Será que somos así: la Real está hoy en el bombo de semifinales, deberíamos estar encantados de la vida porque el equipo ha sabido sobreponerse ... a un momento complicado por las lesiones que le están castigando, y resulta que estamos temblando al ver que el Athletic va en cohete dando por hecho que después de cuarenta años por fin va a levantar un título. Dar por supuesto que el Athletic va a tener más hambre que la Real y que va a jugar mejor a fútbol es tener poca memoria.
Se nos olvida que no hace tanto esta Real quedó primera de un grupo terrible en la Champions, siendo el equipo menos goleado de la fase de grupos y que pese a que este equipo ha estado enfadado con el gol durante el último mes sigue incrustado en la zona alta en Liga. Es, de hecho, junto al Atlético, los únicos equipos que todavía pueden ganar Champions, Liga y Copa. Es tan exagerado como real.
Para dejar de mirar al otro lado, no está de más recordar que la Real sigue siendo competitiva y que seguro cuando arrancó la Copa hubiéramos firmado unas semifinales con otros tres rivales en los que ninguno de ellos fuera el Real Madrid y el Barcelona.
La Real, por si se nos olvida, sigue siendo capaz de jugar partidos con personalidad, con fútbol medido y pocas contemplaciones para la galería. También es capaz de jugar sin mirar atrás, con un fútbol vibrante. Esta Real es capaz de jugar posicionada, ocupando las zonas importantes del campo y con un estilo sobrio. Eso nunca falta. Su juego brillará más o menos dependiendo de lo inspirados que estén sus jugadores pero la solidez de su estructura es total, así que ningún rival va a ganarle fácil en una eliminatoria de ida y vuelta. Ninguno. Nos han dado tantos argumentos para creer que no veo ningún motivo para no seguir creyendo que otra vez puede ganar la Copa.
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