Urkullu y Podemos tratarán de acercar posturas para ampliar sus acuerdos tras el verano
Ambas partes están dispuestas a explorar hasta dónde puede llegar la sintonía porque tienen necesidades que les empujan al diálogo
xabier garmendia
Martes, 10 de agosto 2021, 06:43
Si hubo un acontecimiento que marcó el final del curso político vasco fue el primer gran acuerdo de la legislatura entre el Gobierno vasco y ... la oposición. En una maniobra que le valió las críticas del resto de grupos, Elkarrekin Podemos-IU se desmarcaba de EH Bildu, PP+Cs y Vox al pactar la 'ley antipandemia' con PNV y PSE. Un entendimiento largamente engrasado, con negociaciones al más alto nivel entre Iñigo Urkullu y Miren Gorrotxategi, que bien puede haber marcado un punto de inflexión en este mandato de mayoría absoluta. Porque ambas partes están dispuestas a explorar hasta dónde puede llegar la sintonía y se fijan como horizonte un otoño de múltiples negociaciones.
Los dos tienen necesidades que les empujan hacia el diálogo. Por un lado, el Ejecutivo autonómico busca un socio preferente con el que pueda contrarrestar las recurrentes acusaciones de «rodillo» por su mayoría de 41 escaños sobre 75 en el Parlamento vasco. Frente a las posturas más duras de abertzales y populares -Vox ni siquiera se reúne con el lehendakari-, la coalición morada emerge como la candidata idónea. No tanto en términos cuantitativos -tiene seis asientos- como cualitativos, ya que permite abrir una brecha en el bloque de izquierdas y arrinconar a Bildu, que busca reivindicar su papel como principal alternativa de gobierno en Euskadi.
La coalición morada busca ganar protagonismo frente a las encuestas a la baja y desmarcarse de Bildu
estrategia
Por su parte, Elkarrekin Podemos-IU se encuentra en una búsqueda permanente de su sitio en la política vasca. Las elecciones del año pasado supusieron un fuerte mazazo para su proyecto político -perdió casi la mitad de sus representantes- y, por si fuera poco, laminaron las ya de por sí ínfimas posibilidades de un tripartito de izquierdas al quedarse la suma con Bildu y PSE por debajo de la barrera de los 38 escaños. Los sondeos vaticinan que la sangría aún no se ha taponado -el Sociómetro predice una caída desde los seis a los cuatro aforados-, así que el grupo liderado por Gorrotxategi se ha lanzado en busca de un papel protagonista bajo el lema de la «utilidad».
En esa estrategia se enmarcó la fallida negociación de los Presupuestos de este año. Unas conversaciones contrarreloj que acabaron sin acuerdo, pero que al menos sirvieron de ensayo para fraguar meses después el pacto en torno a la 'ley antipandemia'. Gorrotxategi anunció su disposición desde el comienzo e incluso se hizo la foto con Urkullu para demostrar que no iba de farol. El acuerdo llegó, pero la portavoz del grupo fue más allá y anticipó desde entonces su intención de que la «impronta» morada quede reflejada en otras iniciativas de la larga agenda legislativa del Gobierno vasco.
Reclamará una reforma fiscal y compromisos de tipo político más allá de unas Cuentas expansivas
negociación presupuestaria
La prueba del ocho llegará al inicio del próximo curso. La negociación más trascendente será la de los Presupuestos de 2022. El Consejo de Gobierno no aprobará su proyecto hasta el 26 de octubre, pero las directrices del consejero Pedro Azpiazu ya están sobre la mesa. Por lo pronto, su anunciado carácter expansivo, con un aumento del endeudamiento, va en la línea de los planteamientos de Podemos. Sin embargo, la entente de izquierdas volverá a reclamar una reforma fiscal y compromisos políticos más allá de los números que pueden complicar el margen de acuerdo con el Gabinete Urkullu.
Reforma del Estatuto
Al mismo tiempo, de forma paralela, el Parlamento se volcará en la tramitación de varios proyectos de ley del Gobierno vasco. Y ahí la coalición morada también observa posibilidades de influir, sobre todo en normas de corte ecologista, todo un puntal en su programa. Son dos en concreto: la Ley de Administración Ambiental y la de Conservación del Patrimonio Natural. Para ambas ya ha presentado una batería de enmiendas como avanzadilla a la negociación. Los de Gorrotxategi también quieren abrir un proceso de conversaciones en torno a la Ley de Salud Pública que el Ejecutivo mandará a la Cámara antes de fin de año.
Elkarrekin Podemos-IU, además, también puede jugar un papel clave en la reactivación de la ponencia de Autogobierno. Cualificadas voces del PNV ya han apuntado hacia esa tesis, conscientes de que los morados son proclives al derecho a decidir, a diferencia del PSE, que actúa como dique de contención ante posibles aventuras soberanistas. Sin embargo, la prioridad de los de Gorrotxategi de cara a una reforma estatutaria pasa por reforzar derechos sociales y no tanto por cuestiones territoriales.
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