El 'cohete' Isak ensombrece a Willian José
El delantero sueco, imparable en el último mes, sigue en estado de gracia. La eclosión del nórdico coincide con los peores días del brasileño, desaparecido en un derbi en el que fue titular
El derbi más descafeinado de los últimos tiempos duró 35 minutos. El choque, el de verdad, empezó en el minuto 55, momento en el ... que Alexander Isak, el hombre del momento, entró al terreno de juego en lugar de un Willian José desaparecido. La proximidad de los partidos de ida de semifinales de Copa condicionó el ritmo de un encuentro extraño, en el que incluso le costó horrores a la propia afición entonarse.
Pero antes de la entrada del ariete sueco también hubo vida en el área rival. Poca, pero hubo. Que la tarde iba a ser un poco 'tonta' para Willian José se percibió cuando el speaker de Anoeta anunció su presencia en el once por megafonía, algo que provocó división de opiniones entre los 36.730 aficionados que abarrotaron el estadio realista. Aplausos y algunos silbidos. Tónica que se repitió en los 10 primeros minutos, porque luego el respetable se centró más en animar y no tanto en reprochar. Era su primera titularidad -y sus primeros minutos ante su afición- desde que se negase a jugar ante el Espanyol en Copa.
El concurso del brasileño fue más bien mediocre. Fue la punta de lanza del ataque, donde estaba flanqueado por Portu y Oyarzabal, y estuvo falto de chispa, desubicado por momentos. Su primera aparición con algo de peligro llegó en el minuto 8, con un buen pase atrás para Portu, quien se encontró con una gran mano de Simón. Es la acción que se inició con un excelso taconazo de Merino. Pocos minutos después, en el 12, Yeray tapó un violento disparo suyo desde la frontal tras haberse girado con maestría para zafarse de los defensores.
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Le puso ganas
El de Porto Calvo, al que aún le queda trabajo para ganarse el perdón de toda la familia realista, participó en otras dos acciones que llevaron peligro al área rival. En el minuto 19 no llegó por muy poco a un centro raso de Oyarzabal que llevaba música, pero le faltó capacidad de reacción para atacar ese balón un segundo antes. En el 24 encontró otra vez por fuera a Portu con un buen servicio en profundidad. El ex del Girona envió un medido pase raso al centro del área al que no llegó por milímetros Sangalli.
Más allá de estas intervenciones, poco o nada. Corrió hacia atrás para echar una mano en fase defensiva, intentó colaborar en la construcción del juego... pero no está. Recuperarle para la causa va a ser otro de los grandes retos de Imanol en este segundo tramo de temporada.
Un gol cada 86 minutos
Pero la película cambió drásticamente en el 55. El brasileño se marchó a la ducha y en su lugar entró Isak, un joven atacante de 20 años que ha roto definitivamente en crack. El estadio se cayó cantando su nombre. El espigado delantero nórdico está tocado por una varita mágica, le sale -casi- todo. Con el tanto que marcó ayer ya suma 14 entre Liga y Copa, con un espectacular promedio de una diana cada 86 minutos.
El ingreso al verde del ex del Borussia Dortmund metió el miedo en el cuerpo a Yeray y Núñez, que nunca supieron cómo pararle. El sombrero con el que se libró dentro del área de Yeray levantó de sus asientos a todos los espectadores, aunque después remató mal y el balón se marchó fuera. Era el minuto 61 e Isak ya había avisado previamente con un remate cruzado que se marchó muy cerca del poste -le habían señalado fuera de juego-.
En el 65 bailó en el área a Dani García con una filigrana 'ronaldinhesca' y sirvió, desde la línea de fondo, en bandeja el primer gol de la tarde a Portu, que no perdonó delante de Simón. 1-0 y delirio en las gradas del Reale Arena. Después, a pesar del jarro de agua helada que supuso el empate de Williams, el sueco siguió a lo suyo. Hizo muchísimo daño al espacio con su movilidad y su velocidad.
Y no se podía marchar a su casa sin estrenarse como goleador en el gran derbi vasco. Januzaj encontró en un pasillo imposible a Portu en profundidad y este, de tacón, le devolvió el favor del primer tanto. Isak ajustó su remate pero se encontró con Unai Simón, un portero con mayúsculas. En el rechace no falló y subió el 2-1 al marcador. Locura.
El epílogo a su brillante actuación fue una tarjeta amarilla en el barullo que se formó tras la entrada criminal de Muniain a Oyarzabal. Dentro de unos años se recordarán estas semanas de furia de un delantero que va camino de hacer historia como txuri-urdin.
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Portu recupera su fuego e incendia el derbi
Trabajo, trabajo, trabajo... y gol. Portu volvió a meterse a la afición realista en el bolsillo. Al extremo de Beniel no se le veía muy fino últimamente, pero ayer se encargó de recordar a todo el mundo que no ha perdido ni un rescoldo de su llama.
En la primera parte fue uno de los más destacados, pero fue en la segunda cuando se salió. Un gol, el que abrió la lata, y una asistencia de genio a Isak en el 2-1. Más no se le puede pedir. El murciano, todo un carácter en el verde, se las tuvo tiesas con Capa, con quien tuvo un pequeño rifirrafe que concluyó en amarilla para los dos.
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