Florencio Domínguez: «Julio Iglesias Zamora nos aconsejó que el visitante pueda entrar al zulo en el que estuvo secuestrado»
Director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Vitoria ·
«Una señal de éxito del Memorial sería que sirviera para que las generaciones jóvenes se informen y reafirmen su compromiso con la defensa de los derechos humanos»El Memorial de las Víctimas del Terrorismo ubicado en Vitoria ultimaba esta semana los detalles de su inauguración, este martes, en presencia de los Reyes ... y del presidente del Gobierno. Florencio Domínguez, director del Centro, llamado a ser referente en el recuerdo de la barbarie y en respaldo a las víctimas de todas las violencias terroristas, asegura que el resultado final del proyecto «es bastante mejor que la idea original». El Museo abrirá las puertas al público el miércoles, tras casi cinco años de trabajo y su gestación en 2011, para que el visitante pueda recorrer los 700 metros cuadrados de exposición permanente entre los que destaca la reproducción del zulo de Ortega Lara e Iglesias Zamora. Fue justamente el industrial donostiarra, que lo ha visitado en dos ocasiones, quien aconsejó a sus creadores que el visitante debe entrar al habitáculo para conocer «cómo era realmente de espantosa la experiencia de los secuestrados».
–Por fin se va a inaugurar el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo después de muchos aplazamientos acumulados.
–El único retraso que ha habido ha sido el provocado por la pandemia que obligó a interrumpir los trabajos de montaje de la exposición. Lo demás, aunque en algunas ocasiones se han anunciado fechas, no había nunca un día establecido de inauguración. La rehabilitación del edificio costó más tiempo de lo previsto porque el interior estaba en unas condiciones peligrosas para trabajar. Y eso obligó a ralentizar los trabajos.
–Se va a cumplir una década desde que se aprobó la ley para su gestación. ¿No son muchos años?
–No. Son diez años desde que se aprobó la ley, pero no tantos desde que se creó la fundación. La ley se aprobó en 2011 y coincidió con la fase inicial de una crisis económica muy potente que llevó al Gobierno a adoptar medidas que evitaran el crecimiento del gasto. Entonces se decidió que no se creaba ningún organismo nuevo y además que se cerraban otros, y eso retrasó constituir la fundación hasta 2015 y no se echó a andar de forma efectiva hasta 2016.
–¿En qué consistirá el acto de inauguración?
–Primero se hará una visita y luego se celebrará un acto, que no será muy largo, en el salón de actos del Memorial. Si no hay modificación del protocolo está previsto que hable el Rey, el presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, y yo mismo como director.
–¿El Memorial es un proyecto de Estado?
–Sí, porque fue creado con la ley 29/2011, que fue aprobada por una insólita unanimidad tanto en el Congreso como en el Senado. En el artículo 57, en el que se crea el Centro Memorial, se establece que su sede estará en Euskadi. Esa decisión de los legisladores tiene mucho que ver con que el terrorismo de ETA haya sido, durante décadas, el dominante, el que más daño ha causado y el que más capacidad de desestabilización ha tenido. En los últimos años ha aparecido un terrorismo nuevo, el yihadista, también con una gran capacidad letal y que también hay que tener presente.
–¿Cuánto dinero ha costado el Memorial?
–La gestión de la rehabilitación y puesta a punto del Memorial pueden ser en torno a los 5 millones de euros. A eso hay que añadir otro millón, en números redondos, que ha costado montar toda la exposición, equipamiento, mobiliario, instalaciones y algunas cosas más que ha habido que hacer por requerimientos del Ayuntamiento de Vitoria, al tratarse de un edificio público.
–¿Es el centro de la memoria que pensó cuando se embarcó en este proyecto?
–Creo que es bastante mejor que la idea original. En un primer momento pensábamos en un museo más convencional, más clásico, pero tras el contraste de opiniones que hemos tenido con especialistas y las visitas que miembros del equipo han realizado a memoriales europeos, ha hecho que resulte mejor que el primer borrador.
–¿De quién tiene influencia?
–En Europa lo que hemos visto han sido memoriales del holocausto. No hay centros dedicados al terrorismo. Hay monumentos, pero no un memorial con exposición permanente, centro de estudios y que además se dedique a investigar.
–¿Qué tarea tiene el Memorial en el tipo de sociedad al que vamos, donde parece que se instala el olvido como algo natural?
