El futuro minó el presente

Alineaciones con sorpresas. En la Real ocupaba el lateral derecho Zubeldia, Sagnan era el central zurdo para contrarrestar el juego directo navarro y sorprendía la ausencia de Guridi, con lo que Portu centró su posición, banda derecha para Barrenetxea y de delantero centro Willian José buscando un mejor juego de espaldas. Osasuna, por su parte, se olvidaba de los dos delanteros y fortalecía la zona media, con un centrocampista más.

El equipo rojillo jugó replegado, creando una telaraña por dentro que la Real no podía superar. En las bandas, tanto Barja como Rubén García realizaban ayudas permanentes a sus laterales. Los que tenían una mayor libertad ante este planteamiento eran Aihen y Zubeldia, sobretodo para centrar balones. Chocaba la Real una y otra vez con el muro planteado por Arrasate, el técnico de Berriatua planteó un partido para que pasaran pocas cosas en su área, renunciando de manera ostensible al juego de ataque pero en el minuto 20 marcó Osasuna la primera vez que pisó área tras un error garrafal de Willian José.

Movió el árbol Imanol intercambiando las posiciones de algunos jugadores que ya estaban en el terreno de juego. Portu pasaba a su posición habitual en banda derecha, Barrenetxea ocupaba la banda izquierda, donde mejor rinde, y Oyarzabal se convertía en el media punta. Naturalizó el equipo el oriotarra y mejoraron los locales antes del descanso.

Salió la Real decidida a por el empate y en la primera jugada que tuvo espacio para correr consiguió el empate. Pero los espacios no aparecen porque sí, se crean, se ocupan y aprovechan. Oyarzabal, tras una finta magnífica, dejó atrás a dos defensores y tuvo metros para correr. Conducción del '10' para fijar a Cruz y liberar a Portu que puso un gran balón al brasileño. Su peinada dejó solo a Barrenetxea, que marcó a placer. Dominaba la Real, sobre todo llegando por bandas con el murciano y el donostiarra nutridos por Oyarzabal.

Llegó el momento de los cambios, de la gestión de esfuerzos y vestuario. El mes de enero de la Real es sencillamente terrible y tengo pocas dudas de que los cambios se produjeron por esa circunstancia. Imanol sustituyó a los tres jugadores de mayor rendimiento, Oyarzabal, Portu y Barrenetxea, y eso es imposible que no se note. No hay dudas de que todo tiene su justificación y hay un seguimiento exhaustivo de las cargas de cada uno para evitar posibles lesiones, pero los cambios alejaron al conjunto txuriurdin de la victoria.

Osasuna mejoró con la entrada de Roberto Torres y Jony, obligando a jugar de manera directa a los donostiarras, donde no se sintieron nada cómodos. El empate no se movió del marcador y la Real sumó un punto que sabe a poco. Toca recargar las pilas. Con semana limpia, el sábado espera el Sevilla.