Real Sociedad - Athletic: El aplazamiento de la final de Copa hasta la próxima temporada choca con las directrices de la UEFA
El organismo europeo dice que las asociaciones tienen que terminar sus competiciones antes de la apertura del próximo mercado de fichajes
La final de la Copa del Rey sigue en un limbo del que parece no escapar. Desde que la primera fecha oficial fijada para ... su disputa, la del pasado sábado día 18, fue superada por la crisis del coronavirus los escenarios sobre su celebración han sido muchos y diversos, pero ninguno con la suficiente solidez como para ser tenido en consideración en un panorama tan incierto como el actual.
Inicialmente se retrasó hasta el 31 de mayo en la confianza de que la pandemia se hubiera controlado para entonces. Esta fecha contaba incluso con la conformidad de la Casa Real, que había dado su beneplácito, pero enseguida se comprobó que la Covid-19 lo iba a impedir conforme se iba extendiendo. Después se habló de jugarla el 5 de agosto, justo en el límite que pedía la UEFA a las Federaciones para conocer los participantes en las competiciones europeas de la próxima temporada, ya que la Copa da un billete para la Europa League.
Sin embargo, tras el dominó de eventos deportivos que se han ido suspendiendo, también se comprobó que disputarla en esa fecha con público era una quimera. Así que luego se dijo que levantaría el telón del curso que viene en España, al estilo de como lo hacía tradicionalmente la Supercopa, pero tampoco despejaba demasiado el panorama cuando desde Italia no se plantean encuentros con público hasta marzo de 2021. La posibilidad de jugarla la próxima temporada responde a esa ilusión de celebrarla a puerta abierta, aunque ahora mismo colisiona con la UEFA.
Federación, Junta, los clubes...
La voluntad para que se juegue con público es unánime, pero ese anhelo choca de frente con la cruda realidad. Los clubes quieren cumplir el deseo de sus aficionados de ser partícipes de un día histórico y pelearán por ello, no es para menos. La Junta de Andalucía, que ha pagado mucho dinero para que La Cartuja acoja las cuatro próximas ediciones de la final de Copa, también apuesta fuerte por esa posibilidad y no se plantea jugarla a puerta cerrada. Lo mismo que la Federación Española, que defiende su principal competición.
Sin embargo, el aplazamiento para la próxima temporada choca de entrada con las directrices que la UEFA ha dado a sus 55 asociaciones en las últimas semanas. El máximo organismo europeo ha maniobrado rápido de la mano de las ligas profesionales y la Asociación de Clubes Europeos (ECA) para buscar escenarios que permitan terminar las competiciones, tanto las ligas como las copas. Aunque la gran prioridad son las primeras, que son las que concentran la mayor parte de los ingresos por derechos televisivos. Solo en LaLiga los clubes se juegan alrededor de 700 millones de euros de completar las once jornadas que faltan a no hacerlo.
La Federación, la Junta de Andalucía y los clubes quieren jugarla con público y se abren a la posibilidad de hacerlo el próximo curso
Voluntad
Dice a las federaciones que las competiciones deben concluir antes del próximo mercado, aunque las fechas de este serán flexibles
UEFA
UEFA ha reiterado que las finales de Champions y Europa League se jugarán a puerta cerrada si no pueden hacerse con público
Competiciones europeas
La primera medida de la UEFA fue eliminar las fechas destinadas a los partidos internacionales de selecciones y aplazar la Eurocopa al año que viene, con lo que en la práctica liberaba el calendario en junio y julio para la disputa de los torneos domésticos, dejando agosto para Champions y Europa League.
Después se mostró flexible para que cada país pudiera tener ritmos diferentes en función del grado de afección de la pandemia, con la condición de que para mitad de agosto cada asociación le diera el listado de clubes que jugarían la próxima temporada en Europa. Sobre el terreno esto suponía un margen de maniobra mayor para terminar los torneos más allá de esa fecha. Pero siempre ha establecido un límite que no puede rebasarse: la apertura del próximo mercado de fichajes. Y esto choca con la celebración de la Copa del Rey en la temporada 20/21.
Contratos y mercado
Los movimientos de la UEFA recibieron el respaldo de FIFA hace tres semanas, cuando Gianni Infantino recomendó que se alargasen los contratos de los futbolistas más allá del 30 de junio hasta que acaben las competiciones y anunció que también se adaptaría la ventana del mercado de fichajes de verano en función de cuándo finalice el curso. «La epidemia de la Covid-19 ha cambiado todas las circunstancias objetivas en torno al fútbol y la FIFA quiere adaptarse a esa nueva realidad», afirmó entonces el presidente.
De este modo, la FIFA pide que el año contractual siguiente empiece con el inicio de la próxima temporada. La culminación de este curso y el comienzo del 20/21 depende de que los gobiernos den antes luz verde al fútbol, y éste es un factor que nadie controla, aunque en España está más cerca después de los 200 millones que LaLiga cederá en cuatro años al Gobierno para que reparta entre las federaciones deportivas. Ante esta situación, la FIFA se ha abierto a adaptar el periodo de inscripción de jugadores «entre el final de la temporada actual y el inicio de la próxima».
Las directrices actuales de la UEFA a día de hoy son que todas las competiciones tienen que concluir antes de la apertura del próximo mercado de fichajes. De otra forma, se abriría una serie de interrogantes de difícil respuesta. ¿Qué jugadores podrían jugar la final? ¿Los nuevos fichajes estarían habilitados para ello? ¿Y los que cambien de equipo? Y no hay que olvidar que todos los países se encuentran en una situación similar respecto a sus torneos de Copa, ninguno de los cuales se ha completado hasta ahora.
Otras finales
El acuerdo alcanzado el pasado sábado entre LaLiga, la Federación Española y el Consejo Superior de Deportes es una declaración de intenciones en el sentido de que la final se dispute a puerta abierta, pero nada más. La Federación es la encargada de proponer la fecha, pero no hay que olvidar que la UEFA es la que debe validarla en última instancia. Y salvo que cambie de postura, ahora mismo sus directrices van en otra línea.
Es más, el organismo del fútbol europeo también tiene un dilema importante con sus dos competiciones, la Champions y la Europa League, que se deben completar cuando acaben las ligas, en principio en el mes de agosto, y quiere que sus finales se jueguen con público, aunque ya ha anunciado que si no es posible se disputarán a puerta cerrada. Tendría que ser muy generosa para permitir que la Copa del Rey sí lo haga.
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