–Lo que queremos es llegar a un 50% de la sociedad que, según el Euskobarómetro, opina que hay que pasar página y olvidarse del pasado de violencia. Queremos que esa mitad también se detenga a reflexionar un momento. A pesar de esa opinión dividida, creo que hay una sociedad deseosa de tener información y de afrontar el pasado, ver y leer sobre lo que ha ocurrido.
–¿Qué consideraría un éxito del memorial?
–No nos hemos puesto a pensar en número de visitas, pero nos gustaría que vinieran, sobre todo, muchos jóvenes de escuelas y colegios, a ser posible con su profesor y que al finalizar el recorrido pudieran dedicar un rato a reflexionar y a hacer algún tipo de ejercicio. Nuestro deseo es que el Memorial pueda servir para que las generaciones jóvenes, que afortunadamente no han conocido de cerca el terrorismo, se informen y se reafirme su compromiso con la defensa de los derechos humanos. Eso sería una señal de éxito.
–En el capítulo del relato, ¿qué papel debe jugar el Memorial?
–Desde que empezamos a funcionar tenemos una actividad intensa en investigación y en publicación de libros y de informes. Queremos que nuestro trabajo motive a otras personas en otros ámbitos como el audiovisual y se multiplique la difusión de los contenidos sobre los que trabajamos.
–¿Cuáles son las joyas del Memorial?
–Hay tres elementos relevantes. El audiovisual conformado por los vídeos domésticos de una serie de víctimas, que las humaniza, les pone cara, les pone en su contexto familiar y privado, para que el visitante tome conciencia de lo que destruyó el terrorismo. Otro audiovisual es el de víctimas que cuentan de forma breve su experiencia vital. Se trata de transmitir al visitante la experiencia directa de las víctimas para que el terrorismo no se vea como algo lejano o que solo aparece en los periódicos o en los telediarios, sino que es algo que ha condicionado la vida de muchas personas de manera dramática. En esa línea también está la reconstrucción del zulo de Ortega Lara para que el visitante pueda hacerse una idea precisa de lo que ha supuesto no solo este caso, sino todos los secuestrados que, con más o menos tiempo, han permanecido en cautividad en condiciones penosas y deplorables en todos los casos.
–¿Qué sintió usted cuando entró en ese habitáculo?
–La sensación de que nunca podrás vivirlo como lo han vivido las dos personas que han estado en ese mismo zulo, Julio Iglesias Zamora y Ortega Lara.
–¿Alguien podría pensar que se incurre en cierto morbo al permitir al visitante entrar en el zulo?
–Cuando se descubrió el zulo en Mondragón fue visitado por muchas personas y nadie tuvo la sensación de que fuera un espectáculo. Se quería conocer cómo era realmente de espantosa la experiencia que habían vivido los secuestrados. Nosotros queremos hacer algo parecido, que se difunda y se conozca en la sociedad.
«El único retraso ha sido el provocado por la pandemia que obligó a interrumpir los trabajos de montaje de la exposición»
apertura aplazada
–¿Ortega Lara e Iglesias Zamora han visitado el Memorial?
–Julio Iglesias Zamora ha venido en un par de ocasiones, antes de que estuviera hecho el montaje de la exposición y después. Y nos dio algunos consejos que nos parecieron interesantes. Además, su testimonio está en la audioguía del espacio dedicado a secuestros, donde recuerda lo que supuso el lazo azul y muestra su agradecimiento a los que organizaron aquellas movilizaciones.
–¿Qué les dijo sobre la reproducción del zulo?
–La primera vez nos insistió en que el zulo tenía que ser visitable, que la gente que viniera pudiera entrar en él. En ese momento estábamos dudando si era conveniente o no que la gente entrara en el zulo. Y la opinión de Julio Iglesias fue decisiva para convencernos de que sí. Nos pareció que su criterio era adecuado y acertado, y asumimos que se debía visitar en grupos pequeños y de forma guiada. También nos sugirió que bajáramos la intensidad de la luz para que se ajustará mejor a la que tenía el zulo de Mondragón. Otra observación suya, más difícil de conseguir, fue que tratáramos de generar el clima interior de un espacio cerrado, sin ventilación, con mucha humedad y con un aire viciado para que fuera más real...
