La frase de Raynald Denoueix
Taco largo ·
Adentrarse en el debate sobre si la Real Sociedad puede optar a la Liga me parece pantanoso y precipitado. Cierto que seguir líderes transcurrido ... un tercio de la Liga es algo significativo (con el asterisco de que el Madrid y el Sevilla tienen un partido menos, que tendrían que ganar, por supuesto). Pero no es menos verdad que trece partidos no son suficientes para calibrar realmente si un equipo como la Real, que no es favorito al título, está en disposición de pelear el campeonato o intentar volver a la Champions, algo que parece más realista.
Las comparaciones con el equipo subcampeón que guió Denoueix en la campaña 2002/03 comienzan a asomar tímidamente. Aquel mágico año solo me convencí de que podíamos ser campeones cuando en el último partido de la primera vuelta se mantuvo la imbatibilidad ganando nada menos que en el Calderón al Atlético de Madrid. El sueño estuvo cerca.
A diferencia de aquel año, la Real tiene ahora un mayor fondo de armario, pero disputa una competición europea en la que también quiere llegar lejos, mientras aquel equipo de los Westerveld, Xabi Alonso, Rekarte, Nihat, De Pedro, Kovacevic y compañía se centró en el campeonato doméstico. Por eso, este final de año va a ser definitivamente la prueba del algodón para el equipo de Imanol. Se aclarará el futuro europeo, con dos choques de órdago ante Mónaco y PSV, y el calendario liguero, con Valencia, Real Madrid (marcado en rojo), Betis o Villarreal nos dejará claro en Navidades cuál es realmente la pelea de los txuri-urdin.
La mejor enseñanza de aquel equipo de Denoueix la dejó el propio técnico galo en forma de frase: «El éxito no es el objetivo sino la consecuencia del trabajo bien hecho», señaló. Dijo hace poco Thierry Henry, ahora metido a comentarista, que cuando el bueno de Raynald «habla, yo me callo para escucharle». Así que toca seguir partido a partido.
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