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Celta 1 - 2 Real Sociedad

La empujas al vacío y cae sentada

La Real sobrevive a una primera parte en la que fue asfixiada por el Celta para terminar firmando de forma merecida la séptima victoria

Miguel González

San Sebastián

Domingo, 16 de octubre 2022

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A esta Real le arrojas de cabeza desde un rascacielos y cae de pie. Cómodamente sentada en un sillón. Es tal su estado de confianza actual, que todo lo que toca lo convierte en oro. Da igual que el calendario sea exigente, que tenga que jugar dos partidos por semana, que se le hayan lesionado jugadores importantes... Gana y gana y no para de ganar. Incluso haciendo entre cinco y seis cambios de un partido a otro. Este domingo con goles de Illarramendi y Zubeldia, más acostumbrados a trabajar para evitarlos que para marcarlos. Así es la plácida vida del realzale en este momento, que flota en una nube al ver a su equipo peleando por posiciones de Champions en la Liga y liderando su grupo en Europa por delante de todo un Manchester United. Imanol está rompiendo todos los moldes posibles y para muestra bien vale un botón: con ésta son siete victorias seguidas en partidos oficiales y cuatro consecutivas en Balaídos con él. Increíble.

Ahora hay una buena oportunidad de reforzar la situación liguera esta semana con los partidos ante el Mallorca, el miércoles en Anoeta, y en Valladolid, el sábado, dos equipos que sufrirán al jugar tan seguido como le ocurría a la Real de antaño. A la de ahora no hay quien le pare.

Coudet ha lanzado a Larsen, Veiga y Aspas a presionar la salida de balón guipuzcoana bien respaldados por una segunda línea de acompañamiento compuesta por Beltrán, Cervi y Rodríguez, además del lateral en el que la jugada estaba activa. La consecuencia fue que a la Real le ha costado mucho conectar con la zona de creación y ha distanciado a sus hombres de referencia, que han tardado en conectar entre ellos. De hecho, Brais, Silva y Kubo no se han encontrado hasta la media hora de juego en la acción del primer tanto. Hasta entonces ha tocado hacer una labor de resiliencia y esperar a que pasaran los minutos para que bajara el fuelle del contrario.

Pero este equipo, al que nadie le ha regalado nada, atraviesa un momento tan dulce que ya hace daño con muy poco. Y la primera llegada ha acabado dentro de la portería de Marchesín. Ha sido en una combinación en corto entre Silva, Brais y Kubo que ha servido para atraer al rival y colocar de cara al gallego, que ha visto abierto a Gorosabel en la derecha. Su centro no ha sido bien despejado por Veiga y el rechace lo ha convertido con un excelente zurdazo Illarramendi desde la frontal del área. El de Mutriku, que había salido de titular en lugar de Merino, no marcaba desde hace cuatro años en aquel empate en Leganés (2-2) con Asier Garitano en el banquillo.

Aunque sin apenas ocasiones en las dos porterías, más allá de los goles, la primera parte ha dejado cicatrices internas por el alto ritmo de juego y la intensidad con la que se emplearon los jugadores. Hasta 17 faltas ha pitado Cuadra Fernández en ese periodo, y eso que ha dejado seguir bastante el juego. Se ha librado una dura batalla cuya guerra solo podría ganar el más fuerte.

Brais, que estuvo discreto en su regreso a casa, ha puesto un balón con su guante de seda al corazón del área. Sorloth, Merino y Le Normand han cargado al primer poste, donde el Celta sabía que suele hacer daño. Pero han realizado esa maniobra de despiste para generar un espacio libre a su espalda para Zubeldia que, con los pertinentes bloqueos de éstos, ha rematado a placer de cabeza. Una jugada de estrategia que vale un triunfo.

Ahora la que presionaba arriba era la Real ante un Celta que ha parecido que era el que había tenido partido el jueves. Imanol ha dado entrada a Barrenetxea y Navarro y ha cambiado el dibujo a 1-4-3-3 para intentar aprovechar las bandas para hacer el contragolpe definitivo. Barrenetxea, Sorloth y Merino han obligado a intervenir a Marchesín mientras Balaídos entendía que la derrota era invitable. A esta Real no le mete mano cualquiera. La tiras al vacío y cae sentada. Que siga la racha...

Balaídos le debe una Liga a la Real Sociedad. Aquella que perdió en 2003 y que mereció ganar más que nadie. Pero una mala ... tarde ante un buen Celta le privó de entonar el alirón. Todas las lágrimas derramadas aquel día se han transformado después en sonrisas, ya que el vigués es uno de los feudos que mejor se le dan desde entonces con un bagaje de seis victorias y siete empates en 16 visitas frente a solo tres derrotas. Seguro que cambiaríamos todas ellas por aquella Liga, pero desde la perspectiva del presente lo importante es que la Real siempre ofrece una buena imagen allí como demuestran sus cuatro triunfos en las cinco últimas temporadas.

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