«Creo que hay una sociedad deseosa de tener información y de afrontar el pasado, ver y leer sobre lo que ha ocurrido»
frente al olvido
–¿Emociona visitar algunas partes del recorrido?
–Hay algunas personas que han venido más de una vez y comentan que en algunos sitios han sentido más emoción que la primera vez, por ejemplo al oír de nuevo algunos testimonios.
–¿En su caso qué es lo que más le conmueve?
–El vídeo de la sala 'Espacio memorial' donde se combinan imágenes de los lugares de los atentados con voces de víctimas de esos atentados tiene mucho impacto. No deja indiferente a nadie.
–¿De qué parte del proyecto se siente más orgulloso?
–De haber podido recopilar de un sitio y de otro las 200 piezas que se muestran en la exposición, de origen diverso, algunas de procedencia familiar, otras institucionales y otras cedidas por los jueces.
–¿Ha sido una tarea costosa?
–Primero pensamos qué podíamos necesitar y segundo dónde podríamos encontrarlo, y después conseguir que quien tenía esa pieza, esa carta, nos la cediera.
–¿Las cartas son objetos cedidos por las propias víctimas o proceden de incautaciones?
–Tenemos cartas escritas por dos víctimas durante su secuestro, cartas personales de Joseba Pagaza y otras de terroristas del 11-M o de ETA. Algunas estaban en poder de la Audiencia Nacional y otras en manos de particulares.
«Será una muestra viva, se irá actualizando. Lo que no hemos podido mostrar ahora intentaremos tenerlo para otra ocasión»
200 piezas
–¿Hay algo que se hayan quedado con la pena de no haberlo podido mostrar?
–Como queremos que sea una exposición viva y que se actualice con el tiempo, las cosas que hoy no tenemos en el museo, intentaremos tenerlas para otra ocasión.
–¿Cuándo llegará al Memorial la documentación incautada a ETA en Francia?
–Algunos documentos ya los tenemos y otros llegarán cuando hayan cumplido su función judicial o al menos se hayan examinado.
–'Once de Marzo' es la primera muestra temporal que se va a poder ver. ¿Llegará también 'Gregorio Ordóñez. La vida posible'?
–La de Gregorio Ordóñez será una adaptación, porque es demasiado grande para la capacidad de la sala de exposición que tenemos, y llegará para finales de año.
–¿Y la escultura que va a crear con el metal del achatarramiento de armas de ETA que se llevó a cabo en Valdemoro?
–De momento tenemos bajo custodia y a disposición del Memorial 1.300 kilos del material fundido. En un determinado momento pondremos en marcha el proyecto para convertirlos en una escultura.
«El Gobierno Vasco, a través de Gogora, ha ofrecido una colaboración plena»
–¿Es un acierto dedicar el Memorial a todos los terrorismos?
–Sin duda. La única limitación es temporal. El punto de partida es el atentado de junio de 1960 en la estación de Amara en San Sebastián. A partir de ahí, todas las víctimas del terrorismo, tanto dentro como fuera de España, entran en el ámbito del centro memorial.
–¿Echa en falta mayor implicación o entusiasmo del Gobierno Vasco en el Memorial?
–El PNV aprobó con sus votos en el Congreso y el Senado la creación del Memorial, el Gobierno Vasco participa en los órganos de gobierno de forma cualificada, tanto en el patronato como en la propia comisión ejecutiva. Y el Gobierno Vasco, a través de la consejería de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales y el instituto Gogora, ha colaborado y nos ha cedido algunos elementos que les habíamos solicitado para la exposición, con una colaboración plena. Cuando les hemos requerido algún apoyo no habido ninguna duda y nos lo han prestado.
–Gogora prepara un Memorial de las víctimas de ETA, los GAL y la Guerra Civil, ¿les están contraprogramando?
–Gogora tiene un ámbito compartido con nosotros y otros ámbitos que a nosotros no nos corresponden. Del Memorial que se va ha hacer en Gogora, la información que se nos ha transmitido es que es complementario.
–Estaba previsto crear en Madrid un Memorial dedicado a las víctimas del yihadismo.
–Sí, pero hasta que no se terminara este Memorial no tenía sentido ponerse abrir un segundo frente. Una vez que se establezca y se consolide el de Vitoria, se volverá a ver que se puede hacer para relanzarlo.
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