Un centro del campo nuevo para San Mamés

La intensidad y el despliegue físico del rival que espera mañana demanda una medular capaz de igualar su nivel físico para generar a partir de ahí el fútbol necesario. Martin Zubimendi y David Silva, indemnes del derroche del jueves, vienen a garantizar el equilibrio y la creatividad respectivamente en la vuelta al esquema habitual de un 1-4-3-3 con las tres alturas ya clásicas en el centro del campo. Los dos formaron parte del histórico once inicial de la final de Copa contra el mismo rival que presenta hoy las mismas armas que entonces.

Se da la circunstancia de que tanto Zubimendi como Silva atraviesan uno de sus mejores momentos de forma de la temporada tras haber tenido que interrumpir ambos su trayectoria en distintos momentos por molestias físicas. El pasado domingo cuajaron una gran actuación en el Reale Arena contra el Granada y tras gozar de un respiro entre semana, se presentan al derbi con el cuchillo entre los dientes.

Merino les ha acompañado la mayoría de las veces en la sala de máquinas. Es el navarro un fijo para Imanol, quien llegó a bautizarle como «el mejor jugador de la liga», aunque las circunstancias del momento conspiran para, al menos, cuestionarse lo que normalmente es incuestionable: la conveniencia de dar un descanso al '8'. Al igual que Rafinha –sustituido en el minuto 77–, terminó fundido el duelo de Leipzig, dolorido de una mano y con golpes varios, a lo que hay que añadir que a la vuelta de la esquina –próximo jueves– espera la resolución de la eliminatoria de Europa League.

La no comparecencia de Merino sería inverosímil de no haber recambios de garantías para el enfrentamiento que llega, pero esta vez la figura de Jon Guridi emerge con fuerza. El míster ya recurrió a él en el choque contra el Getafe, con algunas similitudes respecto al que afronta mañana, y desde entonces ha tenido casi un mes para ganar condición física después de una larga lesión. Como al resto de realistas de pro, al azpeitarra le motiva sobre manera el escenario del derbi, donde ya sabe lo que es brillar con luz propia. Lo hizo en la última victoria allí, el día Nochevieja de 2020.

Guridi es una buena opción, pero no la única. Guevara y un Illarramendi que anuncia su irrupción inmediata en la ruleta de los minutos habilitan igualmente la opción de refrescar el centro del campo para un duelo en el que la presión en esa zona de creación se antoja asfixiante.

Las posibilidades que se le abren al staff técnico en esta posición denotan la amplitud de plantilla de esta Real diseñada para competir en distintos frentes. Las bajas, sin embargo, se concentran en el frente ofensivo, donde se abre una disyuntiva entre renovar parcialmente el ataque o reeditar la presencia de los delanteros que se batieron el cobre en Alemania.

La prioridad desde la misma noche del jueves consiste en lograr la mejor recuperación posible del tridente formado por Oyarzabal, Portu y Sorloth, difícilmente sustituible para San Mamés. Con Januzaj y Barrenetxea descartados por lesión, y ante la duda de Isak, los tres atacantes se esmeran en recobrar su mejor tono físico en tiempo récord.

Tanto Portu como Mikel Oyarzabal y Alexander Sorloth completaron ayer la habitual sesión de recuperación tras disputar el jueves todo el partido –el eibartarra fue sustituido en el 94–. Los tres se sometieron a un gran desgaste el jueves y regenerar sus aptitudes físicas en su caso viene siendo la prioridad de la Real desde ayer, pasando por la jornada de hoy –con entrenamiento en Zubieta al mediodía– y la de mañana incluso hasta la hora del derbi (21.00 horas). De sus sensaciones en las próximas 24 horas dependerá, en buena medida, la decisión que tome Imanol sobre el once inicial en Bilbao. La planificación del viaje de vuelta de Alemania ha respondido a motivos estrictamente deportivos. Descansar en Leipzig la noche del jueves, invertir la mañana de ayer para activar la recuperación y volar con el cuerpo menos agarrotado para proseguir el descanso en casa han perseguido tener a los futbolistas en las mejores condiciones físicas.

Mientras tanto, la alternativa de Nais Djouahra gana enteros en caso de que sea necesario revitalizar la vanguardia txuri-urdin. El franco-argelino, un fijo con el primer equipo desde la baja de Barrenetxea, fue uno de los que con más intensidad se ejercitó en la sesión matinal de ayer ante la inminente opción de poder tener minutos en una cita tan especial como la del derbi de San Mamés. Ander Martín también se postula como posible extremo y queda por ver si Imanol recluta para el entrenamiento de hoy más potrillos. Lobete o Karrikaburu están disponibles para reforzar la convocatoria, aún a sabiendas que causarían un vacío en el Sanse, que juega esta noche en el Reale Arena contra el Málaga. Se podría dar incluso el supuesto de que estos futbolistas se sentaran en el banquillo de Xabi Alonso hoy y viajaran mañana a Bilbao a las órdenes de Imanol.

En cualquier caso, y aunque se prevé que Gorosabel y Aihen también den aire a la alineación, la reconstrucción del equipo tras la batalla de Alemania se inicia desde el centro del campo, donde el técnico oriotarra podrá cambiar todas las piezas si así lo considera.