«La ilusión de la Real tiene que ser ganar campeonatos»
El dirigente txuri-urdin considera que llegar a la cifra de 37.000 socios ha sido «lo mejor que le ha pasado al club además de los resultados de este año»
La ambición marca su presidencia. No caben límites o techos en su discurso, aunque parte de la obsesión de generar las condiciones diarias donde poder ... encajar las aspiraciones y no alrevés. Bajo su mandato, de trece años ya, la Real ha superado récords como el del número de socios (37.316) o los ingresos presupuestados (136 millones) para un ejercicio.
-Ya son más de 37.000 socios. ¿Se llegó a imaginar esta cifra hace unos años?
-Creo que no se la imaginó nadie. Junto con los resultados deportivos del año pasado, esto es lo mejor que ha pasado en la Real Sociedad. La respuesta de las personas a la remodelación del Reale Arena ha sido extraordinaria. Creo que también la respuesta del equipo ha sido extraordinaria. Hay que seguir por ese camino e intentar que el ambiente que se origina en el estadio siga siendo el que es. Si puede ser, mejorarlo, pero ya es impresionante.
-Hasta el punto de tener cerca la cifra de 37.500 a partir de la cual establecerían la lista de espera.
-Hay clubes que lo establecen con un 85% del aforo. Nosotros, con 37.500, estaríamos cerca del 95%. Teniendo en cuenta que 642 entradas son para la afición visitantes y unas 300 están reservadas para personas de movilidad reducida, no nos quedan muchas. Cada año hay bajas entre diciembre y enero y vamos a tratar de que si llegamos a 37.500, que no es nada fácil, podamos hacer que la gente que quiera ser socio pueda serlo en el momento en que esas bajas se vayan produciendo.
-¿Han pensado en la opción de que se pueda liberalizar el asiento del que no va al campo de tal manera que se pueda comprar esa localidad?
-Sí y tenemos el programa para poder hacerlo ya desarrollado. De hecho, creo que lo aplicaremos esta misma temporada.
«La Real es una joya desde el punto de vista social y esa joya es de Gipuzkoa; no hay más que ver la expresión de los jóvenes»
-¿El reto está ahora en lograr mejorar la asistencia al estadio?
-La asistencia ha sido muy buena. Estamos en una pandemia, venimos de un mes de muy mal tiempo, pero hemos estado por encima de los 30.000 en varios partidos. Creo que la asistencia está siendo buena y la superación de la pandemia va a ayudar.
-La Junta aprobó las cuentas con un 99,5% de respaldo. ¿No abre la vía a la autocomplacencia?
-No es fácil tener autocomplacencia en la Real. Y sería un error. La Real es un club muy dinámico, se debe a una sociedad muy dinámica y muy transversal. Aunque haya accionsitas, la Real es de todos. Cuando piensas en las decisiones, piensas en la sociedad guipuzcoana más que en el accionista. Es muy difícil pensar en uno mismo cuando se está gestionando la Real.
-¿Dónde está el margen de mejora?
-Hay margen en todos los aspectos de la Real. En el campo de fútbol, en Zubieta, en las infraestructuras, en los resultados de los equipos... En la optimización económica seguro que también. La referencia de la Real es intentar gestionar proyectos teniendo como centro a las personas. Hay margen en competir en Europa, en intentar entrar en Champions, en ser constantes en el rendimiento...
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- ¿Los ingresos previstos de 136 millones para el ejercicio en marcha obligan a objetivos de equipo grande?
-Obligar no. Para la Real es importante referenciar esos ingresos con gastos variables. Hay que definir las ecuaciones y las incógnitas. Es muy difícil exigir a los jugadores si no les das. Es muy difícil decirle a Mikel Oyarzabal, a Martin Zubimendi, a Ander Barrenetxea, a Jon Karrikaburu o a Ander Guevara «quédate toda la vida en la Real pero no vas a poder competir por objetivos». Hay que entender que los jugadores, individualmente hablando, tengan objetivos deportivos para cumplir en sus carreras. Si nosotros nos conformásemos, nos quedaríamos sin ambición. Identificar las incógnitas de esa ecuación es importante.
«Cuando tienes un patrimonio neto o unos fondos propios de 77 millones te puedes permitir cometer errores»
-¿A qué se refiere?
-A juntar generaciones, incorporar gente adecuada, hacerlo de forma constante, que los gastos sean variables porque los ingresos son variables... Son muchas incógnitas y todas están en la ecuación. Tenemos que saber gestionar esa ecuación. Es difícil decir a una persona «da todo pero la Real no te va a dar todo». Tenemos que ir acompañando y construyendo. ¿Cómo de importante es que Mikel Merino o Álex Remiro vengan a la Real para nuestros jugadores de Zubieta? ¿Cuánta ambición nos da? O, ¿cómo de importante es que cuando se va Odegaard venga David Silva? ¿Cómo de importante es que, si la incorporación de Rafinha nos ayuda a lograr los objetivos europeos, Robert Navarro, por ejemplo, esté jugando la Champions el año que viene?
-¿Esos hitos tienen que ver con el crecimiento económico del club?
