxima temporada, la decisión final de Robin Le Normand sobre su futuro determinará el grado de participación de Martin en el primer equipo. Como ha sucedido con otros tantos colegas hoy ya asentados en lo más alto, el caprichoso cruce de caminos de trayectorias terminará por establecer los plazos de su irrupción profesional. Él ya ha viajado del futuro al presente. Ya no toca a la puerta. La ha derribado.