Los decepcionantes finales señalan a la unidad B

Al oriotarra no le importó no agotar el cupo de sustituciones, a pesar de que hubo jugadores que acabaron exhaustos sobre el terreno de juego. Le sobraron dos cambios por hacer. Turrientes y Zakharyan realizaron ejercicios de calentamiento en la banda durante la segunda mitad, pero finalmente no entraron al terreno de juego. Imanol decidió que era lo mejor para el equipo.

Lo cierto es que sus modificaciones apenas generaron impacto en el partido. Aritz se las arregló para mantener a buen recaudo el flanco derecho –el gol llega tras una subida de Araujo por la izquierda–, aunque el equipo perdió profundidad en ataque con la marcha de Traoré a la hora de juego. La entrada de Cho por Barrenetxea minutos después facilitó la vida de Araujo en defensa. El francés no pudo superar el muro uruguayo, aunque trató de ayudar sin balón. Sin embargo, no le dejó en buen lugar que el gol lo anotara precisamente el defensor culé.

Carlos Fernández tampoco pudo ayudar en ataque todo lo que le hubiera gustado. El sevillano cogió el relevo de un Oyarzabal que se vació en fase ofensiva y defensiva. El '9' blanquiazul entró al campo en un contexto más complicado, respaldado por compañeros a los que ya les fallaban las piernas.

El exsevillista es el único jugador de los teóricos suplentes que ha aportado un gol saliendo desde el banquillo en lo que llevamos de temporada. Sucedió justamente la semana pasada, en el partido de Copa ante el Buñol. El resto de realistas como Sadiq, Cho, Zakharyan, Turrientes u Olasagasti aún no han colaborado con goles o asistencias partiendo como suplentes.

El rendimiento de estos jugadores y la recuperación de André Silva va a resultar fundamental para las aspiraciones de los realistas, que, en días como el del sábado, va a necesitar a más de once jugadores.