-El crecimiento económico tiene que ver con la racionalización de ingresos y gastos. Saber que hay ingresos variables que puedes destinar a gastos variables. Cuando tienes un patrimonio neto o unos fondos propios -77 millones en este caso-, como ahora, te puedes permitir cometer errores. Si una vez te equivocas, no pasa nada. Antes, cuando nos equivocábamos, teníamos que recurrir a ampliaciones de capital o a concurso de acreedores. Ahora, si nos equivocásemos tendríamos un colchón.
-Algo ven jugadores de la talla de los que ha citado para estar en la Real.
-Tenemos que ser muy buenos en la metodología para que el jugador crea en lo que la Real le ofrece. Para eso tenemos que conocer cuáles son las ambiciones individuales de los jugadores. Porque si no, un club como la Real puede pecar de tener una estructura pesada sin ambición. No son buenas incógnitas para la ecuación. Las demás sí: ambición, respeto, gastos variables, ingresos variables, juntar generaciones, ser los mejores de lunes a viernes, metodología que vaya mejorando a los jugadores en el plano individual... y conocimiento. Porque los guipuzcoanos no somos los más altos, fuertes y rápidos. Igual nosotros tenemos que afrontar el reto desde entender muy bien el juego. Esas incógnitas son las que la Real tiene que estar constantemente referenciando. Es importante ser los mejores de lunes a viernes y hacer eso de forma sostenible. Eso tiene que ver con la variabilidad de ingresos y gastos.
-Para superar este nivel de ingresos, el siguiente paso es la Champions...
-El siguiente paso es la comprensión. Que todos comprendamos lo que tenemos entre manos. Que es difícil. Saber que va a haber años buenos y no buenos, pero que igual esos no buenos son para construir. Saber que queremos estar lo más arriba posible y que tenemos ilusión de ganar campeonatos. ¡Que la ilusión tiene que ser ganar campeonatos! Si no tenemos la ilusión de ganar, no vamos a poder exigir a los jugadores.
«Es muy difícil decirle a Mikel Oyarzabal que se quede toda la vida pero que no va a competir por objetivos deportivos»
-La afición está ilusionada.
-La Real es una joya desde el punto de vista social. Basta ver la admiración de los más jóvenes por los colores de la Real. Ver la expresión de los jóvenes cuando están con un jugador. Esa joya pertenece a Gipuzkoa. A partir de ahí viene la gesión.
-¿Luce ahora el Reale Arena el aspecto que soñaba cuando puso en marcha el proyecto?
-No lo puse yo, ni siquiera solo la Real. También el Ayuntamiento, la Diputación, los patrocionadores, el Gobierno Vasco, la afición... Nos estamos dando cuenta, al tener 37.000 socios, que la r emodelación era más que quitar las pistas.
-¿Cuánto le preocupa el lanzamiento de monedas o botellas?
-Mucho, y puede acarrear el cierre del campo, o de una grada, o tener que meter menos personas, o la exigencia de requisitos... Ya hemos abierto un expediente y no vamos a parar. Pero en este apartado queremos agradecer el apoyo que tenemos desde la afición. La grada Aitor Zabaleta ya ha pedido que por favor no se actúe de esa manera.
-Desde la remodelación, el césped da más problemas.
-Pero no hay más que ver una foto de Atotxa y cómo se jugaba en los 80 para ver si tenemos que preocuparnos. La exigencia es alta, sí. Somos mucho más exigentes que hace cinco o diez años, ni te cuento si vamos más atrás. Sin duda que la reforma ha tenido que influir en aspectos como que entra menos luz o que queda más cerrado. Claro.
-¿Qué cuesta cambiar el césped?
-Depende de lo que cambies y lo que pongas. Lo de este año, unos 400.000 euros.
-¿Habrá que hacerlo todos los años?
-Pues probablemente. Pero no solo nosotros. Tienes incluso exigencias televisivas. Manchas que al jugador no le influyen, la tele no te deja tenerlas. Exige un color.
«La grada Aitor Zabaleta ya ha pedido que no se lancen objetos y lo agradecemos; es un tema que preocupa mucho»
-¿Qué importancia tienen los clubes convenidos para la Real?
-La relación con los clubes está en la mitad de la ecuación. Hay miles de niños que juegan a fútbol. Pero la educación es el denominador común de eso. En la Real tenemos 42 universitarios. La Real fomenta la educación y la formación. A partir de ahí, queremos los mejores jugadores posibles, pero a partir de ahí.
-¿Tienen una relación igual de sana con el Antiguoko?
-Igual de sana no puede ser. La Real cumple con los requisitos que quiere Gipuzkoa. Podría captar antes. pero hay una norma. Capta a partir de los 12 años por una norma foral. Si hablamos de deporte escolar hablamos de multidisciplina, de incorporación de la mujer, de una sociedad más saludable... objetivos muy por encima de la relación entre Real y Antiguoko. Les pedimos a los padres tranquilidad y paciencia. La Real va a estar con ellos y para ellos. El trabajo de la Real es para los guipuzcoanos.
-¿Por qué es bueno el acuerdo de LaLiga con el fondo CVC?
-Veremos si es bueno con el tiempo. Es una decisión de Laliga, tomada de forma corporativa. Este año nos hemos despertado con superligas, con cambios en el fútbol europeo... ¿Pero desde el consenso o la imposición? Una liga más fuerte en principio es buena para la Real.
-¿Cuánto va a percibir y cuándo?
-106 o 107 millones en tres años. La primera inyección, en enero.
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