

Secciones
Servicios
Destacamos
Juegan con otros colores pero son tan Real Sociedad como aquellos que visten la elástica txuri-urdin. Constituyen el cuarto equipo de la Real. ... El apellido 'cedido' no goza de la mejor popularidad en el colectivo, pero el director de Fútbol del club, Roberto Olabe, dejó claro en su comparecencia del miércoles que la estrategia de dejar –más bien promover– que sus futbolistas compitan en otros conjuntos es «una herramienta muy importante para nosotros». Tanto, que para exponer su visión holística de la estructura deportiva maneja cuatro gráficos: la plantilla del primer equipo, la del Sanse, la de la Real C y la de quienes están cedidos. «Para nosotros es casi como un equipo más», concluye Olabe.
Son una treintena los futbolistas con los que, «en base a su gestión de desarrollo, entendíamos que teníamos que dar un paso más». Todos ellos recibirán durante la temporada la supervisión cercana de los técnicos de Zubieta. Que vuelvan a la Real Sociedad depende tanto de su progresión como de la mayor o menor acumulación de talento en cada posición y categoría.
Las cesiones responden a distintas realidades. Las más sonadas son las de aquellos profesionales que salen en busca de minutos. En el mercado recién clausurado han dejado el primer equipo de la Real Martin Merquelanz, Jon Bautista, Kevin Rodrígues y Modibo Sagnan. El caso de Willian José ha sido diferente. Cesión sí, pero orientada a la venta.
Pese a la connotación peyorativa que puede adquirir este tipo de salida del club, son varios los ejemplos que indican que puede acabar en final feliz. Imanol Agirretxe jugó cedido en el Castellón en la temporada 2006/07 antes de volver y emprender una carrera prolífica que interrumpieron las lesiones. Joseba Zaldua sumó horas de vuelo en el Leganés en la campaña 2017/18 antes de adueñarse del lateral derecho de Anoeta. Jon Guridi salió temporada y media al Mirandés cuando jugaba en el Sanse (de enero de 2019 a junio de 2020) y fue una pieza importante para Imanol el pasado curso, hasta el punto de renovar este verano hasta 2024.
Otro tipo de cesiones, menos mediáticas, buscan adelantar pasos en jugadores que prometen de manera que accedan a un nivel superior al que en el momento les puede corresponder. Así llegó Mikel Oyarzabal al Eibar de División de Honor cuando competía en el Easo juvenil de la Real. Así pasó al Beasain Gorosabel siendo también juvenil de la Real, para volver a Zubieta y salir al Real Unión. Ahora disputa la titularidad en el primer equipo de la Real. Un caso similar al de Aritz Elustondo, que también jugó cedido en el Beasain siendo juvenil txuri-urdin.
Este recurso es hoy muy utilizado. El guardameta hernaniarra Aitor Fraga (2003), una de las esperanzas para que la portería realista vuelva a ser guipuzcoana, jugará en el Beti Kozkor de Lekunberri en la Tercera RFEF. En la nueva Segunda B competirán el mediapunta de la Real C Unai García (2001), en el Gernika, y el lateral derecho Beñat Almandoz (2002), en la Peña Sport. Un peldaño más arriba, en la Primera RFEF probará en Calahorra el delantero Jorge Martínez (1999).
Ocurre incluso que una determinada añada resulta tan frondosa en alguna de las categorías de base que hay futbolistas que tienen que salir cedidos, sin que aún sus potencialidades hayan explotado. Los que se encuentran ahora en este caso pueden inspirarse en el ejemplo de Xabi Prieto, obligado a jugar en el Hernani en su primer año como juvenil ante un overbooking de 25 futbolistas en el equipo de la Real de la campaña 1999/2000.
Con todo, la Real no pierde de vista a los integrantes de su cuarta unidad, integrados en ese gran puzzle de sucesión trabajado año a año por su dirección deportiva con el objetivo último de dotar de los mejores recursos posibles a la punta de la pirámide realista: su primer equipo. «Este club es formador, no fichador», reiteraba esta semana Roberto Olabe con sus cuatro mapas proyectados en la pantalla expuesta a los medios de comunicación.
Mientras una serie de técnicos se dedican a ver fútbol «ahí fuera» para estar preparados por si hay que acometer algún fichaje, otros vigilan de cerca la evolución de aquellos que merecieron jugar en Zubieta y, por circunstancias, se curten fuera como cuarto equipo de la Real Sociedad.
Uno de los nombres que figura en el mapa de cedidos de la Real se desmarca claramente de la fisolofía del club en este tipo de operaciones. Willian José jugará técnicamente cedido en el Betis esta temporada, pero no en base a un criterio de «desarrollo», ni con un horizonte de retorno a Zubieta. Las circunstancias del mercado han motivado que su salida no pueda acometerse a través de un traspaso ahora, pero la opción de compra obligatoria del Betis marca que el futuro del brasileño está lejos de la Real Sociedad. La suya es la excepción que confirma la regla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La Unidad de Trasplantes de Valdecilla, premio Cántabro del Año
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.